– ¿Que estas haciendo?
– No me molestes, estoy escribiendo un guion
– ¿Y de que se trata?
– No sé, no vez que todavia no empecé
Esta pequeña escena dialogada puede que les resulte común si alguna vez intentaron escribir un guion ya sea para cine o para televisión. Sentarse horas frente al papel, para los más viejos, o pantalla para los más jóvenes y no poder sacar nada en limpio, ni siquiera INT. DORMITORIO CASA DE PEDRO – NOCHE. Frustrante ¿verdad? Todo nos molesta, todo nos distrae, todo nos incomoda, todo a nuestro alrededor parece estar conspirando en nuestra contra. Estamos odiosos, molestos, irascibles, agresivos y a la defensiva. Cualquier excusa es buena para expiar nuestra incapacidad creativa.
-¡Viste, por tu culpa, ahora se me fue la idea!
Como si esa idea tuviera alas y echó a volar por si sola para nunca más regresar.
A veces hasta la liga el perro o el gato
-¡Perro de mierda, justo ahora se te ocurre ponerte a ladrar! No te das cuenta que estaba a punto de encontrar el conflicto!
Como si fuera en el juego de la búsqueda del tesoro, el conflicto permanece oculto y no quiere darnos pistas para que lo encontremos. Mientras, el perro nos mira con cara de «yo no mastique tu ojota, fue la gata»
En fin, empezar a escribir un guión es un verdadero «rompe cocos» y una suerte de terapia de shock para algunos, que enfundados en la gallarda decision de escribir, se lanzan a la aventura cual Don Quijote contra molinos de viento, con la esperanza de llegar al final de la página 90 sin los «cable pelados», separado de nuestra compañera o compañero y enemistado con uno mismo.
Para evitar que la mascota, los amigos, la pareja y quien se cruce por el camino carguen con toda la responsabilidad de nuestras momentáneas lagunas mentales, he ideado unos 10 «tips» que quizá pueden ayudarlos a no quedar como los malos de la película y a vencer la adversidad que provoca estar estancado.
1) Tómese las cosas con calma. Si no sale hoy saldrá mañana. La inspiración no es de todos los días y suele ser bastante perversa con los escritores. Es capaz de aparecer en el momento menos indicado, justo cuando estamos viajando en colectivo, en auto o entrado a darnos una merecida ducha, en esos momentos en que la lapicera y el papel parecen estar a miles de kilómetros de distancia. Paciencia, no es al único que le sucede.
2) Levántese de la silla y de un par de vueltas por su casa. Salga a caminar al jardín, patio o calle. Esto le ayudará a frenar el loco impulso de querer romper la computadora o los pocos papeles que ha escrito, esto también evitará enfrentarse con su esposa, esposo o mascota y echarle la culpa.
3) Medite sobre lo que está haciendo, trate de pensar ordenadamente, repasando todos los puntos oscuros de la historia. Busque ejemplos en situaciones de la vida real, a veces la mejor solución está en lo cotidiano.
4) Cuéntele la historia a un conocido o conocida, ya sea por teléfono o personalmente y escuche atentamente todo lo que él o ella le dice. Quizá tengan la pieza que le está faltando.
5) Verbalice todo lo que le venga a la mente, no importa si suena algo desordenado en un principio, el cerebro es sabio y en algún momento el caos buscará encontrar un orden. Si puede utilizar cualquier medio de grabación sería ideal.
6) Haga mapas mentales utilizando un lápiz y papel y ligue a los personajes con la trama principal, sub tramas, ideas, situaciones, acciones, etc. Este ejercicio es sumamente útil para saber dónde está parado.
7) Deténgase a escuchar los sonidos de la naturaleza en el caso que este en un lugar alejado del ruido. Si no es así ponga una música agradable y envuélvase en su melodía. La buena música ayuda a equilibrar nuestras energías y a mejorar la creatividad.
8) Lea el fragmento de un libro, revista o artículo, esto lo sacará por unos instantes de la maraña creativa y le puede dar ideas para su historia.
9) Regrese a su lugar de trabajo con todo lo recogido.
10) Ordene todo en un borrador y comience darle forma su historia.
Bueno, espero que estos pequeños consejos les sean útiles y recuerden que por más que uno machaque y machaque, las ideas necesitan de un tiempo de maduración para florecer de la mejor manera.