A los fines de tener una visión distinta de la construcción de los personajes veremos un aspecto del modelo de construcción narrativa creado por los norteamericanos Melanie Anne Phillips y Chris Huntley autores de un software destinado al uso de escritores de cine, literatura y televisión.
Lo interesante de este programa informático, llamado Dramática Pro, es que su funcionamiento está basado en una teoría dramática completa y bastante original la cual, en palabras de los autores, es extremadamente potente. Según sus creadores, dicha teoría se cimienta en el principio de que la estructura de una historia puede asimilarse a la de un modelo de resolución de problemas por parte de la mente humana.
Uno de los conceptos originales que separa a Dramática del resto de las teorías es la aseveración de que cada historia completa es un modelo del proceso de resolución de problemas que tiene lugar dentro de la mente humana. Esta Mente – Historia (Story Mind) no trabaja como las computadoras, que realizan una operación tras otra hasta obtener la solución del problema. Procede, más bien, holísticamente, como lo hacen las mentes, invocando muchas consideraciones en conflicto con la finalidad de hacerse cargo del problema.
Del modelo Dramática solo tomaré lo que, dentro del sistema, se conoce como la «construcción de personajes objetivos». Para los autores «un personaje objetivo es un conjunto de funciones dramáticas que deben ser representadas para que el argumento completo de una historia pueda completarse».
Phillips y Huntley comienzan por definir lo que entienden por personajes arquetipos, plenos de funcionalidad narrativa, agrupándolos en pares opuestos.
El Protagonista, es el proponente y conductor principal del esfuerzo por alcanzar la meta de la historia. El Antagonista, su meta consiste en impedir el éxito del Protagonista.
Mientras el primero representa el impulso por resolver el problema, el Antagonista representa la fuerza que busca por hacerlo fracasar.
El Guardián, es el maestro y ayudante, que representa la conciencia. Es un personaje protector que contribuye a eliminar los obstáculos e ilumina el camino hacia la meta. Como balance del Guardián, la teoría propone un Arquetipo que denomina Contagonista y representante de la tentación que desvía a los personajes de la consecución de la meta de la historia. El Contagonista coloca obstáculos en el camino del Protagonista, obstruye su tarea y trata de hacerlo fracasar.
El Apoyo representa la confianza, el sostén y la fe. A él se le opone el Escéptico que representa la duda, la desconfianza y la oposición frente a las iniciativas. Para Dramática la interacción entre estos dos arquetipos ilustra la polémica racional y emocional en torno a las posibilidades de éxito dentro de una historia.
El personaje Razón es el que representa la aproximación racional, fría y controlada a la resolución de un problema y contrasta con el personaje Emoción que representa la aproximación emotiva, desorganizada y un tanto frenética de la situación.
Adicionalmente, los Personajes Arquetipos están definidos por el tipo de decisiones que toman y por las modalidades de su accionar narrativo, según la siguiente repartición:
La construcción de los arquetipos procede en cuatro áreas que, de acuerdo con Dramática, son las que constituyen a un Personaje Objetivo. Estas áreas son:
1. La Motivación: Es Lo que impulsa al personaje a actuar
2. El Propósito: Es el resultado deseado y buscado
3. La Evaluación: Representa un juicio de la situación o de las circunstancias
4. La Metodología: Es el método empleado para alcanzar un propósito
Cada Personaje Arquetipo queda entonces definido a partir de ocho elementos, a saber:
Como hemos visto, lo que proponen Melanie Anne Phillips y Chris Huntley, es un programa, bastante esquemático pero útil, sobre una categorización de personajes diferente a la clásica conocida. Su cuadro de comparaciones apunta a definir, de manera casi dogmática, las motivaciones que mueven a esos personajes, cuales son sus propósitos dentro de la historia, la evaluación que hacen de los hechos y su metodología para actuar.
Cita: Tomado del libro «La ventana imposible» Frank Baiz Quevedo, editorial Fundarte, Caracas, 1991. El ISBN del libro es este: https://isbn.cloud/9789802531486/la-ventana-imposible/