Martin Turnes (ADF) DF de “Carne Propia” de Alberto Romero (2016)

Todo sobre el proceso fotográfico de «Carne Propia»
Por Martín Turnes (ADF) – 2017
Carne Propia  es un documental producido a partir de la vía de documentales digitales del INCAA. No obstante ser un documental de bajo presupuesto, se filmó en 3 provincias argentinas. El protagonista es un toro viejo y pampeano, a quien acompañamos en su último viaje camino al matadero, mientras que a través del recurso de la voz en off narra 3 historias acerca de los trabajadores de la carne. En La Pampa filmamos al toro en su lugar, en el campo. Luego, con formato de documental de entrevistas, la primera historia que cuenta transcurre en la ex fábrica de corned beef en Pueblo Liebig (Entre Ríos); continúa con la ex zona de frigoríficos en Berisso (Buenos Aires) y por último un frigorífico de Berazategui (Buenos Aires) que desde hace 6 años es una cooperativa.

Además de ser Director de Fotografía, soy parte del colectivo de directores llamado Puente Films, con el que venimos realizando documentales, y tenemos una modalidad de colaboración y de intercambio de roles según el proyecto; en mi caso, cuando no dirijo me ocupo de la Dirección de Fotografía y la Cámara. ¿En 2013 estrenamos Quien mato a Mariano Ferreyra?  dirigido por Alejandro Rath y Julián Morcillo, en 2014 Pichuco dirigido por mí, en 2015 Icaros de Georgina Barreiro y este año Carne Propia de Alberto Romero. Los primeros 3 fueron realizados con Cámaras Canon 7D o 5D y en este caso sentíamos la necesidad de subir un escalón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En paralelo a estos proyectos tuve la suerte de hacer la Dirección de Fotografía de otros largometrajes, algunos ya estrenados y otros actualmente en etapa de post-producción. En todos ellos tomé la decisión de utilizar mis lentes Canon 16-35 f2.8, 24-70 f2.8, 28 f1.4 y 50 f1.4 y monitor on board Small HD AC7, pero ir cambiando el cuerpo de cámara según las diferentes características y presupuesto de cada proyecto.

Carne Propia la propuesta que buscamos con Alberto Romero (director), Alejandro Rath (asistente de dirección) y Juan Martín Hsu (montajista), era hacer un documental con una estética cuidada, de encuadres prolijos, utilizando trípode siempre que sea posible (sólo utilicé shoulder grip en algunas secuencias con el toroen las que necesitaba moverme en los corrales), con entrevistas muy cuidadas, con tiempo para armar cada puesta. Por todo esto, y después de hacer algunas pruebas, decidimos filmar con una Blackmagic Cinema Camera 2,5K con montura EF. Nos permitía grabar, por un bajo costo, en RAW 12-Bit directo en cámara en las situaciones con el toro, que era algo que nos preocupaba mucho en la previa, y grabar en Apple ProRes directo en cámara también las entrevistas. Además, me gustaba la curva Log “Film” que tiene la cámara. Hasta aquel momento no había escuchado de documentales filmados con Blackmagic, y varios colegas/amigos que me fui cruzando esos días de la toma de decisión me cuestionaban su practicidad. Yo ya había trabajado con ella y sabía de las limitaciones de menú, de la cantidad de accesorios que necesitaría, el tema baterías, etc. Finalmente, decidi (mos) tomar riesgos y jugarnos por la Blackmagic. A la mitad del rodaje, nuestro rental Camara A nos avisa que la 2,5K estaba en reparación, y nos ofrece la Blackmagic Pocket Cinema Camera. Ambas tienen sensor Súper 16, 10-bit en ProRes y grabación en formato CinemaDNG RAW (aunque la Pocket con compresión) o ProRes. Aunque no fue una decisión fácil, fuimos con la Pocket a un viaje y luego continuamos con la misma el resto de la película. La verdad es que ahora viendo el resultado no se nota el cambio.

Las referencias que teníamos previo al rodaje fueron los primeros documentales de Errol Morris, sobre todo Gates of Heaven (1978). Entrevistas con encuadres bien frontales a cámara, fondos planos, mucho aire por sobre los personajes. Otra referencia, sobre todo para la búsqueda de los fondos o espacios posibles para las entrevistas, fue la estética “kitsch” de las fotografías de Marcos López. Luego de las primeras jornadas, revisamos los encuadres, poniendo el acento en uno que tenía una gran de fuga, y decidimos que era mejor buscar fondos planos, cercanos a los personajes. De esa manera, fuimos perfeccionando la propia estética de nuestra película.

Desde un comienzo, además del set de Canon 24-70 f2.8, 16-35 f2.8, 70-200 f2.8, le sumé un Tokina 11-16 f2.8 que utilicé mucho para los inserts callejeros de las diferentes historias, en el pueblo Liebig, en la ex zona de frigoríficos de Berisso, y en el frigorífico de Berazategui donde culmina nuestra historia. Para las entrevistas, si bien nos gustaba que sean angulares, preferí usar el Canon 16-35 f2.8. Tiene mejor imagen que el Tokina, y menor profundidad de campo.

En cuanto al equipo humano y técnico, siendo un proyecto de bajo presupuesto y con muchos viajes, tuvimos que reducir al mínimo posible todo. El equipo lo conformamos Alberto Romero (Dirección), Alejandro Rath (Asisttente de Dir), Lucía Miranda (producción), yo (DF), un Gaffer / Asist. de Cámara y un Sonidista. Estos dos últimos roles fueron rotativos porque dependíamos de la disponibilidad, y si bien algunos viajes fueron planificados con tiempo, otros no tanto. El gaffer principal fue Danilo Galgano, con quien trabajamos muchas veces juntos, también participaron Facundo Cordich, Lele Rey y Pablo Gallego.

El set de luces que utilizamos durante todo el rodaje, para iluminar todas las entrevistas en interior, fue: 1 Fresnel 2000W, 2 Fresnel 800W, 1 Fresnel 650W y 2 Power Flo de 4 tubos. Para las entrevistas en exterior pedí que de ser posible sean cerca del amanecer o atardecer, sino buscamos espacios reparados de la luz dura del sol.

Para las secuencias del toro sabíamos que filmaríamos en el campo exterior día, en su viaje en camión por la ruta, en el Mercado de Liniers y en el Frigorífico de Berazategui. El rodaje en camión por la ruta fue algo que discutimos con todo el equipo muchísimas veces. Desde un principio pensé en utilizar un Gimbal o Ronin, esto implicaba llevar una o dos personas más a La Pampa, además del costo de alquiler y todo esto superaba nuestro presupuesto. Recurrimos entonces, a nuestro viejo y querido “pulpito”, que habíamos fabricado para el rodaje del cortometraje Gestación y que luego utilizamos en todas las entrevistas de Quién mató a Mariano Ferreyra? (2013). Y así fue. Llegó por fin el día de filmar arriba del camión y como en todo documental hay que ir acomodándose a la realidad del momento. Nuestro toro en vez de estar a una reja de distancia, por diferentes cuestiones iba en el trailer principal del camión y nosotros en el piso superior del segundo trailer. Es decir, nuestro toro nos quedó muy lejos. Había llevado para esta situación un lente Canon EF-S 18-200mm f/3,5-5,6 que tenía estabilizador, era liviano, práctico y me permitiría distintos tamaños de plano sin cambiar de lente, sabíamos que tendríamos poco tiempo para filmar, fueron 40 minutos en total. En ese viaje a La Pampa nos tocaron unos días de muchísimo viento y en este viaje fue muy molesto, a una velocidad de 60 km/h que era la mínima permitida para el camión, se me movía mucho la cámara. Teníamos que hacer mucha fuerza para sostener firme el pulpito.

En uno de los viajes a Liebig, no estaba disponible el MatteBox y llevé un ND variable Fader Genus, la verdad que como experiencia es mucho más cómodo que andar cambiando el ND 4×4 según se necesite, con este filtro girás y voilà. Pero el resultado y el degradé que aplica a los cielos no me gustaron. Para las siguientes jornadas pedí sí o sí un MatteBox con ND 4×4. No lo volvería a usar, o al menos teniendo muy en cuenta esto.

Una secuencia difícil, que pensamos, y repensamos mucho, fue la del interior del frigorífico, el momento de la faena. Iba a ser algo irrepetible. Era filmar la muerte en secuencia de nuestro protagonista, aunque al llegar ese día terminó por ser nuestro segundo protagonista. Abro paréntesis. Por un problema comercial terminamos filmando la película con 2 toros distintos. El primer toro está en el campo, camión y Liniers. Y en el frigorífico es otro toro. Alberto Romero se las ingenió muy bien para justificarlo desde el guión. Cierro paréntesis. En el interior del frigorífico había luz fluorescente, que no estaba tan mal, pero quería reforzar los planos detalles y sobre todo el comienzo del recorrido, el momento del martillo y su posterior desangrado. Ahí si faltaba levantar 2 puntos de diafragma. Lo que hicimos fue colgar 2 powerflo de 4 tubos para ese sector. Para el resto del recorrido, compramos un Panel Led Tehuti con una batería 12V y dimmer, ya que iba a ser muy difícil enchufar a 220V y andar moviéndose con alargues, el piso estaba bañado de líquidos y sangre. Anduvo muy bien.

Finalmente, como pasa en todo documental y este no fue la excepción, lo que tanto pensamos y repensamos en la pre y en rodaje, la escena de la faena, durante el montaje decidimos dejarla fuera de la película. Si bien estaba en el primer corte, nos dimos cuenta que se iba del tono de lo que veníamos contando y que no sumaba. Costó mucho llegar a la decisión. Fue de esas vivencias por las cuales uno decide dedicarse a esto, porque si no fuera por tener una historia y una cámara, quizá nunca hubiéramos visto una faena tan de cerca, cada paso, cada detalle. Lo habíamos registrado todo, con planos muy cuidados estéticamente, de los que estaba muy contento, y ahora en montaje queríamos eliminarlos de la película. Pero apenas llegamos al corte final, lo vimos y todos supimos que sin esta secuencia la película tomaba mayor fuerza. Uno como espectador se queda pensando más en lo que no ve, pero se intuye, que en lo que ve con lujo de detalles.

 

 

 

Pasando a la etapa de color. Lo hicimos con el montajista de la película, Juan Martín Hsu, fue una ventaja enorme porque conocía todo el material, las virtudes y limitaciones de cada plano. Me pareció que era una buena idea tomar la decisión estética de virar las secuencias del toro hacia los tonos fríos y las historias que él nos cuenta a los cálidos. El toro tenía movimiento, había una gran secuencia en el campo verde con cielo azul, la secuencia del camión, en Liniers y en el frigorífico, junto a otros animales… al mismo tiempo pensar que estaba encaminado hacia su destino inexorable. Queríamos contar eso desde lo narrativo, contraponiéndolo a las historias que él va contando con algo de nostalgia, viradas a los cálidos, historias de fábricas abandonadas o de frigoríficos convertidos en cooperativas, que visualmente eran planos más fijos, menos entretenidos visualmente.

Otra decisión importante que tomamos fue intentar emular el grano fílmico en toda la película. Hicimos diferentes pruebas, con stock footage de diferentes granos de 16mm y de 35mm, que por suerte pudimos visualizar en un cine, en pantalla grande, tanto en Bluray como en DCP, y nos decidimos por el de 35mm de Filmconvert.

Afortunadamente participó del BAFICI 2016, y en la proyección de estreno en el Village Recoleta, con la sala llena por todo el equipo, amigos, colegas y familiares, pudimos comprobar que se vio como nosotros esperábamos, tal cual la vimos en nuestro monitor! Fue muy emocionante. Los comentarios de los que asistieron a esta y a las otras dos funciones fueron excelentes, las repercusiones de la prensa también. Estamos felices con el resultado final de la película y yo particularmente por la fotografía. Ahora continúa su recorrido por festivales y el estreno en las salas argentinas estamos pensándolo para 2017.

Daniel Aranyó DF

CAMERA Y LIGHT
Entrevista a Daniel Aranyó, director de fotografía
02/04/2009

Con una formación desarrollada en un primer momento en España y posteriormente en centros norteamericanos, su carrera profesional ha dado continuidad a esa trayectoria bidireccional, y nos encontramos con títulos en ambas industrias. Prueba de ello es que en los cines podemos ver “High School Musical 3” y próximamente se pasará por TV3, y posteriormente por TVE, una miniserie titulada “Serrallonga”, centrada en un bandolero catalán del siglo XVII.

CyL: ¿Cuándo te planteaste la dirección de fotografía como actividad profesional?

D.A.: Fui a Maine, en USA, para hacer un curso de dirección y otro de fotografía. Con el de dirección me costó aceptar la imprevisibilidad del trabajo con los actores, ya que no tenía yo ni la madurez ni las herramientas necesarias para dominarla. Pero con el de fotografía, nos pidieron escoger un cuadro clásico, reproducirlo con actores, vestuario y luz, y finalmente fotografiarlo. Mi cuadro fue “La muerte de Marat”, de Jacques-Louis David, en el que yace la figura de Marat asesinado mientras toma un baño. Recuerdo disfrutar muchísimo del estudio detallado de la luz. Fue como descubrir un lenguaje secreto. Cuando se proyectó mi trabajo en una gran pantalla, todo el mundo soltó un suspiro. Supe en aquel instante que había conseguido emocionar a otras personas a través de la luz. Al fin y al cabo, creo que lo que más necesitamos es conectar con otros seres humanos y compartir nuestro universo, y aquel día supe que la fotografía era mi manera de conseguirlo.

CyL: ¿Dónde cursaste tus estudios de cine? ¿Qué opinas sobre las escuelas de cine?

D.A.: En España, en el Centro Calassanc, y en USA, primero en Maine y luego en el American Film Institute.

Para mí lo más importante de las escuelas de cine es el universo que se crea con los demás compañeros y descubrir tu propia identidad a través del estudio del lenguaje cinematográfico. El estímulo continuo de los seminarios, películas proyectadas, charlas con otros estudiantes, etc., te llena de la fe que necesitarás más tarde para enfrentarte al mundo real. Para ello, son muy importantes los profesores que tienes. Yo tuve la suerte de aprender de gente que vino a las clases como Conrad Hall, Emmanuel Lubezki, Vittorio Storaro, Allen Daviau.

CyL: ¿Cuál fue el primer libro de fotografía que leíste y cuál consideras que es el mejor escrito hasta la fecha?

D.A.: Yo tengo dos libros que me impactaron mucho. Uno fue “Días de una cámara”, de Néstor Almendros y otro “Culto a la Luz”, sobre Sven Nykvist. Ambos eran, además de un baúl lleno de trucos y consejos sobre la luz, magníficas guías sobre la vida del director de fotografía. Hablaban del camino escogido por aquellos que nos dedicamos al cine, con sus maravillas y sus sacrificios a nivel personal. Nuestra obsesión por la luz y la necesidad de expresar nuestro universo personal a través del viaje continuo a lugares desconocidos. Es la misma intensidad que describía en sus diarios Van Gogh en “Cartas a Theo”.

CyL: ¿Y la primera película que recuerdas que te impactara por su tratamiento visual?

D.A.: Para mí, Muerte en Venecia, de Visconti es magistral. Su poesía visual es de tanta elegancia y al mismo tiempo absolutamente sincera. Esta fotografiada por Pasqualino de Santis. La historia sobre la decadencia de la vejez y el deseo desesperado de aferrarse a la belleza de la juventud, está impecablemente contada a través de imágenes que me ponen la piel de gallina cada vez que la veo.

En esa película me di cuenta de que la elección de las localizaciones, el vestuario, el maquillaje, el movimiento, todos los elementos que hay delante de la cámara expresan algo muy concreto. Es totalmente indispensable diseñar la imagen junto con los demás creadores visuales de la película. La luz, por sí sola, no tiene la fuerza que tiene esa unión de elementos.

CyL: ¿Quiénes fueron tus maestros? ¿Han cambiado a lo largo de los años?

D.A.: Mi primer maestro fue Vittorio Storaro. Me abrió los ojos a la fotografía entendida como poesía narrativa. Siempre me han conmovido más los artistas absolutamente personales y subjetivos que no aquellos que han tenido la habilidad de mostrar el mundo tal y como es.
Hoy en día admiro muchísimo el perfeccionismo y valor de la luz tan instintiva de Robert Richardson y de Christopher Doyle.
También Harris Savides y Darius Khondji por su maestría en crear atmósferas de una penumbra elegante con combinaciones de color tan únicas.
En España, Xavi Giménez es de los más atrevidos y personales.

CyL: ¿Cómo fueron tus primeros cortos y qué fue lo más significativo que aprendiste en ellos?

D.A.: Fueron en el Calassanc, y allí me di cuenta de que la técnica y la lógica pueden destruir totalmente la imaginación si no se va con cuidado. Recuerdo que estaba tan preocupado con la exposición y el fotómetro, que olvidé confiar en mis ojos. También me obsesionaba la continuidad de la luz.
Cuando ya fui al American Film Institute, me solté y empecé a dar rienda suelta a mis ideas. Los mejores trabajos fueron totalmente instintivos. Hice un corto de espionaje japonés con una estética de comic en Technicolor divertidísimo. Cada día dejaba que me inspirase lo que encontraba y no juzgaba nunca mis ideas con la razón.
Tuve que explorar ambos extremos: la precavida esclavitud de la técnica y la irresponsable libertad instintiva, para poder encontrar el equilibrio y rodar Nada que perder (ganadora del Goya mejor corto) y Aizea, City of the wind (del que se publicó un artículo en el American Cinematographer).

CyL: ¿Y tu primera película?

D.A.: En USA mi primera película se llamó Cross Bronx, dirigida por Larry Golin. En España fue Amor en defensa propia, dirigida por Rafa Russo.

Cross Bronx se rodó en el Bronx de Nueva York y fue una maravilla explorar los barrios más duros y visualmente sorprendentes de esa ciudad. De ella me quedo, sobre todo, con el maravilloso proceso de encontrar con el director las localizaciones que dictaran el estilo fotográfico. Para mí es crucial involucrarse totalmente en ese proceso en preproducción. Es el momento de ser una esponja y dejar que te inspire lo inesperado. En esa película recibí el premio a la mejor fotografía en el Festival de Tribeca en Nueva York. Se rodó en alta definición.

Amor en defensa propia se rodó en España y Argentina. El director Rafa Russo se apoya mucho el trabajo con actores y el diálogo. Así que aprendí a buscar maneras interesantes de conseguir fotografiar escenas muy habladas. No es cuestión de mover la cámara para no aburrir, ni de crear contrastes innecesariamente potentes, etc., creo que lo importante es identificar y fotografiar el subtexto, es decir, aquello que no está escrito pero que realmente define la esencia de una escena.

CyL:  En ese dilema cine versus HD. ¿Qué nos puedes contar acerca de la convivencia de estos dos formatos?

D.A.: Creo que la diferencia básica es un tema de texturas. Sería como comparar óleo con graffiti.

Para mí el cine tiene una textura mucho más humana, artesanal, más imperfecta, más orgánica. El digital tiene una textura mucho más refinada, artificial, plástica, electrónica, más robótica. Por lo tanto, cada proyecto puede ser fotografiado en uno u otro soporte, pues ambos son muy válidos, pero la sensación subconsciente es totalmente distinta.
Está claro que la eficiencia, rapidez y coste de las nuevas cámaras digitales, además de su control, almacenamiento y distribución de la imagen hacen que se conviertan seguramente en el único medio de captación de la imagen en un futuro muy próximo.

CyL: ¿Qué ventajas e inconvenientes tienen para ti la digitalización y el etalonaje digital, respectivamente? ¿Y el laboratorio fotoquímico?

D.A.: Ventajas todas, ya que ahora básicamente depende todo de tu imaginación, ya que la tecnología digital del DI permite el control absoluto de la imagen.
Inconveniente es que al ser un soporte digital, necesitas controlar la calidad de digitalización para evitar métodos que compriman la imagen original y también supervisar hasta el final la exhibición/distribución para evitar desajustes en cuanto al trabajo definido en la sala de etalonage (clasificación de luces).
Estas responsabilidades del director de fotografía en España casi nunca están previstas o remuneradas, así que es un tiempo y esfuerzo que uno tiene que invertir.

CyL:  En cuanto a nuevas cámaras, caso de la Red One, D-21, Genesis, F23 ¿Has trabajado con alguna de ellas? En concreto, ¿qué opinas de la Red One? ¿Adónde crees que llegaremos en este campo?

D.A.: De todas ellas tan sólo he hecho pruebas con la Red One. Es cierto que han conseguido emular la profundidad de campo del 35mm con lo cual la sensación de tridimensionalidad que el foco selectivo consigue está muy lograda. Como en casi todos los casos de las comparaciones entre digital y 35mm, el problema fundamental sigue siendo la latitud y la textura.
La latitud de la Red One, según mi criterio después de varias pruebas, tras fijar una única luz de positivado y a 320 ASA, es de un stop y medio en las altas luces y dos y medio en las bajas. No quiere decirse que no haya un poco más de detalle en ambos extremos, pero el que yo considero aceptable es ése. Además, la sobre exposición produce unas variaciones en el color muy feas y difíciles de etalonar por separado.
Básicamente, se pueden conseguir resultados muy buenos con la Red One, únicamente si se mima muchísimo la luz y la postproducción. Yo tengo amigos en Los Ángeles que han rodado muchos videoclips de artistas reconocidos con la Red One, y para el acabado en televisión, en interiores donde se puede controlar la luz, trabajando la cámara a la latitud que he mencionado y con una postproducción muy detallada con múltiples windows, el resultado es magnífico.

CyL:  La pregunta es: ¿vas a rodar una película donde se te va a dar el tiempo y las condiciones para mimarla en rodaje y en postproducción? Si es el caso, vale la pena rodar con ella y empezar a aceptar que puede que sea el futuro.

D.A.: Dentro de todo el material básico de rodaje -luces, filtros, etc.-, ¿qué resulta imprescindible en tus filmaciones?

Cada película es distinta, así que es realmente difícil decir que repito siempre el mismo material. Pero seguro que en mi maleta de filtros encontrarás los Classic Softs, que me gustan más que los Black Promists, pues tienen una suavidad muy elegante, como de cine del Hollywood antiguo, y cuando se combinan con contrastes de luz fuertes, suavizan la piel y crean un halo casi invisible, que es un estilo muy típico de Robert Richardson.

En cuanto a luces me gusta mucho utilizar Chimeras y grandes fuentes de luz. Soy más de encontrar la posición correcta para pocas y grandes fuentes, con una dirección muy marcada, que no tanto iluminar con muchos aparatos pequeños, por zonas. Cuando aciertas esa dirección de luz, esa primera decisión, y con ella defines el tono de la escena, el resto encaja por sí solo.

CyL: ¿Tienes predilección por alguna óptica o emulsión en particular?

D.A.: Las ópticas que me gustan mucho son las Master Primes. Te dan una dureza y resolución impresionantes y son un poco más luminosas que las UltraPrimes. Si rebajas esa dureza con un 1/4 de Classic Soft, la combinación es preciosa.

En cuanto a emulsiones, me gusta mucho el contraste de la Kodak Vision 2 200T 5217 / 7217. Tiene mucha latitud, pero al mismo tiempo tiene carácter y si la expones a 125, para poder luego positivar a una luz más fuerte, el resultado es espectacular.

En cuanto a emulsiones de alta sensibilidad, acabo de rodar High School Músical 3, toda con la Kodak Vision 3 500T 5219. La he utilizado para exteriores día, noche e interiores día y noche. Si tuviera un etalonaje fotoquímico, seguramente sería demasiado blanda para mí, pero con el DI puedes recuperar el contraste y los negros, pero con toda la información que ha capturado. El único inconveniente es que la saturación es muy acentuada, pero en el DI se puede rebajar un poco.

CyL:  Normalmente hacen falta las pruebas fotográficas, por un lado, las pruebas generales que establecen la estética final de la película y, por otro, las específicas para un efecto o look concreto de una determinada secuencia. ¿Podrías explicarnos qué pruebas sueles realizar en función de la especificidad del trabajo?

D.A.: Para mí dos pruebas muy importantes básicas son: la latitud de la película y la fotogenia de los actores. Para la primera, utilizo idealmente a los actores de la película delante de un fondo negro, con una carta de color y sobrexpongo y subexpongo 3 stops, en intervalos de 1/2 stop. Luego escojo una única luz de positivado y en base a eso, decido la latitud que yo creo correcta para el etalonaje final. No siempre coincide con lo que te dice Kodak o Fuji. Creo que es importante decidir uno mismo para cada película.

Para la segunda, me gusta sentar al actor ante un fondo negro y con un 50mm de óptica, y mover yo mismo a mano una única fuente de luz (normalmente un Kino de 60ctms. con Full Grid Cloth) para explorar todos y cada uno de los ángulos de luz para su rostro.

Cuando ves el telecine, puedes ir congelando diferentes fotogramas y estudiar los ángulos mejores para cada momento de la película.

CyL: ¿Te gusta plantear los proyectos trabajando con referencias visuales?

D.A.: Sí, siempre, pero muchas veces me gusta utilizar otras fuentes de inspiración como la música. Para mí el lenguaje de la música y la luz son muy parecidos, porque son una representación física de algo intangible y mágico. Así que a menudo le pido al director que me muestre el tipo de música que mejor describa la película o una escena. Cuando se utilizan referencias visuales (fotos, pinturas, películas, etc.) hay el peligro de acabar imitando aquello que te inspira y de no dejar sorprenderte por tu propio instinto. La música te guía, pero no te limita.

CyL: ¿Cómo trabajas el color?

D.A.: Para mí es imprescindible diseñar el estilo visual de una película en absoluta armonía con el departamento de arte, vestuario, maquillaje y peluquería. En la preproducción es el único momento para tener la calma y el tiempo de crear ese pacto conceptual. Así que mi fotografía se crea junto con los otros departamentos, bajo la batuta del director. Cuando todo encaja es maravilloso.

El color, como instrumento de expresión tan básico, es muy delicado ya que utilizado con coherencia puede crear asociaciones muy potentes, que ayudan a conectar al público con la historia a nivel subconsciente. Al unir un momento emocional con un determinado color, cuando vuelva a aparecer ese color evocará aquel recuerdo ya vivido. Defiendo que hay que ser consciente de esto y aplicarlo en consecuencia.

CyL: ¿Cuál es el tipo de cine con el que te sientes más identificado?

D.A.: Como espectador disfruto muchísimo con cualquier género, pues me aburriría con un único estilo de cine para toda la vida. Pero sí me siento identificado con aquellas historias que revelan un mundo oculto, que sólo se descubre cuando te atreves a ver más allá. Por ejemplo, películas como El Rey pescador, de Terry Gilliam, Big Fish, de Tim Burton, etc. Son historias que arañan la superficie y te invitan a entrar en un universo, muchas veces con elementos de fantasía, donde se encuentran las claves para entender o llevar mejor el mundo real.

CyL: ¿Cómo definirías tu estilo fotográfico?

D.A.: Absolutamente subjetivo. No me interesa mucho la fotografía que tan sólo se preocupa de ser fiel objetivamente a la realidad. Me fascina entrar en la mente de un creador y que me seduzca para ver el mundo a través de su cristal. En pintura el arte abstracto, el expresionismo y, por supuesto el impresionismo, me conmueven mucho más que el hiperrealismo. Lo que nos hace distintos es la manera única de sentir y expresar el mundo que nos rodea. De alguna manera, en esa diferencia encuentro el punto en común, el hilo invisible que nos une como individuos.

Daniel Aranyó
Fecha de nacimiento: 10 de junio de 1973. Barcelona, España.

 

Pablo Gonzalez Galeto – Gustavo Biazzi – Fernando Lockett, DF’s de “Fin de semana” de Moroco Colman (2016)

“FIN DE SEMANA”: TRES FOTÓGRAFOS PARA UN MISMO PROYECTO
Director: Moroco Colman
Directores de fotografía: Pablo Gonzalez Galeto – Gustavo Biazzi – Fernando Lockett
ADF – Entrevista: Carlos Wajsman

La película “Fin de semana” fue fotografiada por tres directores de fotografía diferentes, según la propuesta del director. Las respuestas a la entrevista provienen de los DF’s Galetto y Biazzi.

Carlos Wajsman: ¿Cómo se pusieron en contacto con el proyecto?

 Pablo González Galeto: Moroco me llamó un día para contarme su proyecto de película, me pasó el guión por mail, me explicó la idea de trabajar con 3 DF’s; al tiempo pasó por Bs As y tuvimos nuestra primera reunión.

 Gustavo Biazzi: Me envió un mail proponiéndome hacer la película.

 CW: ¿De qué trataron las primeras conversaciones con el director?

PGG: Hablamos del aspecto formal que pensaba para este proyecto: si bien es una historia lineal y sin saltos o rupturas narrativas, cuenta con tres momentos dramáticos definidos; tres momentos emocionales por los que atraviesan las protagonistas. Como una apuesta no convencional, el director decidió abordar esos momentos con tres propuestas estéticas diferentes (más allá de lo fotográfico las diferencias también se replican en el montaje y el sonido) y lo concreta eligiendo tres directores de fotografía y tres formatos de pantalla diferentes: 1:33:1, 2:35:1, 1:85:1.

Me ofreció hacer la dirección de fotografía del tercer bloque y me propuso participar del resto de la película operando la segunda unidad de cámara. La idea era filmar la película enteramente a dos cámaras y de manera cronológica y uno de los primeros temas que abordamos fue el desafío de lograr armonía visual a lo largo de los tres bloques fotográficos diferentes.

 GB: Me comentó que seríamos tres DF’s y que trabajaríamos en tres relaciones de aspecto diferentes, algo que de entrada me entusiasmo. Inicialmente me correspondía hacer la parte en 2.35:1, aunque después, por una cuestión de fechas, terminé ocupándome del bloque en 4:3. Charlamos acerca de por qué quería hacerla en tres formatos distintos y su justificación me pareció bien. Quería componer en 4:3 de manera de conseguir que las dos protagonistas estuvieran alejadas físicamente, porque al principio están distanciadas sicológicamente, después durante el transcurso de la película se van acercando un poco y entonces va cambiando el aspecto y la composición.

Backstage Bloque 1.
Backstage Bloque 2.
Backstage Bloque 3.

CW: ¿Qué referencias fotográficas/cinematográficas/pictóricas utilizaron para comunicarse con el director?

PGG: Todas las ideas formales estaban ya concebidas y las locaciones pautadas.

Como referencia principal tomamos Persona de Ingmar Bergman, también Only God Forgives de Nicolas Winding Refn. La primera, por la cámara, los claroscuros y contraluces, sobre todo para el 1er bloque. La segunda película fue una referencia de color para el 2do bloque, por la saturación de color y predominio de la luz roja. El 3er bloque retomaba los encuadres y la relación de la cámara con las protagonistas de la película de Bergman, pero con un criterio de iluminación más naturalista.

GB: Principalmente nos referenciamos en Persona de Ingmar Bergman.

CW: ¿Cuáles fueron sus primeras ideas al leer el guion?

PGG: La película está narrada de manera simple y directa, me gustó mucho al leer el guión la sutileza con la que se va construyendo la relación de las protagonistas, como se van insinuando las cosas. El director tiene una importante mirada plástica, había visto de él su cortometraje anterior llamado también “Fin de Semana” – que podría considerarse como la antesala de esta película (también la historia es sobre dos mujeres y está filmada en la misma casa). Su aproximación plástica era clara, y me entusiasmó mucho al leer el guion.

CW: ¿Hicieron algún proceso de investigación previa para el diseño de la imagen?

PGG: Moroco había realizado una amplia investigación, tenía muy definido el diseño que quería y claramente determinada la propuesta fotográfica y paleta de colores de los tres bloques.

No tuvimos oportunidad de juntarnos previamente con Gustavo y Fernando (los otros dos DF’s) hasta ya iniciado del rodaje. Pienso que, de alguna manera, eso fue planeado así – como forma de evitar influencias de uno sobre otro: cada uno viajó a hacer el scouting en diferentes momentos y tampoco nos cruzamos en la preproducción.

GB: Filmamos algunas situaciones en el lugar donde después rodaríamos la película, con una de las protagonistas y parte del equipo. Es algo que trato de hacer de manera metódica, en casi todas las películas en las que trabajo, como modo de acercar y comprender al equipo que está involucrado. Al mismo tiempo que tratamos de conocer el tema y a las personas que harán la película, hicimos pruebas técnicas y fotográficas.  Después vemos esas pruebas proyectadas en DCP y sacamos conclusiones. Pero la comprensión y el acercamiento humano es lo que más me importa.  Es una investigación que apunta a comprender qué imágenes tenemos en la cabeza los que vamos a hacer la película, porque las imágenes mentales que cada uno imagina al leer el guión pueden ser infinitas y la imagen final debe ser una sola.

Fotograma del Bloque 1 del film Fin de semana. DF: Gustavo Biazzi.
Fotograma del Bloque 2 del film Fin de semana. DF: Fernando Lockett.
Fotograma del Bloque 3 del film Fin de semana. DF: Pablo Gonzalez Galetto.

CW: ¿Cuánto tiempo se dedicó al scouting y quiénes participaron del mismo?

PGG: Las locaciones estaban definidas desde un principio, ya que la casa de la película es donde vive el director y el resto de las locaciones se encontraban en los alrededores, a pocos minutos de distancia.

Moroco es arquitecto de profesión, su formación está relacionada a la construcción de espacios, de formas, creo, la película desde su comienzo fue concebida para ser filmada en su casa y cuando los demás nos sumamos al proyecto, él ya tenía muy estudiada la relación de los personajes con el espacio.

En un primer viaje de dos días a Carlos Paz pude conocer todas las locaciones en las que se desarrollaban las escenas del 3er bloque y repasar las puestas de cámara. Como punto de partida, existía un storyboard en 3D a escala real de su casa con todas las puestas de cámara.  Ello funcionó como guía, si bien después hubo libertad para redefinir y ajustar puestas.

GB: Fueron tres días aproximadamente y participaron los cabezas de equipo.

CW: ¿Quiénes formaron el equipo técnico de cámara, grip y luz? ¿Quién los eligió?

PGG: La idea era tener un mismo equipo para todo el rodaje salvo por el gaffer y lo armamos con Moroco. Se había pensado en un comienzo que los otros DF’s vinieran con alguien de Bs. As.,pero finalmente Patu (Alejandro Alvarez) terminó siendo el gaffer en toda la película. El equipo técnico fue todo de Córdoba: Pablo Lovera y Agustín Burgos como eléctricos, Jonatan Magario y Chaco Vallejo como Grips. En el equipo de cámara estuvieron Christian Leiva y Santi Esgarlata como 1ros de cámara y como 2do de cámara estuvo Maxi Di Pietro.

Operé la cámara B en los dos primeros bloques de la película y en el 3er bloque, ya trabajando como DF, operé la cámara A y José Benazi se sumó al equipo en esa última semana para operar la cámara B.

GB: Fue tan buena la experiencia trabajando con ese equipo que volvimos a trabajar juntos en El Otro Verano, una película dirigida por Julian Giulianelli, también rodada en la provincia de Córdoba.

CW: ¿Qué cámara utilizaron y por qué la eligieron? 

PGG: La elección de la cámara tuvo que ver con el diseño de producción, ya que el director tiene dos FS7; utilizamos dos cámaras iguales con grabadores externos, un Odyssey Q7+ y un Shogun de Atomo, saliendo de las cámaras por HDMI (no contábamos con el accesorio opcional de Sony XDCA-FS7 que habilita la salida 4k por SDI)grabando en UHD PRORES 422.

GB: Utilizamos Sony FS7 porque el director tiene dos en su productora.

CW: ¿Cómo fue el proceso de pruebas y configuración?

PGG: En el mes previo Moroco fue comprando accesorios, nos consultó sobre la configuración de las cámaras en cuanto a grips, grabadores externos, baterías, etc. Él ya contaba con muchos accesorios propios y el resto lo fue consiguiendo, pero no fue hasta un día antes del inicio del rodaje que pudimos configurar, armar y probar todo junto.

Por mi parte, en Buenos Aires, previo al rodaje pude hacer pruebas de cámara y curvas con una cámara similar. Probé diferentes situaciones de luz con las curvas Slog2 y Slog3, a partir de esas pruebas decidí usar Slog3 para situaciones exterior día, escenas con sol y mucho contraste (proporciona una muy buena respuesta en las altas) mientras que, para los interiores o situaciones de poco contraste, exteriores en sombra o nublados el Slog2 daba mejor resultado (con Slog 3 resultaba muy difícil eliminar el ruido de los negros).

A raíz de estas pruebas me di cuenta que en el resultado final no había problemas en términos de texturas si utilizábamos las dos curvas y en el rodaje las fuimos alternando de una escena a otra a lo largo de todo bloque según fuese necesario, aunque nunca dentro de una misma escena.

GB: Hicimos pruebas de curvas de gamma; hubo un error en la calibración del monitor donde se visualizaron esas primeras pruebas que nos desconcertó un poco al principio, porque veíamos un ruido en las bajas luces que luego en proyección desaparecía.

CW: ¿Qué lentes utilizaron y por qué los elegiste?

 PGG y GB: La idea de trabajar con tres DFs y tres diferentes formatos de pantalla, implicaba el desafío de lograr cierta coherencia y unidad estética general de la película. Una de las propuestas con respecto a este tema fue utilizar el mismo lente y apertura en todo el rodaje, como un intento de unificar las perspectivas y mantener un elemento técnico común a lo largo de los tres bloques.

Usamos dos Carl Zeiss ZF 50mm f/1.4 ZS, en apertura f2,8, que junto con las cámaras pertenecían a la productora.

Backstage Bloque 1.
Backstage Bloque 2.
Backstage Bloque 3.

CW: Si utilizaron alguna LUT de visualización, ¿cómo los generaron o eligieron?

PGG: Usé LUTs en algunas situaciones muy puntuales para visualizar la imagen, sobre todo cuando usaba la curva Slog3 por la falta de contraste que tiene. No usé los de cámara, sino el LUT que trae el Odyssey para Slog3. Cuando trabajé con Slog 2 no fue necesario utilizar LUT para visualizar o exponer la imagen.

GB: No utilicé ninguna LUT.

CW: ¿Cómo controlaron la exposición? 

PGG: Trabajé principalmente con el instrumento de la grabadora – el Odyssey tiene la posibilidad de setear los valores del false color y esa fue mi herramienta principal. La cámara la ajustamos en modo cine, trabajando con la sensibilidad nativa en 2000ISO.

Con el Slog3 sobreexpuse generalmente un punto arriba para que luego al recuperar el contraste en corrección de color, se eliminara el ruido en los negros.

GB: Los primeros días trabajé con fotómetro, porque arrancamos usando la curva de gamma Slog3. Al tercer día abandonamos el Slog3 y trabajamos con Slog2 porque me di cuenta que todo lo que veía como información (con el Slog 3) en las bajas luces – con el contraste que buscábamos – terminaría siendo más denso luego de la corrección de color y también porque aparecía un poco de ruido en situaciones penumbrosas. Entonces cambiamos a Slog2 que daba una imagen más cercana a la que buscábamos como imagen final. A partir de ahí continué exponiendo con los instrumentos del monitor.

CW: ¿Utilizaron algún filtro en cámara o luces?

PGG: Usamos casi siempre filtros ND combinando los de cámara con 4×4 externos, para lograr mantener siempre la apertura de f 2,8 y en algunas situaciones usamos polarizador.

GB: Utilizamos difusores y gelatinas de corrección en las luces.

Backstage Bloque 3.

CW: ¿Qué tipo de luminarias utilizaron?

PGG: En el 3er bloque abordamos un criterio de luz bien naturalista: los exteriores los trabajamos con luz natural, utilizando un tamiz de 4×4 en algunas escenas en el patio de la casa y en el resto de los exteriores, sólo pantallas reflectoras y marcos con difusión.

Para los interiores día usé HMI 4, HMI 1,2 y HMI 575 apuntados a través de las ventanas tamizados, en alguna ocasión también utilizamos Alúminas de 4 y 6 tubos.

GB: Usamos HMI, tubos, y paneles de Led.

CW: ¿Se utilizaron plantas de luces, proceso de pre iluminación, etc?

GB: En ciertas escenas usamos plantas de luces a partir de plantas de puestas de cámara que había hecho Moroco previamente.

CW: ¿Cómo describirías el estilo de la película?

PGG: La película es un tríptico fotográfico, con tres momentos dramáticos diferentes dentro de la historia y fue una idea del director acentuar esa diferencia a partir de lo fotográfico.

El bloque que me tocó fotografiar a mí es el más naturalista en cuanto a estilo. A diferencia de los otros dos, a esa altura la película recupera cierta luminosidad, deja atrás el claroscuro, vuelve el color en un sentido naturalista y la iluminación no hace tan evidentes las fuentes de luz.

A medida que las protagonistas se reencuentran y su relación se va recomponiendo, la cámara las acompaña achicando la distancia entre ellas, componiendo a los dos personajes en el mismo encuadre (1:85:1), cosa que antes casi no había sucedido; se buscan encuadres más equilibrados y se utilizan más los planos-secuencia.

GB: Formalista.

Fotograma Bloque 1 del film Fin de semana. DF: Gustavo Biazzi.
Fotograma del Bloque 1 del film Fin de semana. DF: Gustavo Biazzi.

CW: ¿Cómo fue el proceso de post producción y corrección de color?

GB: El colorista fue Cristian Leiva, quien había hecho foco en rodaje. Él y Moroco hicieron gran parte del trabajo y yo me sume para hacer algunos ajustes finales.

Moroco Colman, Director: Trabajar con 3 directores de fotografía fue increíble y repetiría la experiencia si mi próxima película lo requiriera. Hasta sumaría alguno más si fuera necesario.

Los pedidos de luces fueron todos distintos y fuimos cambiando el equipo según el DF en cada bloque: en un caso utilizamos HMI, en otro, luces prácticas y fresneles de poca potencia y en un tercero, fue la luz disponible en los decorados la que marcó el criterio de iluminación. Todo cambiaba y durante el rodaje, eso fue muy positivo, cada cambio nos daba un nuevo aire. Al modificar radicalmente la estética, cada bloque era un nuevo comienzo y un nuevo desafío; como la manera de trabajar de cada DF era distinta, eso hacía que el trabajo de todo el grupo no fuese monótono; fue un excelente rodaje para el equipo y una gran experiencia para mí.

Fotograma Bloque 2 del film Fin de semana. DF: Fernando Lockett.
Fotograma Bloque 2 del film Fin de semana. DF: Fernando Lockett.

Se podría pensar que trabajar con 3 fotógrafos podría resultar estresante, pero para mí fue todo lo contrario, fue algo muy nutritivo, ya que no hay peor cosa que la rutina, la repetición. Obviamente tuve mis dudas sobre trabajar con 3 estéticas tan diferentes: cómo iba a hacer para unir las 3 partes para que la película se viera como un todo orgánico – ya que la historia transcurre de forma lineal a lo largo de 3 días y no hay ninguna excusa externa para cambiar los formatos ni la estética: la historia no viaja hacia el pasado, ni hay cambios notorios. A la vez lo compliqué un poco más ya que no quise que los fotógrafos se reuniesen para buscar elementos comunes entre las tres propuestas; todo lo contrario, quería que cada uno trabajara con su estilo, con su propia manera de iluminar.

La película está filmada principalmente en primeros planos y era interesante ver como cada DF iluminaba los rostros de los personajes y los espacios circundantes. Esto proponía un riesgo formal- que era lo que yo buscaba: tenía como principal premisa representar el estado emocional interno de los personajes y exteriorizarlo por medio de la fotografía, el encuadre, la colorimetría, el montaje, el sonido, etc. No quería quedarme solo con algunas herramientas cinematográficas y mantenerlas a lo largo de toda la película, sino que pretendía disponer de todas ellas e ir cambiándolas, para poder trasmitir de la mejor manera esos estados según cada momento de la película. Por eso en el Bloque 1 me pareció que lo mejor para transmitir el desencuentro entre los personajes era el claroscuro, formato 4.3, sonido mono y un montaje abrupto. En el Bloque 2 – donde hay una expansión del personaje, donde explota internamente – la apertura máxima de la pantalla a un ratio 2:35.1 enmarcaba mejor esa emoción: el bloque está iluminado casi totalmente con luces rojas y azules muy saturadas; sonido 5.1 sensurround, con un montaje ágil. Y finalmente el bloque 3, donde los personajes se reencuentran, el ratio: 1:85.1 resultó el más equilibrado, con luz natural y los colores tal cual son suavizando las pieles, el contexto, los verdes de la naturaleza. Aquí el sonido es estéreo y el montaje más pausado, con transiciones, más contemplativo.

Fotograma del Bloque 3 del film Fin de semana. DF: Pablo Gonzalez Galetto.
Fotograma del Bloque 3 del film Fin de semana. DF: Pablo Gonzalez Galetto.

La idea era que lo formal fuera cambiando a medida que se modificaba el vínculo entre las protagonistas; no quería que ese cambio resultara impostado, sino que fuera muy sutil; por eso los cambios de formato de un bloque a otro se realizan cuadro a cuadro, para que el espectador no perciba el paso de uno a otro.

Otra idea para unificar fue respetar la distancia de la cámara a los personajes, trabajando siempre en primeros planos con el mismo lente – el 50 mm, que para mí es el lente que más representa a la visión del ojo humano -.

La última decisión – sobre la cual los DF’s me miraron con cara rara – fue no modificar el diafragma en toda la película. Eso apuntaba a consolidar los fondos y las texturas generadas por el desenfoque.

De esa manera, a través de ese – podría llamarse – especie de dogma que busqué (manteniendo el tipo de plano, la distancia cámara-personaje, el lente y el diafragma) apunté a unir esos 3 bloques tan disímiles entre sí.

Muchos me preguntaron por qué no trabajé con un solo un solo fotógrafo que lograra las 3 estéticas, pero para mí hubieran sido 3 visiones iluminadas con una misma mano, con un mismo ojo y se iban a terminar asemejando.

 

Emmanuel Lubezki, ASC, AMC- DF de «La leyenda del jinete sin cabeza» de Tim Burton (1999)

American Cinematographer
Este artículo fue publicado en la AC de diciembre de 1999
Enero de 2020, Stephen Pizzello
Unidad de fotografía por Clive Coote, cortesía de Paramount Pictures.

El excéntrico investigador Ichabod Crane (Johnny Deep) y Katrina Van Tassel (Christina Ricci), la hija de la familia más adinerada en el pueblo de Sleepy Hollow.

El cinematógrafo Emmanuel “Chivo” Lubezki, ASC, AMC en equipo con el director Tim Burton en una suntuosa adaptación del famoso y popular cuento de Washington Irving.

A la izquierda, el director Tim Burton y el cinematógrafo Emmanuel Lubezki mirando hacia la cámara, se alinean con los actores Johnny Depp, Christina Ricci y Casper Van Dien.

El año es 1799, y una tenebrosa aura se extiende sobre el normal y pacífico poblado de Nueva inglaterra, Sleepy Hollow. La gente del pueblo ha llegado a temer ante el sonido de los cascos, lo que podría indicar el acercamiento de un espectro extraño y aterrador: un jinete sin cabeza que decapita a cualquiera que se encuentre lo suficientemente desatento como para cruzarse en su camino. Así comienza el popular cuento clásico americano de Washington Irving «The Legend of Sleepy Hollow». Escrito en 1819, este largo mito ha asustado a niños y adultos por igual durante los últimos dos siglos, y ha inspirado a un número de adaptaciones fílmicas, la primera fue la versión de 1912 «Étienne Artaud´s silent«, pero la más famosa es la caricatura (versión) animada de Disney de 1958.

Esto debe cambiar con el lanzamiento de la versión de Tim Burton de “Sleepy Hollow”, una estilizada live action, que le da un nuevo giro a la ficción de Irving. En la perspectiva de Burton, Ichabod Crane (Johnny Depp) es un obediente, pero excéntrico alguacil quien usa métodos avanzados y poco ortodoxos para resolver los crímenes, cuya habilidad es puesta a prueba cuando sus superiores lo envían a las afueras a investigar la reciente ola de ocurrencias en Sleepy Hollow.

Los padres de la ciudad de Sleepy Hollow dudan de los métodos de Crane.

Después de su llegada, Ichabod se enamora de la atractiva Katrina Van Tassel (Christina Ricci), hija de la familia más adinerada del pueblo. Él pronto se encontrará a sí mismo viendo por la mano de Katrina de Brom Van Brunt (Casper Van Dien), bajo la vigilancia de los padres de la joven señorita, Baltus Van Tassel (Michael Gambon) y Lady Van Tassel (Miranda Richardson).

Si cada historia pareciera estar hecha a la medida de un director en específico, “Sleepy Hollow” sería la indicada. Burton se enamoró con el script, y su sensibilidad creativa pareciera ser ideal para el material. Respetado en toda la industria del cine como un visualista realmente imaginativo, el director trató de imbuir su última foto con el espíritu de las clásicas películas de horror que él adoraba durante su juventud.

Con la intención de crear una atmósfera gótica fermentada con un lírico romanticismo, Burton contrató al director de fotografía mexicano, Emmanuel Lubezki, ASC, AMC, una estrella en ascenso dentro de los círculos de la cinematografía. Conocido afectuosamente dentro de la industria por su sobrenombre, «Chivo», Lubezki ha demostrado su considerable habilidad con imágenes sorprendentemente bellas cuya iluminación exuberante ha contribuido en películas de Hollywood como: La princesita de (Alfonso Cuaron 1995), la cual le valió nominaciones a los premios de la Academia y ASC; Un paseo por las nubes (Alfonso Arau 1995), Grandes esperanzas ( Alfonso Cuaron 1998) , y ¿Conoces a Joe Black? (Martin Brest 1998).

También ha demostrado versatilidad grabando diversas comedias, incluyendo Generacion X (Ben Stiller 1994) y La jaula de las locas (Mike Nichols 1996); y ha ganado consecutivamente tres premios Ariel (Equivalente a los premios Oscar en México). por su trabajo en «Como agua para Chocolate (Alfonso Arau 192), Miroslava (Alejandro Pelayo 1992), y Ambar (Luis Estrada 1993).

Los cineastas trabajando en el set.

Lubezki se acercó a Sleepy Hollow por el productor de cine, Scott Rudin, quien conocía bien la excelente reputación del camarógrafo. «Scott ya me había llamado para empleos un par de veces, pero siempre estaba ocupado en otros proyectos«, reveló Lubezki. «Yo realmente quería trabajar con él, porque él produce buenas cosas. Esta vez, él me dijo que iba a hacer un projecto con Tim Burton y naturalmente tomé la oportunidad”

«Mi primer encuentro con Tim fue increíble», continuó el camarógrafo. «Él me dijo que le había gustado el script porque se trataba de un chico que vivía enteramente dentro de su cabeza, y otro quien no la tenía en absoluto. No estaba seguro si esa idea sería suficiente para apoyar toda la película, pero entonces empezó a describir todas estas grandes imágenes «burtonianas». Fue realmente interesante ver cómo la mente de Tim funciona.

A pesar de que Lubezki, había adquirido una valiosa experiencia en sus producciones anteriores de Hollywood, es seguro decir que Sleepy Hollow fue el proyecto más ambicioso de su carrera. «Fue definitivamente un proyecto de larga escala», confirma. «El día que conocí a Tim, él dijo que iba a filmar la película en el interior de Nueva York, en el verdadero lugar que inspiró la historia de Washington Irving, Después él exploró (scouted) la locación, me dijo, «Chivo, olvídalo podemos filmarlo allá. No quiero que la película se vea completamente realista y natural, como Las brujas de Salem (Nicholas Hytner 1996)».

“Una de las grandes cosas sobre la película fue realizarla dentro de un estudio muy estilizado. Queríamos encontrar nuestra propia realidad dentro de un completo mundo teatral.”

Burton y Lubezki en rodaje.

Burton le explicó al cinematógrafo que quería que Sleepy Hollow estuviera estilizado, y tuviera una sensación ligeramente artificial que rindiera homenaje a algunas de sus películas de terror favoritas, las cuales incluían títulos provenientes de los archivos de las cintas de Hammer, mejor conocidos como Mario Bava´s atmospheric 960 chiller Black Sunday. «Yo estaba familiarizado con las más famosas, como frankenstein y drácula, pero nunca había visto algo tan grande como un fan de ellas como Tim lo es «Lubezki admitió. «Lo encontré divertido y un poco campy, que no creo que Hammer haya querido que fuera así. Nuestro más grande cuadro de referencia fue «Black Sunday«. Esta cinta es realmente interesante porque las imágenes son muy claras y fuertes.

«En la actualidad no creo que Sleepy Hollow represente a las cintas Hammer, excepto por la forma en la que se realizaron», Lubezki mantiene. «Hicimos mucho trabajo en escenarios sonoros y tratamos de imitar ese sentimiento de «película clásica». Las de Hammer estaban hechas de esa manera porque los cineastas no tenían mucho dinero. Nosotros lo hicimos porque a Tim le gustaba la idea de crear una vista sintética y pictórica. Filmar así también nos dio el control de varios elementos visuales, como el color y contraste, elementos estacionarios como la niebla y el viento. Tim quería que toda la película se hiciera en una temporada de otoño/invierno. También quería el control sobre la cantidad de realidad en la película. No es una reconstrucción histórica, es un cuento de fantasía. Una de las cosas más grandiosas de la cinta fue realizarla en un estudio muy estilizado, queríamos encontrar nuestra propia realidad dentro de un mundo completamente teatral».

“Queríamos que Sleepy Hollow por sí mismo, se viera como una comunidad insular, como si los residentes e incluso sus edificios estuvieran acurrucados juntos en un miedo, casi como un rebaño de ovejas.”

Hacia ese final, el diseñador de producción Rick Heinrichs (Fargo, The Big Lebowski) trabajó cercanamente con su viejo amigo Burton para diseñar los laboriosos estudios de filmación- Ambos en los estudios sonoros en «England´s Leavesden y Shepperton Studios», y en una locación en Marlow, un pequeño pueblo a las afueras de Londres. Durante la preparación del set, Heinrichs construyó una serie de modelos en miniatura muy detallados que representaran los principales escenarios de la película, los cuales incluían a Sleepy Hollow, el escalofriante bosque de occidente, un estilizado molino y varias viviendas.

Crane llega a Sleepy Hollow, concebido como una mezcla de diseño euro-gótico.

«Los modelos ayudaron a capturar la textura, las formas y el color que intentábamos obtener en los estudios finales», Dijo Heinrichs. «También se le dio la oportunidad a Tim de ver los sets en tercera dimensión antes de que fueran realmente construidos y resolver la logística de varias escenas. Muchas ideas comenzaron en la etapa de producción, porque era mucho más fácil maniobrar con las miniaturas que dentro de los estudios de tamaño real. Por ejemplo, si se quería cortar algo de un edificio, no podías hacerlo sin gastar 20,000 dólares».

Heinrichs describió el estilo de la arquitectura de la película como «expresionismo colonial. El aspecto no es históricamente preciso, es más una mezcla de varios estilos. Dado que la historia del Jinete sin cabeza tiene lugar en una comunidad agrícola holandesa en el norte del estado de Nueva York, la película tiene muchos toques arquitectónicos holandeses, pero también construimos algunas estructuras de entramado de madera Tudor inglesas con techos de paja. Queríamos que Sleepy Hollow por sí misma, se viera como una comunidad insular, como si los residentes e incluso sus edificios estuvieran acurrucados juntos en un miedo, casi como un rebaño de ovejas.»

El equipo de construcción del proyecto incluyó entre 80 y 100 artesanos durante los períodos de mayor actividad. La producción ocupó cada pulgada libre de espacio en Leavesden, donde los conjuntos incorporaron la casa señorial Van Tassel y otras viviendas, un cementerio espeluznante y algunas partes del bosque occidental.  El estudio H en Shepperton albergaba el resto de las partes del bosque occidental, incluida la cueva de las brujas y el Árbol de los Muertos, un hito enorme y retorcido que servía como puerta al infierno del jinete sin cabeza. Heinrichs anotó, «Algunos de los diseños fueron retomados de las viejas cintas expresionistas alemanas «The cabinet of Dr. Caligari y Nosferatu, las cuales tenían un aspecto muy fuerte, gráfico y bidimensional dentro de un ambiente tridimensional. Es algo que a Tim y a mí siempre nos ha gustado realizar en las películas que hemos hecho juntos.»

La tarea más importante del diseñador de producción fue la construcción del centro de Sleepy Hollow en Marlow. Ubicado en una reserva de caza que se completaba con un estanque de patos, el pueblo falso incluía todo lo que uno podría esperar de un escenario de libros de cuentos de principios del siglo XIX: un puente cubierto, una iglesia, una herrería, un sindicato de agricultores, un notario público, un centro de rehabilitación y una tienda de abarrotes.

Durante la visita nocturna de AC a la producción en febrero de 1999, una lluvia helada convirtió el camino de tierra de la ciudad en una sopa fangosa hasta los tobillos, agregando más autenticidad al cuadro, pero causando que Burton se resfriara. Examinando la escena mientras aplicaba un pañuelo en la nariz enrojecida, el director parecía un hombre que podría estar feliz de perder la cabeza por el hacha del Jinete. «Me sucede en cada filmación», comentó.

El diseño básico para la ciudad de Sleepy Hollow.
El diseño básico de la ciudad con una gran variedad de masivas unidades de iluminación en su lugar.

Las grúas pueden retraer, rotar y elevar, permitiendo la posibilidad de colocar una luz sobre la mayoría de las partes del conjunto a varias alturas. Las posiciones de las grúas se eligieron con la ayuda de un modelo a escala del conjunto y uno de grúas para proporcionar la máxima cobertura del conjunto con una restricción mínima en la dirección de disparo. Las bases de la grúa no se movieron.

La sombría carga de trabajo del equipo se iluminó un poco por la configuración de iluminación de Lubezki, que comprendía tres softboxes gigantes suspendidos de un trío de grúas de construcción de 250 toneladas. El techo de cada unidad contenía seis Maxi-Brutes de 24 luces (Par 64) apuntando hacia abajo, mientras que tres de los lados contenían un trío de Maxi-Brutes de nueve luces en ángulo a 45 grados. Según el capataz John Higgins, “Nuestra idea inicial para ese estudio era tener un camino de tanques que sonara en el set, e hicimos pruebas con varios equipos de iluminación en las posiciones a las que podíamos acceder desde las pistas.

Esa idea resultó ser poco práctica por muchas razones. En cambio, decidimos suspender estas fuentes blandas muy grandes en bases giratorias que podrían colocarse en cualquier punto por encima del conjunto y mantenerse ocultas. El departamento de arte construyó un modelo a escala fantástico del set, y cuando lo estudiamos pensamos que podría haber tres puntos en los que podríamos colocar nuestros soportes. Finalmente localizamos una empresa que tenía tres grúas telescópicas de 250 toneladas con un alcance de 67 metros (aproximadamente 220 pies). El departamento de arte después hizo modelos a escala de estas grúas que colocamos alrededor del modelo. Esta prueba confirmó que la única forma de alcanzar todos los puntos en el estudio era usar tres grúas. Luego hicimos una prueba con una versión de tamaño medio de nuestro equipo, que confirmó que nuestra teoría funcionaba”.

Suspendidos en grúas de construcción de servicio pesado, tres softboxes gigantes iluminan el centro de la ciudad de Sleepy Hollow, un conjunto exterior muy detallado construido en Marlow, Inglaterra..
Una de las enormes softboxes está preparada para despegar. El techo de cada softbox contenía 6 Maxi-Brutes de 24 luces, mientras que tres de los lados contenían un trío de Maxi-Brutes de 9 luces. Cada caja también tenía una unidad de 70kw Lightning Strikes montada en su exterior. La difusión en las cajas de luz consistió en un tough grid cloth

Cada uno de los softboxes completados consistían en una base de 20 ‘x 20’ con lados de 12 ‘de altura construidos a partir de andamios. Las unidades tenían que ser lo suficientemente fuertes como para ser suspendidas de forma segura con las luces conectadas, y las carreteras del estudio también tenían que ser reforzadas para soportar el peso de las grúas. Cada caja podía proporcionar 250K de luz, y se colocó un Full grid cloth (difusor) en la parte inferior y los lados de cada una. Se ataron largas cuerdas negras a las esquinas de las plataformas para que el equipo de producción pudiera controlar su rotación desde el suelo.

La última lámpara montada en la base de cada equipo era una unidad de 70K Lightning Strikes, y la energía a los equipos era proporcionada por generadores gemelos de 200K. El resto que era para el estudio fue proporcionado por otros tres generadores, mientras que un sistema completo de cableado fue conectado y luego enterrado durante la construcción del estudio. El sistema permitió al equipo de iluminación brindar grandes cantidades de energía a cualquier parte del estudio rápidamente.

Las enormes fuentes proyectan un brillo amplio y suave sobre el estudio de Sleepy Hollow, dándole a los pintorescos estudios un ambiente etéreo. Lubezki ofreció algunas ideas más sobre los orígenes de su estrategia de iluminación mientras daba un paseo por un camino húmedo y descuidado hacia la entrada de la colina del conjunto, que estaba marcado por un par de columnas de piedra adornadas con cabezas de ciervo. «He estado en esta película desde casi el principio», dijo. “Por lo general, me gusta participar mucho en el proceso de diseño, como lo hice con el (diseñador de producción) Bo Welch en A Little Princess. Sin embargo, en este caso, Tim, Rick y el diseñador de vestuario, Colleen Atwood, ya eran un equipo; Era la única persona nueva en ese grupo, así que me parecía más a un alumno que estaba aprendiendo, y me quedé un poco callado».

Cuando comencé a ver todos los modelos, lo primero que me vino a la mente fue: «Detengan esta locura, díganle a Rick que cree una ventana o aumente los límites máximos». Todos esos instintos míos estaban trabajando casi en contra del proceso, sin embargo, porque Tim y Rick estaban creando diseños muy complicados, decidí simplemente sentarme y aprender de lo que querían hacer, en lugar de descartar ideas que serían molestas. Se mantuvieron abiertos a mis sugerencias, y estuvieron de acuerdo con la mayoría de ellas, como pintar todos los árboles dentro de los escenarios de sonido en negro. Pero en general, retrocedí y escuché un poco más que en otras películas».

“Pensé que estaban bromeando: todos los techos del escenario eran realmente bajos y los estudios de grabación tenían menos de 20 pies de altura.”

Una vista del techo dentro del escenario H en los estudios Shepperton, donde se instalaron más de 500 luces espaciales controladas por atenuadores para iluminar varios escenarios, incluido el Bosque Occidental.

Esta estrategia fue duplicada dentro del escenario más grande en Leavesden.“Un día tuvimos una gran reunión con todos, y hablamos sobre construir todo en Leavesden Studios. Cuando fuimos a Inglaterra en el primer viaje de exploración, me mostraron los estudios de grabación en los escenarios, y pensé que estaban bromeando: todos los techos de los escenarios eran realmente bajos y los sets tenían menos de 20 pies de altura. Eso creó algunas limitaciones importantes, y como resultado, tuve que descartar mis planes iniciales para la iluminación. Mi primera idea había sido emplear grandes fuentes, la mayoría de las cuales vendrían desde atrás para crear siluetas, y usar muy poca luz de relleno. Sin embargo, el enfoque que eventualmente adopté funcionó mucho mejor: decidí crear un gran juego de luces, que nunca había hecho antes. Los techos del escenario eran tan bajos que realmente no podíamos ocultar las luces en las camas verdes. En cambio, creamos una gran sensación de cielo para los exteriores filmados. Instalamos más de 500 luces espaciales en el techo, muy cerca una de la otra, y luego bombeamos humo a las vigas para crear un cielo falso y oscurecer los accesorios. De esa manera, toda la luz parecería venir del cielo, como lo haría en realidad. Estar a una altura tan baja me ayudó porque estaba obteniendo la parada que quería, y era más fácil controlar el humo».

Crane investiga el Árbol de los Muertos que sirve como puerta de entrada del jinete al infierno.

Este conjunto de luces espaciales, suministrado por Lee Lighting, fue controlado por sistemas de atenuación computarizados. Se instalaron sistemas completos de luces espaciales y atenuadores dentro del escenario más grande en Leavesden, así como en el estudio H de Shepperton. Para que coincidiera con este enfoque claro mientras se grababan exteriores reales, Lubezki y Higgins idearon su estrategia de softbox. «Una vez que me di cuenta de que iba a usar esta luz suave para las escenas exteriores filmadas en los escenarios, quería que la aldea real se viera exactamente igual», dice Lubezki. El gran temor que teníamos Tim y yo era que nuestras ubicaciones exteriores reales de repente tuvieran otro aspecto demasiado naturalista. El truco consistía en lograr el equilibrio adecuado entre el pictorialismo y el realismo. Las grúas que utilizamos me ayudaron mucho, porque era casi como llevar el techo del escenario a una ubicación. En la película terminada, realmente no se puede saber si las escenas exteriores de la cinta se realizaron en el lugar o en un escenario sonoro; todo coincide muy bien.

En el cementerio, Crane exhuma a una víctima de Horseman para una inspección cuidadosa.
Una cuadrícula de luces espaciales nuevamente entra en juego para el efecto general de luz suave.

«De una manera divertida, usar las grúas era más barato que encender los sets de otra manera», atestigua. “Cuando instalas inmensas luces suaves en las grúas, puedes moverlas muy rápido. Cada plataforma tiene solo una luz, y puede colocarla donde desee, lo que nos permitió hacer más configuraciones por día. Tampoco tuvimos que usar mucha iluminación suplementaria, casi ninguna, de hecho. A veces, desde el suelo, agregamos un poco de luz de relleno sólo para ver los ojos de los actores, etc».

«Las luces adicionales que usamos en el suelo siempre apuntaban a través de los grids de difusión. Cuando la luz llegó a los sujetos, era simplemente una cuadrícula de luz de 20 ‘por 20’, por lo que casi no importaba si estábamos usando 10K o Mini-Brutes. Es posible que un purista de cinematografía no esté de acuerdo con esa afirmación, pero una vez que pones la luz a través de tantas capas, realmente no importa qué tipo de accesorio estés usando. Básicamente le diría al equipo de producción qué parada quería, y John Higgins elegiría una luz y la usaría para llenar un marco de 20´por 20´».

Despliegue de las plataformas masivas de softbox para la secuencia climática del molino de viento de la película.
Lubezki modificó su estrategia de softbox mientras filmaba la secuencia climática de la película que ocurre en un molino de viento estilizado cuyo diseño se inspiró en una escena en el corresponsal extranjero de suspenso de espionaje de Alfred Hitchcock en 1940.
La escena iluminada con una fuente, una softbox más larga colocada a un lado (del molino de viento) en lugar de sobre la cabeza. El molino de viento era tan alto que, si hubiera usado una luz de techo, la parte más alta de la estructura habría sido cuatro puntos de diafragma más brillante que la parte inferior.
Luz suave a los decorados interiores de la película. Utilizó accesorios de tungsteno, la mayoría de los cuales fueron dirigidos a través de varias capas de difusión. Luego, el director de fotografía utilizó una serie de banderas para mantener la luz fuera de los muros del escenario, que a menudo eran salvajes.

Agrega que no siempre se adhirió a la regla general de cinematografía de fuentes motivadas. «En A Little Princess, toda la luz estaba motivada, pero Sleepy Hollow no es un filme realista, y no quería que fuera como una película típica, donde si tienes una vela, la luz proviene estrictamente de vela. Mi enfoque fue colocar una luz para que no se pudiera saber de dónde venía la luz, mientras se creaba una atmósfera correcta para la escena. Las películas de Hammer no siempre estaban perfectamente iluminadas; a veces simplemente crean una iluminación que mejorará la sensación de una escena, para hacerla más aterradora o misteriosa. Me tomé la libertad de iluminar desde donde quisiera, casi hasta el punto en que la luz venía del lado equivocado del marco. Por ejemplo, la vela podría estar a la izquierda con la iluminación proveniente de la derecha».

«Mi enfoque para los primeros planos era básicamente usar una luz en lo que consideraba la mejor posición posible, aunque podría no ser lo que otros cineastas considerarían como ‘buena iluminación’. Generalmente usaría luz dirigida a través de 20 ‘por 20 o 12’ por 12; utilicé un full grid de difusión en la mayor parte de la imagen, a menudo en combinación con un half-grid. A veces la luz era un poco baja, o en una posición que no era coherente con la «fuente» en la escena, pero no me importó hacerlo; los cineastas pueden notarlo, pero no creo que el público lo haga «.

Antes del rodaje, Lubezki y Burton consultaron sobre una serie de otros problemas visuales importantes. El dúo acordó que filmar en el formato de 1.85:1 se aproximaría mejor a la apariencia que buscaban, lo que el cinematógrafo describe como similar a «una serie de ilustraciones de un libro clásico». Se descartó el anamorfo panorámico, ya que ambos cineastas acordaron el formato más amplio. «Parece inmediatamente más contemporáneo y menos clásico».

El camarógrafo eligió filmar con cámaras Panavision equipadas con lentes Primo. No utilizó ninguna filtración, excepto para la densidad neutra, y mantuvo el número de cambios de lentes al mínimo. «No usamos muchas lentes para filmar la película», confirma Lubezki. «El 40 mm era nuestra lente larga; a veces, cuando no pudimos obtener las tomas que queríamos con 40 mm, usamos 50 mm y una o dos veces 75 mm. Sin embargo, en general, la lente de 40 mm era nuestra más larga y la de 21 mm era la más ancha. El 27 mm era nuestra lente normal, y también utilizamos el 35 mm. En mi opinión, cuando comienzas a combinar muchas lentes, el aspecto se vuelve demasiado rococó o barroco: hay demasiadas variaciones y pierdes algo intangible. Queríamos mantener el aspecto de la película consistente». 

“Si alguien que no sabe mucho sobre fotografía menciona el grano, significa que lo está percibiendo demasiado.” 

“Definitivamente me gusta usar lentes más anchos, porque inmediatamente ponen a los actores en un contexto. No me gusta mirar películas anamórficas donde filman a los actores con una lente de 180 mm y los fondos se suavizan; no sabes dónde estás. Me gusta mostrarlos en sus entornos; creo que eso mejora la historia”.

Sin embargo, este enfoque hizo que nuestros sets parecieran más limitados», reconoce. “A la vista, parecían grandes, pero la realidad era un poco diferente. Por lo general, su primer instinto es usar una lente larga para disfrazar esas limitaciones, pero en esta película queríamos que la audiencia sintiera que los estudios eran ligeramente irreales. Queríamos crear un toque de artificialidad en el aspecto, pero no lo suficiente como para sacarte de la película».

Para determinar su apertura fotográfica ideal, Lubezki realizó pruebas de exposición en los estudios de grabación, tomando f-stops de 5.6, 4, 2.8 y 2. «Descubrí que para aumentar la calidad pictórica de la película era mejor filmar casi de par en par», él dice. «Las lentes eran lo suficientemente anchas como para que yo sintiera los sets, pero no queríamos que parecieran demasiado duros o fuertes. Por lo tanto, filmamos toda la película entre 2.5 y 2.8. Esa fue la primera vez para mí, porque usualmente tomo entre 2.8 y 4. Sin embargo, fue más fácil iluminar con un f-stop más amplio, porque se hizo más fácil ver y juzgar el contraste a simple vista «.

El jinete cabalga en el bosque negro como la tinta.

El director de fotografía optó por filmar todo en una sola película: la Visión 200T 5274 de Kodak. Explica que esta decisión se basó en el deseo de los cineastas de mejorar el aspecto de la imagen con el proceso de Mejora del contraste de color (CCE) de Deluxe Laboratory. “Con el proceso CCE, agrega mucho grano, y pensé que el Vision 500T [5279] era demasiado granulado. Sin embargo, me encanta la textura del grano, y creo que [agregó el CCE] funciona bien, porque las imágenes tienen la calidad de una ilustración antigua. No me gusta cuando el grano comienza a ser molesto y el público empieza a sentirlo. Si alguien que no sabe mucho sobre fotografía menciona el grano, significa que lo está percibiendo demasiado «.

Desarrollado por el vicepresidente de servicios técnicos de Deluxe, Beverly Wood, y el vicepresidente ejecutivo de ingeniería, Colin Mossman, CCE es uno de los tres procesos de retención de plata que ofrece el laboratorio. Según Wood, “CCE es un proceso patentado que produce un contraste mucho mayor y agrega más grano. Cuando tienes más plata (en la impresión), obtienes un aspecto más granuloso y negros más negros. Sin embargo, sus (valores) negros también pueden obstruir más.

La cuestión de obtener el color el equilibrio y el contraste correcto proviene del punto de vista de la densidad. CCE es diferente al proceso ACE, que es ajustable; con CCE, el factor distintivo en el proceso de impresión de respuestas es que realmente no puede ajustar los negros o la cantidad de desaturación. Nuestro trabajo en Deluxe es obtener el aspecto que Tim y Chivo quieren en la etapa de impresión de respuestas, y luego mantener el mismo aspecto cuando hacemos el engaño”.

“Sin embargo, cuando vimos los dailies, todos decían: ‘Wow, esto es realmente oscuro y de mal humor.’”

Lubezki señala que, «desde el principio, Tim dijo: Si el estudio me lo permitiera, filmaría esta película en blanco y negro”. Pero luego hablamos sobre eso y dijo: “Sabes, tal vez no … tal vez sea mejor hacerlo en color y mantener todo muy monocromático, pero aun así mantener todos estos tonos de gris, azul oscuro, marrón muy oscuro y verde”.

«Me preguntó si había algo que pudiera hacer en la fotografía para obtener ese aspecto, así que comenzamos a hablar con Beverly sobre diferentes procesos que mejorarían el contraste de la película y desaturarían los colores. Hicimos un montón de pruebas, como flashear y no flashear la película, y decidimos optar por CCE, que era el proceso que agregaría más contraste y desaturaría más los colores. Tim siempre estuvo allí cuando hicimos las pruebas de proceso. Fue muy divertido tenerlo allí, y nos gustaron las mismas cosas, así que seguimos con el proceso de CCE».

«Una vez que decidimos el aspecto, tuvimos una reunión con todos los departamentos, porque CCE realmente afecta el contraste y los negros en las imágenes», continúa. “Ian Robinson fue nuestro contacto en Deluxe London, y consultamos muy de cerca con él. El diseñador de vestuario, Colleen Atwood, estaba haciendo muchas cosas en negro, pero después de las pruebas, comenzó a agregar trozos de plata y otras mejoras a la textura de la ropa para que no perdiéramos los detalles por completo».

«Con Rick Heinrichs, pintaríamos 8’ por 4’ con los colores que planeaba usar para cada estudio, y luego los fotografiaríamos, proyectaríamos el material, lo discutiríamos y revisaríamos los colores. El color rojo se vio particularmente afectado por el proceso: se volvió realmente oscuro, a veces tanto que casi era negro. Teníamos que tener mucho cuidado en la forma en que iluminábamos las cosas. Si entraste a uno de nuestros sets mientras estábamos filmando, habrías pensado que estábamos haciendo una telenovela, porque todo parecía muy iluminado. Sin embargo, cuando vimos los dailies, todos decían: «Guau, esto es realmente oscuro y de mal humor. Siempre hay que tener en cuenta el efecto que el proceso tendrá en las imágenes. La primera semana del show fue miserable para mí, y muchas veces quise matarme por decidir trabajar con el proceso de CCE, pero cuando ves la película de principio a fin, se ve muy bien”.

“Un problema con el uso del humo era que a veces, cuando trabajábamos afuera con grandes grúas, el humo revelaba de dónde venía la luz. Eso me volvió loco…”

El Jinete (Christopher Walken) desenmascarado: el proceso de laboratorio de CCE que altera los tonos de la piel mientras acentúa las sombras.

Cuando se le pide que describa algunos de los problemas que encontró con CCE, Lubezki comenta: «Lo que es realmente difícil sobre el proceso, que casi me hizo enloquecer, es lo que hace con los tonos de piel de los actores. Debido a que hay mucho contraste y la curva gamma es muy empinada, los tonos de piel pueden verse manchados si no tienes cuidado. No me gusta usar mucha difusión, y generalmente no me importa cuando puedes ver algunas imperfecciones en las caras de los actores, siempre y cuando esas imperfecciones no te saquen de la película. Sin embargo, en esta imagen, desearía haber usado un poco más de difusión”. 

Lubezki también tuvo cuidado de controlar su uso de humo, lo que agregó un ambiente similar al de Hammer y ayudó a reducir el contraste dramático producido por el CCE. «Hay algunos elementos en la película que podrían verse baratos «, como el uso intensivo de humo, pero de una manera extraña, esos elementos ayudan a hacer que las imágenes sean más bellas e interesantes», agrega. “El uso del humo también nos permitió tener una apariencia consistente para la película. Cuando se humean todos los sets, no se puede saber qué se hizo en un escenario y qué no. No quería que la luz fuera demasiado barroca, con todo tipo de luces de fondo, pateadores y pequeñas luces. La mayor parte de la iluminación se creó con fuentes muy grandes, por lo que no se puede saber de dónde proviene la luz».

«En el set de Western Woods y en algunos de los otros lugares, definitivamente puedes ver el humo, ¡parece la niebla que usaban en las viejas películas de Frankenstein y Mamá, Exclama entre risas. «Por lo tanto, equilibrar el humo no fue un gran problema en los estudios exteriores, pero se volvió realmente complicado cuando lo usamos en uno más pequeño como la habitación de Ichabod, donde no quería que la audiencia sintiera la niebla». Es difícil, pero después de una semana de usarlo, se siente mejor el nivel adecuado y cuánto es demasiado. Nuestro uso del humo también dependía del proceso de CCE. En nuestro caso, podríamos usar más, porque sabíamos que el proceso lo «vería». El humo afectó a los negros, pero el proceso también los afectó de manera opuesta, por lo que todo se equilibró.

«Por supuesto, si vas a usar humo, tienes que vivir con las limitaciones», señala con una mueca. “Un problema con el uso era que a veces, cuando trabajábamos afuera con nuestras grandes grúas, el humo revelaba de dónde venía la luz. Eso me volvió loco, y perdí la batalla un par de veces; en dos o tres tomas, tuve que rogarle al equipo de efectos visuales de ILM que borrara la luz que estaba más cerca de las grúas, o que quitara el filo».

Otro toque atmosférico fue el uso de «relámpagos» cada vez que el Jinete sin cabeza aparecía en una escena. «Por lo general, odio los rayos como un efecto, porque tiene el potencial de sacar al espectador un poco de la película», dice Lubezki. «Si se supone que está lloviendo, está bien, pero de lo contrario puede ser demasiado. Sin embargo, cuando hicimos pruebas con el Jinete sin cabeza, descubrimos que el rayo realmente agregaba mucha energía al personaje, lo hacía más impresionante, aterrador y burtoniano».

«Cada vez que el Jinete va a matar a alguien, el rayo aparece como puntuación dramática. El problema con es que realmente afecta la edición de la película. Si es de verdad rápido en un corte, y vas a un tiro donde el rayo no coincide, comienzas a sentir esta falta de libertad. Nos llevó un tiempo aprender a mantenerlo constante sin borrar las imágenes con rayos”. ¡Parece realmente interesante cuando lo grabas, pero tienes que controlarte!»

Lubezki señala con una sonrisa que el uso del rayo le dio a Burton la oportunidad de interpretar a Dios en el estudio. “Le di la caja de control de Lightning Strikes (luces de relámpago) a John Higgins, pero Tim siempre le decía cuándo señalar los destellos: se sentaba allí y le indicaba a John moviendo su dedo índice. Dado que Tim estaría tan involucrado en la edición, pensamos que sería mejor si él fuera responsable de la velocidad del rayo. ¡Supongo que es una de las ventajas de ser un gran director de cine!»

Owen Roizman ASC, DF de “El exorcista” de William Friedkin (1973)

Owen Roizman ASC

American Cinematographers
El articulo original apareció en AC, febrero de 1974
mayo de 2020, Herb A. Lightman

El director de fotografía de la que puede ser la película más impactante jamás realizada describe los problemas y desafíos únicos que implica la traducción de una novela más vendida en impresionantes imágenes visuales.

Probablemente la película más esperada del año, Warner Bros, la versión en pantalla de la novela más vendida de William Peter Blatty, The Exorcist.

De hecho, The Exorcist llega a la pantalla como una impactante historia de terror, tan escandalosamente fiel al libro que, en comparación, hace que películas como Rosemary’s Baby y Hitchcock’s Psycho parezcan cuentos para dormir.

Su tema se sumerge en esa área sombría de parapsicología conocida como «posesión demoníaca» y la víctima es una encantadora e inocente niña de 12 años que se convierte en un monstruo sangriento obsceno cuando las fuerzas satánicas se apoderan de su cuerpo y alma. La mayor parte de la película se ocupa de la lucha titánica entre Dios y el Diablo, ya que los sacerdotes jesuitas son llamados a exorcizar el espíritu demoníaco y expulsarlo.

Dirigida por William Friedkin y fotografiada con un estado de ánimo escalofriante por Owen Roizman , el equipo de director y director de fotografía que creó The French Connection 1971 (Contacto en Francia), la película es un triunfo del virtuosismo técnico. Los ingeniosos efectos especiales mecánicos de Marcel Vercoutere y el maquillaje horriblemente realista de Dick Smith se combinan con la impresionante cinematografía de Roizman para crear y mantener un estado de ánimo que se convierte en un clímax espeluznante.

El demonio «Pazuzu», interpretado por la actriz Eileen Dietz, quien también dobló para la joven estrella Linda Blair para ciertas escenas.

 

A excepción de un breve prólogo filmado en Iraq (y fotografiado por Billy Williams, BSC), toda la película se realizó en el suburbio de Georgetown en Washington DC y en platós de estudio en la ciudad de Nueva York. La larga secuencia de exorcismo se lleva a cabo dentro de un solo conjunto confinado (el dormitorio del niño) que tuvo que refrigerarse a 20 grados bajo cero para lograr el efecto de enfriamiento requerido.

American Cnematographer: ¿Puede decirme cómo se asoció con la filmación de The Exorcist y cómo llegó a un estilo fotográfico particular para la imagen?

Owen Roizman: Me asocié con la imagen a través del Director, Bill Friedkin. Hicimos The French Connection juntos y pensó que, dado que lo habíamos hecho tan bien la última vez, tal vez podríamos hacerlo de nuevo. Cuando hablamos por primera vez de la imagen, naturalmente hablamos de estilo y dijo que le gustaría que esta película tuviera un aspecto realista, con luz disponible, muy natural. Pero dijo que le gustaría ir un paso por encima de lo que hicimos la última vez y no buscar un sentimiento documental tan crudo. Era tener un aspecto un poco más pulido y más controlado, y eso es lo que intentamos conseguir. Los sets fueron muy normales. No fuimos por una casa tipo Psycho. Básicamente, todas las habitaciones fueron diseñadas para ser elegantes y bien amuebladas, una casa cálida y de mal humor. Lo que intentamos hacer, por medio de la iluminación, fue darle una especie de sentimiento ominoso, como si algo misterioso y al acecho estuviera colgando sobre él. Eso es lo más lejos que llegamos con el estilo fotográfico.

AC: La historia de El exorcista involucra algunos acontecimientos muy extraños, por decirlo suavemente, la mayoría de los cuales tienen lugar en la habitación del niño durante el exorcismo real. ¿Cuáles fueron algunos de los problemas fotográficos más inusuales que encontraste al llevar esta acción a la película?

OR: La secuencia de exorcismo implicaba algunos problemas muy especiales. Uno de ellos surgió del hecho de que, en la historia, cualquier persona que entra en la habitación del niño se enfría y desarrolla un escalofrío. La única forma en que realmente puedes mostrar ese tipo de frío es poder ver el aliento de los personajes, y la única forma de ver este aliento es tenerlos en una habitación muy fría. Por esta razón, la habitación del niño se duplicó y se construyó dentro de un «capullo», como lo llamaban, que estaba refrigerado, generalmente a unos 20 grados bajo cero. Lo intentamos primero justo debajo del punto de congelación (aproximadamente 25 grados) y se podía ver algo de respiración, pero realmente no fue suficiente y tan pronto como se encendieron las luces, el calor se encargó del frío tan rápido que no pudimos incluso hacer una toma. Descubrimos durante el período de prueba que esto no funcionaría, así que volvimos a la mesa de dibujo. Se desarrolló un sistema que podía refrigerar la habitación rápidamente a cualquier temperatura de cero a 20 grados por debajo. El aliento apareció bien en cero, pero Friedkin quería que los actores sintieran realmente el frío porque sentía que eso ayudaría a su actuación. Un actor de rodillas durante 15 minutos a 20 bajo cero realmente va a sentir frío. Funcionó muy bien.

Friedkin, Roizman y el equipo en el set construido dentro de un «capullo» que podría refrigerarse a 20 grados bajo cero.

 

AC: ¿Qué hiciste para que el aliento apareciera claramente?

OR: La única forma en que podíamos mostrar el aliento era retroiluminarlo. Esto creó un problema, porque la fuente de luz con la que teníamos que trabajar siempre venía justo al lado de la cama y los dos sacerdotes que realizaban el exorcismo siempre miraban hacia la luz. Si hubiéramos retroiluminado la escena, habría parecido luz proveniente de alguna fuente falsa. El desafío era conseguir luz de fondo en la respiración mientras se mantenía todo lo demás oscuro. Esto es simple de hacer si está tomando una fotografía fija, porque la persona no se mueve. Puede colocar una lámpara y cortar la luz de su cara y cuerpo y no hay problema. Pero con los actores moviéndose todo el tiempo, se volvió un poco difícil. Siempre se trataba de encontrar un lugar para ocultar la luz de fondo y encontrar una manera de mantenerla alejada de los actores.

La estatua del demonio aparece en la habitación de la joven.

 

AC: En la historia de The Exorcist hay muchas manifestaciones físicas extrañas y, a veces, bastante violentas que tienen lugar durante el exorcismo. ¿Cómo se manejaron estos?

OR: Hubo muchos efectos especiales que tuvieron que ejecutarse durante esa secuencia. La cama levita; el niño levita; la habitación tiembla; las grietas del techo; las cortinas soplan de repente, aunque las ventanas están cerradas. Todos estos efectos tuvieron que ser vistos y la habitación tuvo que ser diseñada teniéndolo en cuenta. Las paredes y el techo eran todos livianos, por supuesto, y no había mucho problema hasta el punto en que el techo se rajó. Después de eso, tuvimos que usar un techo duro y moverlo alrededor se convirtió en un hecho bastante lento, ya que se vio en algunas tomas y no en otras. Cuando la chica levitó, tuvimos que tirar del techo completamente a su alrededor, para que pudieran moverse en la plataforma con los cables. Luego se decidió hacer una toma que incluía gran parte del techo mientras ella levitaba. Eso significaba hacer un agujero lo suficientemente grande como para que atraviesen esos cables, por lo que decidimos construir un techo que tuviera la forma de la plataforma. Había un techo alrededor, excepto donde ella levitaría.

AC: ¿Qué pasa con el problema de evitar que aparezcan los cables?

OR: Siempre me ha resultado fácil ocultar los cables al flmar contra un fondo de tono normal. Lo he hecho muchas veces antes en filmar comerciales simplemente pintando los cables para mezclarlos con el fondo. Pero en este caso, la niña se movía a través de luces y sombras de fondo tan extremas que era enormemente difícil ocultar los cables. Tuvimos que pintarlos prácticamente cuadro por cuadro. Era casi como hacer un trabajo de retoque cuadro por cuadro todo el camino. Normalmente, una edición hábil compensaría los momentos en que los cables eran visibles, pero Friedkin quería verlo perfecto desde el principio hasta el final.

 AC: En el libro, durante el exorcismo, hay un momento en que la cabeza de la niña gira 360 grados sobre sus hombros. ¿Pudiste crear ese efecto en la película?

OR: Sí, pero fue un desafío realmente excelente. Cuando lees algo así, es fácil formar tus propias visiones de una cabeza girando, los hombros tensos y los músculos del cuello luchando contra esta tremenda fuerza, pero ¿cómo haces que tal cosa parezca creíble en la pantalla? Tuvimos que usar un muñeco, por supuesto, pero nuestro primer intento se parecía a lo que era: la cabeza de un muñeco girando 360 grados. Así que volvimos a la mesa de dibujo con eso y trabajamos un par de cosas para poner algunos tirones en la ropa y envolvimos el cabello alrededor del cuello para cubrir la separación entre la cabeza y el cuerpo y conseguimos algo de movimiento en el brazo y la mano. al mismo tiempo. Entonces, un día, mientras estábamos mirando al muñeco en la cama en la cámara fría, dije (en broma, en realidad): «¿No sería genial si el muñeco tuviera algo de escarcha en el aliento?» Todos me miraron, y lo siguiente que supiste fue que estaban trabajando en ello. Cuando pusieron ese elemento en él se veía genial. Fue ese toque extra realista lo que hizo que el efecto funcionara.

AC: ¿Desarrollaste a la fuerza alguna de las imágenes?

OR: Si. sobreexpusimos todo el metraje interior un diafragma, pero ninguno del exterior. Las condiciones realmente lo hicieron necesario. Debido a los espacios reducidos, nunca pudimos obtener suficiente luz en muchos de los sets. Filme el 90% de la imagen en el diafragma más abierto, como siempre. A mi pobre asistente, Tom Priestley, tuvoun gran trabajo siguiendo el enfoque, pero es absolutamente brillante en eso. Siguió a un actor en el asiento trasero de un automóvil que venía hacia nosotros con la lente de 500 mm en el diafragma más abierto y no recuerdo que un solo cuadro fuera desenfocado. Él tiene manos mágicas. Mi operador, Rickie Bravo, también hizo su trabajo extraordinario habitual.

AC: ¿Alguno de los efectos exigió cambios radicales en la iluminación?

OR: Si. Hay una parte durante el exorcismo cuando el «demonio» hace que las lámparas se vuelvan un poco locas. Parpadearían y oscurecerían y harían cosas raras y el patrón de iluminación cambiaría por completo. El único cambio de iluminación realmente fundamental ocurre cuando la habitación tiembla y una de las lámparas se cae. A partir de ese momento, una lámpara está en el piso y la otra todavía está en la mesa de noche. Esto le dio al conjunto una apariencia completamente diferente para el resto del exorcismo, y se agregó a todos los problemas. Al final de la secuencia de exorcismo, Friedkin quería que la habitación tuviera una sensación completamente diferente, a pesar de que la fuente de iluminación básica seguía siendo la misma. Quería que tuviera una calidad etérea, algo muy suave, brillante y genial. Intentamos, en ese punto, trabajar sin sombras en la sala, usando solo luz de rebote, y creo que logramos el efecto general correcto.

Friedkin explica. Roizman en la cama con la cámara.

 

AC: ¿Qué tipo de unidades de iluminación usaste dentro de esa habitación?

OR: Siempre teníamos gente caminando por la puerta y alrededor de la habitación y, como generalmente estábamos filmando desde un ángulo bajo, veíamos casi todo el techo y tres paredes a la vez. Por esta razón, tuvimos que ocultar las luces la mayor parte del tiempo, de modo que, en general, las luces más grandes que usamos eran tintadas, escondidas donde pudimos encontrar un lugar para ellas. Los estábamos controlando constantemente con atenuadores, de modo que, si alguien recibiera una dosis demasiado alta, lo eliminaríamos. Las luces también estaban muy cuidadosamente enrejadas y nivelaríamos las redes tanto como fuera posible dentro de la luz, porque no teníamos mucho espacio para alejar las redes de la luz y hacerlo bruscamente. Mi capataz, Dick Quinlan, es un tipo brillante. Tenía un regulador en cada mano y uno de sus muchachos también tenía un regulador en cada mano. Se sentaban y montaban cuatro dimmers a la vez constantemente, y era como tocar un instrumento musical. De hecho, un día, solo por una broma, puse algunas partituras delante de una de ellas. De vez en cuando usábamos una unidad de iluminación un poco más grande, un Baby Junior de 750 vatios, o algunas luces zip, pero durante el exorcismo, el set estaba iluminado casi exclusivamente con tintes.

El exorcista, Max Von Sydow, con Owen Roizman.

 

AC: ¿Hubo otros juegos, además de la habitación del niño, que presentaban problemas especiales de iluminación?

OR: Uno de los mayores problemas de iluminación en la imagen fue disparar dentro de la Capilla de la Universidad de Georgetown. Es una capilla grande y llena de vidrieras. Friedkin quería mostrar todo el interior en una toma establecida y requería una gran iluminación para darle un aspecto de «luz disponible». Los muchachos de la tripulación hicieron un excelente trabajo porque realmente fue un trabajo agotador para manipular a Brutes en paralelos de 30 ‘, pero los resultados fueron bastante agradables. Tuvimos otros problemas en el sótano de la casa, que fue construida con un techo muy bajo de 7 ‘. Realmente no había ningún lugar para poner luces y, al hacer cualquier tipo de paneo o tiro de carro, hubiéramos estado luchando si hubiéramos tratado de usar unidades de iluminación convencionales. Hubo algunas bombillas prácticas en el techo del sótano y simplemente las reemplazamos por inundaciones y las usamos como iluminación. Funcionó muy bien.

AC: ¿Hubo algún otro interior de ubicación que involucrara desafíos inusuales?

OR: Hubo una secuencia en la que la niña va al hospital para ser examinada. La filmamos en el NYU Medical Center y la única vez que pudimos usar las instalaciones fue un sábado por la tarde. Nuestros «sets» eran salas de rayos X reales que utilizan regularmente para los pacientes y tuvimos un tiempo muy limitado para hacer lo que teníamos que filmar allí. El espacio era abarrotado y realmente no había espacio para instalar equipos de iluminación, así que decidí fotografiar todo con luz disponible, lo que, en este caso, significaba luz fluorescente. Había mucha luz allí y pude parar. Un par de habitaciones tenían fluorescentes de diferentes colores, pero nos quedamos con el color que fuera donde estábamos filmando. La única alteración que hicimos fue en el pasillo, donde cambiamos las bombillas a un color diferente, para que combinaran un poco mejor con las de las habitaciones. Los resultados fueron tan buenos que cuando filmamos una secuencia posterior en un complejo de médicos en Long Island, donde teníamos mucho espacio y control completo, decidimos usar la luz fluorescente disponible también. No utilizamos geles en las ventanas para corregir la luz exterior; acabamos de sacar algunas sombras para equilibrar las cosas. Teníamos tanta luz de los fluorescentes que pude colocar filtros de corrección de color en la cámara, de modo que prácticamente no hubo corrección necesaria en el laboratorio, y los resultados fueron los mejores que he tenido con los fluorescentes. Se volvió tan simple filmar allí que podríamos pasar de una toma a siguiente con gran velocidad.

AC: Las fotografías fijas de The Exorcist indican que tenías algunos exteriores bastante amplios para iluminar de noche en noche. ¿Podrías contarme sobre esto?

OR: Filmamos exteriores nocturnos en Georgetown y el más complicado fue la escena en la que el exorcista llega a la casa. Es tarde en la noche y la toma comienza con la cámara apuntando hacia la calle desolada y brumosa. Dos faros aparecen en la niebla y vemos que provienen de un taxi que se balancea frente a la casa. El sacerdote sale y se para en el resplandor brillante proveniente de la ventana de la habitación de la niña, era difícil obtener ese resplandor de una ventana sombreada y también tuvimos que mantener un efecto de niebla todo el camino. Por supuesto, ¿no lo sabrías? Justo cuando estábamos listos para filmar, se levantó el viento, lo que hizo más difícil mantener la niebla. Pero filmamos tan rápido como pudimos y logramos llegar a la escena. En este punto, no he visto la impresión final y no sé exactamente cómo va a salir, pero de los diarios que vi en Georgetown (que no se proyectaron en las mejores condiciones), parece que yo pude haber iluminado un poco esos exteriores nocturnos. Era una calle tan hermosa que supongo que tenía miedo de no perder ninguno de los detalles, por lo que la ilumine más intensamente de lo que normalmente lo haría. Sin embargo, con la impresión adecuada. Estoy seguro de que saldrá lo suficientemente oscuro. El resto de los exteriores nocturnos eran bastante básicos, excepto por una escena al final donde el sacerdote salta por la ventana y baja un tramo de 86 escalones hasta su muerte, era una rampa larga y estrecha de escalones e iluminación que era un gran número, además. En realidad, creo que lo hicimos bastante bien, en lo que respecta a la velocidad, porque nuevamente utilizamos la mayor cantidad de luz disponible posible y solo la aumentamos con un poco de luz de relleno cuando fue necesario.

 AC: Una de las imágenes fijas de producción te muestra sentado en un curioso tipo de aparejo tipo arnés oscilante, mientras alineas una toma. ¿Puedes decirme de qué se trata todo esto?

OR: Tuvimos una oportunidad en la que tres personas entran por la puerta principal de la casa y suben corriendo una especie de escalera a medio camino y entran al dormitorio en el segundo piso. Queríamos sacarlos de la puerta principal y quedarnos frente a ellos mientras suben las escaleras y alrededor de la curva, luego retrocedemos y dejamos que pasen junto a nosotros y luego entren detrás de ellos y los sigan a la habitación. No hace falta decir que fue algo difícil de lograr. Construimos una plataforma de silla especial, en la cual los agarres hicieron un excelente trabajo. Utilizaron un polipasto eléctrico y tuvieron que levantar físicamente al operador y subirlo por las escaleras en perfecta sincronización con las personas que subían en un diente diagonal. Luego, tuvieron que girar y mantener la distancia e intentar hacerlo sin saltos en la pantalla. La toma funciona muy bien. Desafortunadamente (o afortunadamente, supongo), nunca se da cuenta de cuánto esfuerzo se realizó en esa toma porque se ve muy simple en la pantalla. Por supuesto, una vez que habíamos descubierto cómo hacerlo físicamente, el siguiente problema era cómo iluminarlo sin tener nuestras propias sombras en todo el lugar, logramos el resultado deseado con una iluminación cenital muy indirecta que bombeaba luz a través de la muselina por todo el lugar. Las unidades de iluminación eran simples: solo inundaciones de fotones y pequeñas tiras de luz brillaban a través de la muselina. Teníamos que lograr un equilibrio, también, al pasar por una ventana y ver una habitación de abajo que se suponía que estaba oscura. Si volviera a hacer esa toma, probablemente subexpondría un poco más para acentuar las sombras, pero, en general, la toma funcionó muy bien.

AC: El Exorcista se filmó en color, pero dado que gran parte de él implica un gran estado de ánimo, ¿hiciste algo especial para reducir el color?

OR: Esto fue lo más importante en el dormitorio de la niña, donde tiene lugar la mayor parte de la intensa acción dramática, y, con eso en mente, la habitación fue diseñada y decorada de una manera muy monocromática. Las paredes eran de una especie de color gris pardo y las sábanas eran de un color beige neutro. Los sacerdotes estaban vestidos de negro, lo que ayudó, pero nos mantuvimos alejados del blanco por completo porque habría saltado demasiado. Al atenuar todo de esta manera, el único color real en la habitación se convirtió en los tonos de piel, un efecto que personalmente me gusta mucho. Esta secuencia tiene una sensación casi en blanco y negro; Sin embargo, hay un color sutil allí. En el resto de la imagen, dejamos que el color se reproduzca normalmente. El conjunto de la casa estaba bien diseñado y la razón principal por la que era difícil filmar era que mantuvimos los techos la mayor parte del tiempo. Hacer grandes movimientos con la gente mientras mostraba los techos involucraba el problema constante de ocultar luces, mientras trataba de mantener una apariencia realista. Además, Friedkin exigió realismo completo. Quería ver fotos con vidrio en ellas, espejos en las paredes y todas las otras superficies altamente reflectantes que encontraría naturalmente en una casa, nunca intentamos tapar nada, como normalmente haríamos por conveniencia en Las tomas. He tenido que lidiar constantemente con puertas de vidrio que conducen de una habitación a otra. La cocina tenía un techo bajo y sólido y todo estaba hecho en acero inoxidable, con una gran ventana panorámica en un extremo y una partición de vidrio con gabinetes justo en el medio de la habitación, lo que hacía que la iluminación fuera prácticamente imposible. Esa cocina estaba realmente iluminada con dos pequeños accesorios prácticos integrados en el techo, y eso fue todo. Siempre que podíamos escabullirnos con un poco de luz para levantar una cara o limpiar un área, lo hacíamos. Aparte de eso, entraríamos, presionaríamos el interruptor y filmaríamos, sin mucha elección.

AC: Ahora para la pregunta tonta: si se le pidiera que resumiera su filosofía básica de la cinematografía, ¿cómo lo declararía?

OR: Bueno, mis teorías sobre cinematografía son bastante simples y básicas. Mi estilo, si es que tengo uno, es simplemente acercarme a un tema e intentar grabarlo en la película como debería verse, en lugar de como quiero que se vea. En otras palabras, si vas a entrar en un área sucia y lúgubre, no intentes hacer que se vea como otra cosa; filma para que se vea sucia y lúgubre, si estás filmando algo que se supone que debe verse hermoso, entonces trata de que se vea tan hermoso como realmente es. Mi enfoque, en realidad, es tomar una situación y recrearla en la película tal como está y no cambiarla, no tomar algo feo y hacerlo bello, a menos que la historia lo requiera. Lo que mi ojo ve, me gusta verlo en una película, lo que no siempre es fácil de lograr.

El director William Friedkin con Owen Roizman.

 

AC: ¿No cree que los recientes avances en la tecnología del cine hacen que sea algo más fácil de lograr: los nuevos lentes rápidos y las existencias de películas y todo eso?

OR: Oh sí. No hay duda de que las nuevas lentes rápidas le permiten obtener algunas de estas cosas en la película sin hacer nada para cambiarlas, en los viejos tiempos siempre tenía que bombear luz a esas áreas para obtener una exposición, y una vez que bombeaba la luz allí nunca se vio igual. Algunas de las cosas que filmamos hoy con luz disponible simplemente no podrían haberse filmado de esa manera hace cinco años. Simplemente no había manera. En mi próxima fotografía, (La captura del Pelham 1-2-3 de Joseph Sargent 1974), que tiene lugar principalmente en un túnel subterráneo, voy a usar las lentes más rápidas jamás creadas y filmar de par en par con la luz existente siempre que pueda. Hace unos años, si hubiera intentado hacer eso, habría terminado con una película muy granulada. Quiero que se vea lúgubre, pero no granulada.

AC: Después de filmar The French Connection, que ganó tantos elogios por su realismo crudo, casi documental, hubo quienes se inclinaron a pensar que este era su estilo, punto, y que no podría hacer, digamos, una imagen glamorosa si usted la tenía que hacer. ¡Te gustaría comentar sobre eso?

OR: Me encanta, porque todo mi campo de entrenamiento en cinematografía fue en el rodaje de comerciales, donde siempre tenías que tratar de hacer que las cosas tomaran bonitas tomas de productos glamorosos, donde siempre buscabas lo mejor, hermoso material de aspecto difuso, de hecho, porque había hecho tantas fotografías glamorosas de alta clave, cuando me acercaron para fotografiar The French Connection , me preguntaron si sería capaz de fotografiar un sujeto que fuera discreto y «sucio» «, como lo llamaron, y mi respuesta fue:» ¿Por qué no? Soy un director de fotografía. Debería poder adaptarme a cualquier cosa «. Ahora, después del éxito de The French Connection, incluso algunas de las personas que conocía antes me han calificado como un fotógrafo discreto de estilo documental y me da una carcajada, porque simplemente no es así. Uno tiene que adaptarse de una imagen a otra y he tratado de cambiar mi estilo para adaptarme a cada tema diferente, a veces con éxito, a veces no, pero al menos he tratado de adaptarme al tema particular en el que estoy trabajando.

AC: Para terminar nuestra discusión, ¿tiene algún comentario final que le gustaría hacer sobre la producción de The Exorcist?

OR: Creo que Bill Friedkin hizo un trabajo brillante al dirigir la película y espero que sea un gran éxito, porque le puso mucho sudor. Todos en la foto lo hicieron, de verdad. Todos los técnicos hicieron un trabajo maravilloso. El trabajo de maquillaje de Dick Smith fue sobresaliente, al igual que los efectos especiales. El trabajo de laboratorio de Bernie Newson y Dan Sandberg en TVC fue excelente, fue una imagen extremadamente difícil de hacer, porque el tema era tan extraño que nadie estaba realmente seguro de cómo tratarlo. Por esta razón, hubo una considerable prueba y error involucrados. A veces filmamos algo y pensamos que fue genial; entonces lo veríamos en una proyección y nos daríamos cuenta de que simplemente no era creíble y que tendríamos que hacerlo de nuevo. Tuvimos problemas constantes, y bastante únicos, con los que lidiar. Sin embargo, todos colaboraron e hicieron un gran trabajo bajo gran presión la mayor parte del tiempo. Pero el placer de trabajar con un elenco de actores tan talentoso compensó con creces esas presiones.

Owen Roizman obtuvo una nominación al Oscar por su trabajo de cámara en The Exorcist, y también fue nominado por su trabajo en The French Connection, Network, Tootsie y Wyatt Earp. Por sus contribuciones al cine, recibió un Premio de la Academia de Honor en 2018.

Sven Nykvist DF de Ingmar Bergman

Sven Nykvist e Ingmar Bergman

American Cinematografíe

Articulo originalmente en AC, octubre de 1962.

Fotografiando las películas de Ingmar Bergman

Por Sven Nykvist

Al esforzarse por el realismo en su iluminación fotográfica, el camarógrafo de Bergman encuentra que las nuevas y rápidas emulsiones en blanco y negro son extremadamente útiles.

Una mañana de principios de verano de este año, un grupo de cineastas suecos se reunió en el Hotel Siljansborg, Dalecarlia, Suecia. El sol brillaba en la superficie del lago Siljan mientras nos demoramos con nuestro café en la terraza. En ese momento salimos de la terraza y nos reunimos en la sala del puente, que ahora se convirtió en una sala de sesiones para nuestra conferencia de producción cinematográfica.

Se reunieron el director de arte PA Lundgren y el gerente de producción Carlberg. Había un maquillador, Borje Lundh, y su esposa, la diseñadora de vestuario Marke Vos. Había un hombre de utilería, KA Bergman, y Katinka, la supervisora ​​de guiones. Y finalmente, el director y productor Ingmar Bergman y yo, el camarógrafo jefe. Katinka comenzó a leer la primera página del guión de El silencio de Ingmar Bergman, que habíamos reunido allí para discutir. No había leído mucho cuando se lanzó la primera pregunta a Bergman: ¿qué tipo de efecto había imaginado en este momento? ¿Cómo debería alcanzarlo?

No fue casualidad que nos hubiéramos reunido en esta parte de Suecia. Aquí estaban la naturaleza y las personas que aún conservan vívidos sus recuerdos de infancia para Bergman; De niño, había pasado todos sus veranos aquí en Dalecarlia. Y el paisaje también guardaba muchos recuerdos para el resto de nosotros. En la primera noche de nuestra visita, viajamos a Styggforsen, donde habíamos filmado The Virgin Spring en mayo de 1959. Las siguientes noches, visitamos el pequeño pueblo donde se rodaron las escenas muy largas en The Communicants durante los meses de otoño de 1961. (Esta característica, ahora completada, está programada para estrenarse en enero de 1963, probablemente con un título diferente). [La película fue lanzada en febrero de 1963, bajo el título Winter Light]

Pero volvamos al guión de Bergman. Nos llevó cuatro días cubrir completamente el guión, línea por línea. Solo una vez me he encontrado con una precisión y diligencia similares en la planificación previa de la producción y fue cuando trabajé con el director alemán Kurt Hoffman [ Blancanieves y los siete malabaristas, 1962 – Ed. ] Tal cuidado meticuloso podría interpretarse como formalismo y prodigalidad, pero ahorra muchísimo tiempo y dinero. Ingmar Bergman lo sabe por experiencia. En consonancia con su creciente posición como productor, exige más actividades de planificación que precedan a sus producciones. Y esta planificación cuidadosa y exigente también significa mucho para sus compañeros de trabajo. En lugar de ir abruptamente de una producción a otra, se nos da tiempo para aclimatarnos emergiendo sin prisa en la atmósfera muy especial que Ingmar Bergman construye para cada una de sus producciones.

Las discusiones colectivas, como las que tuvimos esa mañana en Dalecarlia, fueron seguidas naturalmente por conversaciones individuales de Bergman con los diversos miembros de su equipo. Se le pidió al director de arte que construyera una sala de prueba especial en el estudio; aquí el diseñador de vestuario probaría los diversos textiles que se usarán en la imagen. Se le pidió al hombre de maquillaje que comenzara una serie de pruebas de pantalla para determinar la idoneidad de ciertos personajes y estudiar los resultados de diferentes materiales de maquillaje. Y cuando regresé al estudio, comencé una serie de pruebas de emulsiones cinematográficas que consideramos necesarias para la fotografía de The Silence.

La historia

En esta producción, dos mujeres y un niño de 11 años llegan a una ciudad extranjera. Están deprimidos por un sentimiento de peligro inminente como en un sueño, y no pueden comunicar sus miedos porque no hablan ni entienden el idioma. Cuando Bergman me entregó el guión, me explicó el efecto de sueño que quería: “No debe haber ninguno de los viejos y tristes efectos de sueño, como las visiones enfocadas o disueltas. La película en sí debe tener el carácter de un sueño «.

Bergman cree que la fotografía tiene un alto contraste, por lo que mis preparativos para este efecto de sueño comenzaron con una serie de experimentos con diferentes tipos de emulsiones. Nos sorprendió descubrir el fuerte efecto granulado que obtuvimos de nuestros experimentos con Ektachrome Commercial de 16 mm ampliado hasta 35 mm en blanco y negro. También hicimos pruebas fotográficas con sonido ordinario que lo grababa y con emulsiones ortocromáticas, y todas estas pruebas incluyeron películas de varios fabricantes.

La conclusión alcanzada a través de las pruebas fue que cada uno de ellos y cada método de laboratorio empleado ofrecían algunas de las ventajas que buscábamos. Nuestra decisión final fue flmar con Eastman Double-X negativo y desarrollarlo a una gama más alta de lo normal.

Ingrid Thulin y Jörgen Lindström en El silencio (1963)

Gunnel Lindblom en la bañera para El silencio.

Una pasión por la luz

Cuando comencé a trabajar con Ingmar Bergman en La fuente de la doncella (1960), conocí a un director apasionado por la luz, una pasión por la luz y los efectos de luz similares a los de Alf Sjoberg, quien dirigió a Miss Julie. A veces me he preguntado si esta pasión no es el resultado de todos los años que han pasado como directores de escena. En el escenario tenían libertad ilimitada para desarrollar sus ideas sobre la iluminación, y creo que esto agudizó su instinto para los efectos de iluminación pictórica que ambos directores han mostrado en sus películas.

Mi propio récord como director de fotografía incluye unas 40 películas de largometraje, después de haber comenzado mi trabajo detrás de la cámara a la edad de 18 años. Cuando miro hacia atrás ahora en retrospectiva sobre todas las experiencias difíciles que he tenido al filmar 40 películas, a veces me encuentro horrorizado Recuerdo los puntos efectivamente iluminados y un enjambre de sombras dobles en las paredes del escenario. Veo retroiluminación innecesaria en el cabello de una mujer hermosa; y primeros planos grandes y exagerados, creados solo para crear una gran perspectiva dramática en la imagen. En resumen, lo que veo son imágenes con exceso de trabajo, imágenes hechas solo por el bien de la imagen.

La fuente de la doncella  (1960) de Bergman y Nykvist, su segunda colaboración después de Noche de circo (1953).

Ingmar Bergman y yo nos prometimos, cuando comenzamos con La fuente de la doncellas, que no habría efectos de belleza. «Aquí», razonamos, «tenemos una leyenda del siglo XI. Digámoslo de la forma más realista posible. Intentamos sinceramente esto, con todos los medios disponibles en ese momento, que fue antes del advenimiento de la película Double-X.

Después de este primer trabajo conjunto con Bergman, he conocido cada nueva producción como un desafío nuevo e interesante, una oportunidad para avanzar un paso adelante. El objetivo siempre ha sido el mismo: mantenerlo simple.

Detrás de un vidrio oscuro (1961). Nykvist (centro, usando vidrio de contraste) y el equipo en una toma.

Toma de Detrás de un vidrio oscuro (1961).

Cuando Detrás de un vidrio oscuro se filmó en la isla de Gotland en el Mar Báltico, viajamos diariamente entre los campamentos y la ubicación en la temprana luz gris nublada y notamos cuántos valores gráficos finos e impresionantes se podían ver, y eso cada vez que el sol atravesaba el cielo nublado momentáneamente, cómo mataba instantáneamente las muchas sombras delicadas de la luz, deteniendo el juego gráfico entre reflejos y sombras sutiles. El tono que buscábamos en esa producción era un tono de grafito: fotografía sin contrastes extremos.

La próxima vez, con Luz de invierno (1963], fuimos un paso más allá. Hicimos estudios de luz sistemáticos, ya que teníamos curiosidad sobre la verdadera sensibilidad del nuevo Eastman Double-X negativo, que prometía permitirnos lograr más y mejores gradaciones.

La historia se desarrolla entre el mediodía y las 3:00 PM en un típico día nórdico frío y nublado en noviembre, con aguanieve en el aire. La imagen estaba destinada a ser tan sin sombras como lo es realmente un día nublado. Recorrimos Dalecarlia, observamos unas 30 iglesias ubicadas alrededor del lago Siljan y fotografiamos cada una por dentro y por fuera. Finalmente elegimos la iglesia de Torsang. Luego dimos a esta iglesia un estudio intensivo durante la cantidad de días nublados que prevalecían en ese momento (septiembre de 1961) y observamos particularmente cómo la luz cambiaba dentro de la iglesia de una hora a otra.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fotografiamos con una cámara Leica los interiores en varios momentos del día a medida que el patrón de la luz viajaba a través de la vieja iglesia vacía. Las impresiones resultantes las pegué en mi copia del guión, y me fueron de inestimable ayuda más tarde cuando encendí el set del interior de la iglesia, construido en un estudio de sonido.

Ingrid Thulin en Luz de invierno (1963).

Para Detrás de un vidrio oscuro, 250 escenas, que representan una cuarta parte de la producción, debían filmarse en el crepúsculo nórdico de verano. Así que organizamos el trabajo de producción en el lugar de esta manera: el rodaje ordinario debía finalizar diariamente a las 3 p.m., momento en el que las escenas del crepúsculo se ensayaron durante tres horas, para que todos los involucrados, actores, camarógrafos y técnicos, estuvieran completamente informados. a lo que debían hacer durante el breve período de rodaje de 10 minutos que estaríamos disponibles en el crepúsculo. Así, trabajamos diariamente durante tres semanas para fotografiar escenas vitales durante el breve crepúsculo de las noches de verano suecas. Por lo general, pudimos hacer un promedio de tres tomas diferentes durante el período crepuscular de 10 minutos. Para Luz de inverno (1963), pudimos filmar durante períodos más largos, gracias a la película Double-X que ya estaba disponible para nosotros. Si hubiéramos tenido esta película cuando fotografiamos Detrás de un vidrio oscuro, podríamos haber evitado por completo las problemáticas sombras dobles que resultaban cada vez que un actor cruzaba un set. Ahora, con la película más rápida, podríamos lograr una iluminación verdadera y sin sombras con luz indirecta. Para esto, se construyeron marcos simples sobre los cuales se extendieron hojas de papel encerado pesado para difundir la luz. Al eliminar así toda la iluminación directa, creamos el aspecto natural sin sombras de un día frío y helado en noviembre.

Sven Nykvist (derecha) con la cámara Arriflex 35mm

Ingmar Bergman (izquierda)

Como la parte principal de esta historia tiene lugar en una iglesia, el interior de la iglesia fue construido en el estudio. Incluso el techo estaba incluido y tuvimos que depender completamente de la iluminación indirecta para la iluminación fotográfica del set. Cuando se rodaron las escenas finales en Dalecarlia, dentro de la iglesia real, me di cuenta de cuán sensible era realmente la nueva emulsión. El ambiente pictórico tuvo que seguir fielmente el oscurecimiento gradual del día afuera, y en una de las tomas la única luz artificial era de un enorme candelabro de siete brazos. Aumentar esto fue la luz de relleno de algunas lámparas de 500 vatios. Con esta iluminación, logramos una iluminación muy realista en la escena, simple y sin efectos.

Estoy agradecido con los guiones de Bergman de que su objetivo fotográfico siempre cambia con cada uno. No es posible que su camarógrafo modifique su técnica de iluminación de rutina ordinaria o filme producción tras producción de la misma manera. Todos los efectos fáciles deben ser sacrificados por la simplicidad que no molesta. Aunque la aclamación pública en la cinematografía a menudo se puede lograr mediante efectos instantáneos, es a la larga solo la verdadera luz lo que es interesante y por lo que me esfuerzo cada vez más en mi trabajo.

Se podría decir que el estudio de la verdadera luz natural tal como la encontramos en nuestra vida diaria es una pasión para mí. Por ejemplo, hay un pasillo largo y angosto fuera de la sala de proyección de nuestro estudio, cuyos extremos conducen a la intemperie. Mientras que a veces se espera que se proyecten los «diarios». Me siento y estudio cómo se extiende la luz del día en los pisos y las paredes. Tal realidad siempre nos rodea, brindando lecciones de técnica de iluminación si tenemos la paciencia y el tiempo para observarla.

¿Y quién no quiere, con películas nuevas y más rápidas constantemente disponibles para nosotros, que nos permiten lograr nuevos e interesantes resultados gráficos en la pantalla?

Nykvist operando una toma en Gritos y susurros (1972).

Fotograma Gritos y Susurros de I.Bergman

Nykvist fotografió numerosas películas para Bergman, que también incluyen Todas estas mujeres, La hora del lobo, La pasión de Anna y El huevo de la serpiente. El director de fotografía ganó su primer Premio de la Academia por su trabajo en su película Gritos y susurros (1972). Obtuvo su segundo Oscar a la Mejor Fotografía por Fanny y Alexander (1982), el último largometraje del director. En total, con más de 120 créditos a su nombre, Nykvist fue honrado con el ASC Lifetime Achievement Award en 1996.Tenía 83 años cuando murió en 2006.

Otello Martelli DF de «La dolce vita» de Federico Fellini (1960)

Marcello (Marcello Mastroianni) y Sylvia (Anita Ekberg), el objeto de su deseo, en La Dolce Vita (1960).  Libero Grandi

American Cinematographer

Abril de 2020 

Este artículo apareció originalmente en AC, abril de 1960.

Filmación de La Dolce Vita en blanco y negro y pantalla panorámica La producción filmada en Roma revela algunas técnicas interesantes empleadas por el cinematógrafo italiano Otello Martelli.

La Dolce Vita, la producción de pantalla panorámica dirigida en Italia por Federico Fellini, revela una técnica fotográfica tan estrechamente integrada con el tema de la historia que es casi imposible discutirlas por separado. El director de fotografía Otello Martelli, un antiguo colega de Fellini (los dos colaboraron previamente en las galardonadas producciones, La Strada y Le Notti Di Cabiria ), dirigió la fotografía de La Dolce Vita. Al renunciar a muchas de las reglas fotográficas establecidas, Martelli expresa en un tono clave todos los diversos personajes y eventos que tienen lugar en la película misma. Su elección de lentes a menudo también es única. Martelli usó lentes de enfoque largo de 75 mm, 100 mm y 150 mm para primeros planos en lugar del lente de 50 mm generalmente utilizado para hacer tomas similares en CinemaScope.

El director Fellini quería dar profundidad psicológica a la historia al desenfocar deliberadamente el centro y el fondo de muchas escenas, en lugar de utilizar el sistema de enfoque panorámico que habría revelado las escenas en profundidad. Además, al hacer panorámicas y fotos de viaje en primer plano, Fellini prefería los resultados de una lente de 75 mm, a pesar de que el director de fotografía Martelli estaba preocupado por alguna reacción del público que resultaría del efecto perturbador de las imágenes que prácticamente bailan ante los ojos de la pantalla. El resultado, sin embargo, resultó más satisfactorio.

Cuando hay tomas con diálogo entre dos actores (uno en CL y el otro en primer plano), la profundidad de campo es bastante limitada debido a las lentes de enfoque largas utilizadas; la operación de enfoque (durante el rodaje) tuvo que seguir a cada actor a su vez con mucho cuidado, desenfocando al actor que acababa de hablar y enfocando al otro. Un ejemplo es la escena de diálogo entre Steiner y Marcello en la casa de Steiner: la técnica subraya su aislamiento irremediable.

El fondo nebuloso en el que los actores interpretan la secuencia resalta aún más su soledad, su incapacidad para llegar a un terreno común. Al comentar esto, Martelli dijo: “El director Fellini le ha dado a la película un estilo individual al distorsionar deliberadamente a los personajes y sus alrededores, y también por sus figuras claras.

Un efecto notable es la belleza pictórica de las escenas del amanecer en La Dolce Vita. En lugar de marcar el comienzo, simbolizan un final. Aquí la fotografía, en distintos tonos de gris, es fría y sin emociones. Luego, cuando amanece, y Anita Ekberg y Marcello Mastroianni son vistos en la Fuente de Trevi, despiertan a la realidad.

El director Federico Fellini y su equipo, incluido el director de fotografía Otello Martelli, filman la famosa secuencia en la Fontana de Trevi en Roma::

El efecto del amanecer que sigue a la secuencia del «milagro», sombrío en su tono fotográfico, expone la desilusión y la miseria que ha superado a la multitud histérica que había esperado en vano durante la noche a que ocurriera el milagro. Más tarde, un efecto de amanecer cierra la escena final de una secuencia que representa una noche de disipación y orgías de personas decepcionadas. Aquí el fuerte contraste del gris contra las figuras bien definidas vestidas de blanco y negro sirven como tono clave para la composición de las escenas. Luego, cuando aparece una niña, que simboliza una última esperanza tentativa, la iluminación de la escena se vuelve un poco más brillante.

Muchos de los principales exteriores nocturnos cubrían grandes áreas. Para iluminarlos, se requería un equipo extenso. Para la secuencia del «milagro», 40 unidades de iluminación de 10,000 vatios, 30 de 5,000 vatios y siete unidades «brutas» proporcionaron la iluminación.

Foto de la escena nocturna para la secuencia del «milagro». La cámara del director de fotografía Otello Martelli está montada en el boom en el fondo derecho.

Una escena, que requirió una consideración especial por parte de Martelli, mostró a los técnicos de una estación de televisión fotografiando las diversas fases del milagro. Una tormenta eléctrica repentina hace que los proyectores exploten, y el humo resultante proporciona fuertes contrastes en blanco y negro, creando una atmósfera siniestra. Y para aumentar el efecto pictórico, la explosión de luces se dirigió hacia la cámara. Martelli, aprensivo por si este destello directo de luz hacia su cámara crea halos no deseados en el negativo, realizó varias pruebas exploratorias antes de filmar esta escena. El equipo de iluminación estacionario del equipo de televisión en la escena estaba regulado en cuanto a su incidencia en la lente de la cámara de Martelli, como un medio para evitar los halos. Las luces en movimiento en la escena, como las de los faros de los automóviles, etc., fueron tomadas directamente por la cámara y registradas en el negativo como resultado de halos horizontales.

Por el contrario, iluminar y fotografiar a la actriz Anouk Aimée fue más difícil debido a sus pequeños rasgos, que requerían el uso de una luz fuerte y plana.

Anouk Aimée (centro) como Maddalena.

Para esta imagen, a través de Veneto, el famoso bulevar de Roma, fue reproducido en el estudio, aunque algunos exteriores nocturnos fueron filmados a través de Veneto. Las últimas escenas se fotografiaron con el negativo rápido DuPont Superior 4, de modo que solo unas pocas lámparas ocultas entre los árboles que bordeaban el bulevar eran todo lo que se requería para amplificar la luz existente.

“Fellini prefiere marcos ilimitados, lo que invariablemente aumenta el problema de la iluminación. A veces, también, le gusta filmar una escena con la cámara una panorámica completa de 360 ​​grados. Trabajar con él en el set debe ser rápido, tener ideas progresivas y un don para la improvisación como el propio Fellini improvisa: cambiar el guión durante las tomas y pedir las técnicas más atrevidas para lograr los efectos deseados «.

Martelli dirige la colocación de la luz en Ekberg en uno de los muchos interiores de estudio preparados para la imagen.

Al comentar sobre su asociación con el director Fellini, Martelli dijo: «Por ejemplo, mientras filmaba escenas de la llegada de Sylvia al aeropuerto de Ciampino, Fellini pidió que la cámara fuera panorámica hacia el avión listo para el despegue y con el sol directamente detrás. Hice la toma, con su iluminación predominantemente retroiluminada, aprensivo de los resultados. Pero como sucede a menudo cuando Fellini sugiere alguna toma poco ortodoxa, salió sorprendentemente bien en la pantalla».

La filmación de esta imagen ocupó la mayor parte de cinco meses, de abril a septiembre, de los cuales dos meses se dedicaron a fotografiar los exteriores nocturnos. Más de 300,000 pies de DuPont Superior 2 y 4 negativos fueron expuestos para la imagen con una cámara Mitchell BNC equipada para fotografía panorámica de Totalscope. (La óptica de la cámara consta de lentes Cooke más la lente anamórfica Totalscope).

Para las tomas aéreas realizadas desde un helicóptero para la secuencia de apertura de la imagen, se utilizó una cámara Arriflex 35 con ópticas similares. Se tomaron más de 9,000 pies de negativo durante esta fase de la fotografía. El metraje negativo combinado se editó a aproximadamente 16,000 pies y la impresión final tiene un tiempo de proyección de tres horas.

La Dolce Vita ganó cuatro nominaciones en los Premios de la Academia de 1962, incluyendo Mejor director, Mejor guión original, Mejor decoración de conjunto de dirección de arte: blanco y negro, y una victoria para Piero Gherardi en el Mejor diseño de vestuario: Negro- y-categoría blanca.

Martelli murió a la edad de 97 años en 2000, sus otros créditos con Fellini incluyen: I Vitelloni, La strada, Il Bidone, Boccaccio ’70 y Le notti di Cabiria.

 

Hoyte Van Hoytema FSF NSC, DF de «007: Spectre» de Sam Mendes (2015)

SIEMPRE ES ESPECIAL CUANDO JAMES BOND VUELVE A LA GRAN PANTALLA. SPECTRE, LA PELÍCULA 24 EN LA FRANQUICIA DEL POPULAR 007, PRESENTA A DANIEL CRAIG EN SU CUARTA PRESENTACION COMO BOND, TOMANDO UNA CONFRONTACIÓN CON UN ANTIGUO ADVERSARIO, NO VISTO DESDE LOS DIAMANTES SON ETERNOS (1971).

A raíz del ataque de Raoul Silva contra el MI6 en Skyfall, un mensaje críptico pone en marcha una serie de eventos que obligan a Bond a enfrentarse cara a cara con la siniestra agencia criminal global Spectre (Ejecutivo Especial para Contrainteligencia, Terrorismo, Venganza, y extorsión). Mientras el jefe del MI6, Gareth Mallory, lucha contra las presiones políticas que amenazan el futuro del servicio secreto de inteligencia, Bond descubre que la única forma de desentrañar la red de conspiración es proteger a la inocente hija de su poderoso enemigo, y se sumerge en un camino aventurero. en Londres, México, Italia, Austria y Marruecos.

Christoph Waltz interpreta a Franz Oberhauser, el antagonista de 007, con Léa Seydoux y Monica Bellucci, las bellezas de Bond. Ralph Fiennes repite su papel como Mallory, el recién nombrado M, con Ben Whishaw como el intendente Q del MI6 y Naomie Harris como Eve Moneypenny.

Producida por Michael G. Wilson y Barbara Broccoli de Eon Productions, con un crédito de coproducción para Craig, Specter fue dirigida por Sam Mendes, su segunda película de James Bond después del éxito de taquilla Skyfall, que fue récord, y fue iluminada por Roger Deakins CBE BSC ASC.

Ron Prince se encontró con el cineasta holandés-sueco Hoyte van Hoytema, ex alumno de la Escuela Nacional de Cine Polaco en Lodz, y cuyos créditos incluyen Dejame entrar (Tomas Alfredson 2008), El ganador (Davd O. Russell 2010), El topo (Tomas Alfredson 2011), Ella (Spike Jonze 2013) e Interestelar ( Christopher Nolan 2014), para descubrir más sobre todo el curriculum de filmaciones

BC: ¿Cómo te llegó Spectre?

HvH: Fue más o menos a través de Sam. Aunque él y Roger tienen una gran relación y trabajaron juntos en Skyfall, Roger no pudo hacer la cinematografía en la próxima película de Bond. Claramente estaba en el radar de Sam. Por mi parte, recientemente había terminado Interestelar con Chris Nolan, y quería centrarme por un tiempo en películas más pequeñas. Te dedicas al 100% a un proyecto: lo vives, lo respiras, lo comes y luego necesitas despejarte. Tiene que dejar su sistema al final, para que pueda aceptar nuevos proyectos e ideas para esos nuevos proyectos. Pero cuando Sam Mendes llama para ofrecerte una película de James Bond 007, es obvio.

Fue muy emocionante, impresionante y aterrador al mismo tiempo. Siempre me ha encantado el trabajo de Sam. Tiene buen ojo para los detalles e incorpora una gran cinematografía en sus películas. Pero una producción de Bond se extiende por todo el mundo, y tienes que participar en una maquinaria inexorable, donde la película tiene una fecha de lanzamiento tan pronto como comienzas, y debes encontrar tu lenguaje visual dentro de eso.

BC: ¿Cuéntanos sobre tus conversaciones iniciales con Sam Mendes sobre el enfoque para disparar Spectre?

HvH: Nos conocimos en Nueva York e hicimos clic de inmediato. Nunca había conocido a Sam antes, pero desde el principio tuvimos una relación intuitiva. Estamos muy cerca del nivel del gusto, tenemos una comprensión común de cómo funcionan las imágenes y nos fue muy fácil comunicarnos. Sam estaba interesado en mi trabajo, creo que disfrutó de El topo y de ella, y debe haber una sensibilidad en estas y mis películas anteriores que quería para Spectre. Hablamos desde el principio sobre esta próxima entrega de Bond recuperando una especie de romanticismo, para ser más afectuoso y menos formal, sin dejar de ser genial. Tiene mucha acción, pero también algunos momentos humorísticos muy agradables. Hay una nueva intimidad con el propio James Bond que, durante sus misiones, es extremadamente motivado y centrado, como un cazador.

BC: ¿Viste otras películas de Bond?

HvH: Sí, por supuesto. Pero por mucho que seas fanboy y puedas inspirarte por ellos, te debes hacer tu propia versión, la que Sam y yo firmamos, y seguir adelante con la franquicia. Obviamente, hay una expectativa: un movimiento de Bond debe tener ciertos ingredientes, y dentro de esas reglas debes encontrar tus propias ideas. Spectre se vincula más con los Bonds de estilo antiguo, en lugar de los más recientes, pero tiene un conjunto de reglas más moderno del siglo XXI.

BC: ¿Qué investigación hiciste y qué referencias creativas consideraste?

HvH: Para mí, las imágenes fijas siempre son de gran ayuda para hacer referencias cruzadas con el director. Contienen un ambiente y una poesía que son puntos de referencia concretos y fijos para discutir. Siempre recojo muchas imágenes fijas durante la preproducción y las pruebas, las pongo en una pared y sigo agregando y quitando a medida que perfecciono el aspecto y encuentro mi lenguaje visual para una película. Para Spectre comencé a mirar la fotografía de moda, ya que tiene un estilo más libre y no formal, y una buena fotografía de moda de alta gama tiene esta calidad. También me gustaron especialmente varias imágenes realizadas por el fotógrafo estadounidense Philip-Lorca diCorcia. Tiene un enfoque nostálgico de la iluminación y sus imágenes son elegantes, atemporales y atmosféricas. Sus imágenes inspiran a los espectadores con una conciencia de la psicología y la emoción en una situación de la vida real. Son glamorosos y melancólicos. Mientras que Spectre se ve lejos de una foto de Philip-Lorca diCorcia, sentí que era bueno tener esto en la parte posterior de nuestras cabezas cuando estábamos filmando. Bond es un viaje, a través de la geografía, a través de estados de ánimo personales y atmósferas, y siempre fuimos conscientes de crear una sensibilidad muy particular a la luz en estas diferentes situaciones.

BC: ¿Debatiste lo digital versus la película para Spectre?

HvH: Tuvimos muchas discusiones sobre el formato de origen desde el principio. Probamos una película digital anamórfica de 35 mm e incluso IMAX. Obviamente Skyfall fue filmado en el ARRI Alexa, pero me encanta la película. Tiene exactamente el tipo de calidad romántica, textura y aura que quería infundir en Bond. Sam estaba muy entusiasmado y acogió mi sugerencia con los brazos abiertos. Los productores, Barbara y Michael, después de presentarles una serie de pruebas, también estaban entusiasmados. Así que elegimos rodar una película. Como cineastas, reconocieron las cualidades que la película puede aportar y que a veces carece de lo digital. Lo digital carece de profundidad y su aspecto nítido, cuadriculado y duro a menudo se confunde con la resolución. Hice todo lo posible para hacer esta película lo más exuberante y romántica posible, y la película fue la mejor opción.

«NUNCA HABÍA CONOCIDO A SAM ANTES, PERO DESDE EL PRINCIPIO TUVIMOS UNA RELACIÓN INTUITIVA. ESTAMOS MUY CERCA DE UN NIVEL DE SABOR, TENEMOS UNA COMPRENSIÓN COMÚN DE CÓMO FUNCIONAN LAS IMÁGENES». – HOYTE VAN HOYTEMA FSF NSC

BC: Cuéntanos sobre tu elección de lentes.

HvH: El cristal es algo muy personal, de película en película, con las diferentes texturas y cómo quieres trabajar con la caída y el aspecto general. En Interestelar, Panavision me ayudó con el crstal anamórfico de la serie C que realmente me gustó. Siempre están dispuestos a trabajar con usted y tienen ingenieros extremadamente buenos, personas creativas, perspicaces e inteligentes con usted a medida que avanza creativamente hacia nuevos proyectos. Entonces, con su ayuda, particularmente Dan Sasaki, su cerebro de ingeniería óptica, reutilicé esas lentes para Spectre. Intercambiaron varios elementos y perfeccionaron el crstal a lo que yo quería. Incluso crearon desde cero una nueva lente anamórfica T2.0 de 65 mm, basada en la arquitectura de la serie C, una distancia focal que Panavision nunca había tenido antes, y que se convirtió en uno de nuestros principales caballos de batalla. Sentí que el 75 mm tradicional carecía de la intimidad que quería en el trabajo de primer plano, mientras que el 65 mm es más íntimo y se ve muy bien. Dicho esto, es la pesadilla de un tirador de enfoque y Julian Buckn, nuestro asistente de cámara A, lo apodó «La Bestia». También dimos nombres a nuestras otras lentes de caballo de batalla personalizadas: las de 50 mm, que llamamos «The Bullet», y las de 40 mm que llamamos «The Chosen One».

BC: ¿Y qué hay de sus cámaras y películas?

HvH: Nuestra cámara de trabajo era la Panavision Millennium XL2, ya que se convierte fácilmente del modo estudio al modo portátil o al modo Steadicam. Seleccioné la película Kodak 500T y 250D Vision 3, ya que me gusta la textura y la dimensionalidad del grano de estas existencias. En México usamos 50D, ya que era tan brillante y soleado en las escenas de día exteriores. En un nivel práctico, no quería detener las lentes. Me encanta filmar con bajos niveles de luz, ya que es mucho más interesante para los actores entrar y trabajar en el espacio donde hay una atmósfera y hay menos lámparas en el piso. No creo que los niveles de luz altos o severos sean propicios para las actuaciones de los actores.

BC: ¿Qué nos puede decir acerca de sus opciones de iluminación?

HvH: Nunca antes había tenido configuraciones de iluminación tan grandes, y debo felicitar a mi jefe David Smith, quien fue mi héroe y guía para hacer que esas grandes configuraciones de iluminación funcionen sin problemas. Por ejemplo, para la secuencia de acrobacias nocturnas en The Thames, tuvimos 28 generadores distribuidos a lo largo de las orillas del río y siete cámaras que filmaron la segunda unidad. Cuando filmamos en el escenario 007 en Pinewood, teníamos un Translight de 360 ​​grados, y esa es una gran cantidad de luz que debe controlarse en un espacio tan grande. Implementamos muchos LED, luces de tubo y utilizamos Tungsteno en el escenario tanto como fue posible. En grandes configuraciones, Dave tenía las luces bajo control DMX, lo que me permitió atenuar la iluminación como quería. Y, por supuesto, tuvimos que encontrar intimidad dentro de todo esto, y Dave también me dio ese control para esos detalles con luces más pequeñas e íntimas, como el Creamsource y otros inventos LED caseros. La iluminación se suministró principalmente de Panalux.

BC: ¿Quiénes fueron y cómo trabajaron juntos?

HvH: Siempre quieres tener cooperadores dispuestos y creativos en cualquier proyecto, pero en una gran película como Spectre son absolutamente esenciales. Normalmente opero, pero esta producción fue a tal escala que sentí que necesitaba otros ojos agudos y buenos detrás de la cámara. Era muy dependiente de las personas que me rodeaban, y merecen mucho crédito por sus esfuerzos en todo momento. Dos héroes para mí fueron Dave, mi capataz, y mi operador de cámara A de la unidad principal, Lucas Bielan, que importamos de los EE. UU. Lucas es meticuloso, agregó la sensibilidad que quería y también agregó algo él mismo. Me ayudó a quitar el peso de mis hombros. Mi ayuda clave, Gary Hymns, un veterano de Bond, fue fantástico. Con su buen humor y energía, siempre me dio la sensación de que todo era posible. Me llevé muy bien con nuestro primer extractor de enfoque / CA Julian Bucknall. Como me encanta flmar de par en par, Julian enfrentó desafíos difíciles, porque prácticamente no hay profundidad focal en las ópticas que habíamos llamado The Beast, The Bullet y The Chosen One. Pero lidió con el estrés de una manera helada, y siempre tuvo sentido del humor.

Usamos Steadicam escasamente, ya que no era el idioma principal de esta película. Pero, cuando necesitábamos ese tipo de movimientos, Julian Morson demostró ser muy sensible. También es un gran operador de cámara, por lo que cuando se requirió una segunda cámara, fue fácil colocar a Julian allí y su material de cámara B se integró perfectamente con el material filmado por Lucas.

También tengo que alabar a la segunda unidad. Alexander Witt, el director de la segunda unidad, estaba muy bien organizado, y trabajó en estrecha colaboración con mi amigo de Suecia, Jallo Faber, quien hizo un hermoso trabajo como DF de la segunda unidad. Juntos prestaron gran atención a la iluminación, manteniéndola con buen gusto y con la iluminación adecuada.

BC: ¿Cómo moviste la cámara?

HvH: Además de usar múltiples cámaras en secuencias de acción, Spectre fue principalmente una sesión de una cámara, especialmente para escenas de conversación dramáticas. Me gusta que la cámara se mueva de manera funcional, con cierta integridad y decencia, sin motivación y nunca por el simple hecho de hacerlo. Realmente no me gusta cuando los movimientos de la cámara son obvios, y censuro activamente cualquier «jazz» que ocurra con la cámara. Más bien, prefiero un nivel de moderación, para crear tensión. Si gritas todo el tiempo, en algún momento el público se vuelve ajeno a lo que se dice. Entonces bajas la voz y la gente se mueve hacia el borde de sus asientos y escucha más. Y ese es mi acercamiento a las cámaras.

Utilizamos movimientos de plataforma lateral, e hicimos bastante trabajo manual motivados por los actores y sus emociones. La computadora de mano es muy emotiva y gratificante cuando se hace bien, y nos ayudó a acercarnos a la esencia íntima en muchas escenas.

Fue genial tener a Lucas. Su trabajo de mano es sensible, con un ritmo moderado y  movimientos muy suaves, que le dan a la imagen un romanticismo que realmente me gusta. Es como la fotografía de moda a la que hice referencia: suelta, personal e íntima.

BC: ¿Te preocupaba filmar en película?

HvH: Tenía más frustración que preocupación. Cuando la gente sigue diciendo: «La película está muriendo, la película está muriendo», ayuda a que muera. Pero la película es demasiado hermosa y demasiado buena para ignorarla. Con Spectre, el reinicio de Star Wars, Mission Impossible 5 y Los odiosos 8 de Quentin Tarantino, todos filmados en película, se recuerda a la gente que la película debe ser buena, y hay un nuevo positivismo para filmar en celuloide. Gracias también a Chris Nolan y sus esfuerzos de cabildeo, me gustaría pensar que todavía se mantendrá por un buen tiempo.

En cuanto a Spectre, teníamos dos laboratorios para elegir, y los probé a ambos. Ambos regresaron con excelentes resultados y hermosas impresiones. Al final elegí ir con i-Dailies. Por mucho que me hubiera gustado ver rápidamente copas de películas, el cambio fue tan rápido que los diarios escaneados fueron inmediatamente a la editorial y a los técnicos de efectos visuales. Así que vimos diarios HD. Además, como estábamos haciendo una calificación DI, no quería poner el negativo en ningún riesgo posible.

BC: ¿Cuánto tiempo tiene para la preparación y cuáles fueron las horas de trabajo?

HvH: trabajé en Spectre durante un año en total. Filmamos durante 128 días. La larga preproducción y preparación era muy necesaria, ya que hay muchas logísticas a considerar. Exploramos todos los lugares, sabíamos lo que queríamos obtener de ellos, y consideramos cómo sería el clima y el sol en cada uno. Además, con las películas Bond, los interiores casi siempre se filman en estudio, si bien esto le brinda un gran nivel de control, también significa que debe tener mucho cuidado para combinar la atmósfera y la iluminación de los exteriores con los interiores a menudo filmados con semanas de diferencia. Así que la larga preparación fue realmente útil. Trabajamos semanas de cinco días, pero eso se convirtió más bien en semanas de seis días para mí hacia el final de la producción. Como director de fotografía, nunca descansas realmente. Siempre miraba las tomas, miraba los próximos planes de iluminación, exploraba una ubicación o aconsejaba a la segunda unidad. Es intenso, pero trabajo como una máquina en estas ocasiones. Especialmente en Bond, es como un petrolero que se mueve sin descanso.

BC: ¿Tienes una escena favorita?

HvH: En una película de Bond caes de una atmósfera a otra. Para Spectre filmamos en lugares de Londres, los Alpes austríacos, Ciudad de México, Marruecos y el Vaticano en Roma, así como en los escenarios del estudio Pinewood. Cada uno de ellos es como mini películas en sí mismos, y fue agradable abordarlos de diferentes maneras y crear diferentes atmósferas. Aunque la película está repleta de imágenes generadas por computadora, nuestra filosofía era tratar de hacer todo lo que pudiéramos en la cámara. La gran escena más desafiante y, en última instancia, satisfactoria, fue una toma particularmente larga en México, donde construimos un enorme andamio justo en la parte trasera de un gran bloque de edificios para que pudiéramos rastrear un Technocrane para capturar una combinación especial de tomas de acrobacias. Se necesitaron dos meses para construir el andamio y obtener el conjunto de la plataforma, y ​​dudo si ha habido algo más grande en una película antes. Los desafíos que tuvimos que enfrentar serán claros para usted tan pronto como vea la película. Técnicamente, fue una locura mental, pero en última instancia muy gratificante. Sin embargo, también tengo algo para algunas de las escenas más pequeñas. Hay un momento en una habitación de hotel marroquí donde se trata de humor, melancolía e intimidad. Se volvió tan atmosférico y tierno en la película, que incluso a veces olvido que en realidad se filmó en un estudio en algún lugar en un campo frío, brumoso y empapado cerca de Slough, lo que es enormemente satisfactorio para un DF.

BC: ¿Qué nos puede decir sobre trabajar con el equipo de efectos visuales?

HvH: Estuve estrechamente involucrado con la anticipación de las tomas de efectos visuales, como la de México, y es bueno tenerlas bien pensadas y tener a todos en la misma página cuando llegue el día de la toma. Steve Begg, el supervisor de efectos visuales, otro veterano de Bond, siempre estuvo presente, asegurándose de que hicimos lo correcto para el equipo de efectos visuales. Fue claro en sus instrucciones, y fue muy útil para saber cuándo filmar la pantalla azul y lo que podía rotoscopio sin necesidad de azul. Peter Talbot hizo un gran trabajo al dirigir la fotografía VFX.

BC: ¿Hubo algún accidente feliz?

HvH: Sí, con el clima. Cuando estábamos en Marruecos, el rodaje se vio afectado por medio día debido a una tormenta de arena excelente. Pero el efecto fue afortunado, ya que dio una granularidad y emitió una neblina atmosférica de lo que tal vez no podríamos haber creado o imaginado.

BC: ¿Hiciste algo especial en el DI?

HvH: Hice el DI en CO3 con Greg Fisher, que es fantástico. Greg tiene un ojo muy agudo y sutil para los valores de color y contraste. También comprende las curvas emocionales a lo largo de la película. Su manejo del material original siempre fue con pasos suaves y con un gran respeto por las ideas originales y lo negativo. Luchamos duro para aprovechar 4K al máximo para mantener la mayor cantidad posible de la textura original y la nitidez de la película.

BC: ¿Cómo fue tu experiencia 007 Bond en general?

HvH: Es muy agradable colaborar con un autor como Sam, ya que quería hacer la mejor película posible. Fue un privilegio absoluto trabajar con Barbara y Michael. Tienen mucha experiencia y mucho amor por el tema y la franquicia, sin embargo, estaban completamente abiertos a nuestra aportación y muy valientes para seguir explorando y hacerlo emocionante. Qué maravilloso que apoyaran completamente la decisión de rodar una nueva película con 35 mm en Anamorphic. A veces, en lugares exóticos, Sam y yo sentimos que habíamos vuelto a casa. Spectre fue una experiencia muy hermosa que me cambió la vida y soy muy afortunado de haber estado en esta aventura.

EQUIPO DE RODAJE

ALEXANDER WITT – Director de Segunda Unidad / DF

Uno de los elementos clave de la cinematografía de segunda unidad es que las imágenes producidas estén en armonía con el lenguaje visual general de la película. Después de roles similares en Casino Royale y Skyfall, el director de la segunda unidad / DF Alexander Witt dice que la colaboración con Mendes y van Hoytema durante todo el año que pasó en la producción, a partir de julio de 2014, fue fundamental para el proceso.

El otro aspecto clave para la segunda unidad es la preparación. Lo que significaba que Witt trabajaba no solo con su equipo, incluido el confiable operador de cámara A Clive Jackson, sino también con el supervisor de SFX Chris Corbould en la secuencia de acrobacias / accidentes del avión en Austria, y el coordinador de acrobacias Gary Powell para la persecución en automóvil a alta velocidad por Roma.

«Probamos exhaustivamente para ambas secuencias en Longcross Studios», dice Witt. “Sabíamos que las tomas en Roma estarían presurizadas. Solo tuvimos una noche en cada lugar. Solo podía comenzar a encenderse a las 10pm de la noche, debido al tráfico. Y pasarían seis horas antes de que amaneciera y saliera la luz. Debido al trabajo que habíamos hecho antes del rodaje, teníamos una muy buena idea sobre cómo los autos deportivos y las cámaras resistirían los rigores de las calles empedradas y las escaleras de piedra en Roma, y ​​cómo fotografiar las acciones rápidas. Afortunadamente nos acompañó el amigo de Hoyte, Jallo Faber, para esta sesión, y me uní a la cuarta cámara, y funcionó muy bien».

GARY SPRATLING ASSOCIATE BSC ACO – Operador de cámara de segunda unidad.

«Es muy especial, emocionante y muy divertido trabajar en una película de James Bond. Es como una gran familia, desde el momento en que caminas en el set, por Barbara y Michael y el equipo de personas con las que les gusta trabajar”, dice Gary Spratling- Después de filmar la tercera cámara para el feroz polvo de Bond en el tren de Tánger, Spratling fue invitado por el director de la segunda unidad /DF Alexander Witt para filmar la persecución del río y la escena del accidente al final de la película, trabajando junto al operador de la cámara A de la segunda unidad Clive Jackson. Las secuencias de lanchas rápidas y helicópteros fueron filmadas en el Támesis durante la noche durante cinco fines de semana consecutivos, durante el verano de 2015, utilizando ARRI Alexa 65s. El accidente y la explosión del helicóptero se filmaron por separado en 35 mm en el escenario 007 en Pinewood, donde se había construido un set completo de puente de Westminster.

«No es que sepas que filmamos estas secuencias en diferentes momentos y ubicaciones y con diferentes cámaras», dice Spratling. «El diseño del set, las configuraciones de iluminación y el trabajo de efectos visuales fueron absolutamente perfectos y las tomas coinciden perfectamente en la película final».

STEVE BEGG – VFX (Supervisor de efectos visuales)

Las espectaculares secuencias de acción en Spectre ciertamente dejan al público emocionado y conmocionado. El supervisor de efectos visuales Steve Begg, cuyos créditos anteriores de Bond incluyen trabajar como artista de efectos digitales en Golden Eye, y como supervisor de efectos visuales tanto en Casino Royale como en Skyfall, trabajó a tiempo completo en Spectre durante más de un año, y dice que las tomas finales fueron entregadas para publicar solo una semana antes del estreno mundial de la película en el Reino Unido el 26 de octubre. Es entendible. Con más de 1.500 tomas de efectos visuales para administrar, dice, «Spectre era más grande, masivamente más grande que las películas anteriores de Bond». Casino Royale contenía 850 tomas de efectos visuales, con Skyfall de 1.100.

Los principales proveedores de efectos visuales coordinados por Begg en SPECTER fueron Cinesite, Double Negative, la sucursal de Industrial Light & Magic en el Reino Unido, MPC Canada y Peerless. La tienda de efectos visuales de Londres Bluebolt manejó varios trabajos cosméticos.

Begg trabajó estrechamente con la producción a diario. “Realmente disfruté juntando mi cabeza con Hoyte, su equipo de cámara, así como con Sam, durante toda la producción. Hoyte y yo desarrollamos un profundo respeto mutuo, y este nivel de cooperación, en torno a cosas como los movimientos de la cámara, el uso de la pantalla azul o verde y la atmósfera, como el humo, definitivamente nos facilitó las cosas el uno al otro y a nuestros respectivos equipos».

CLIVE JACKSON GBCT ACO – Operador de Cámara A de Segunda Unidad

Clive Jackson disparando en los nevados lopes en Austria

Mientras que el trabajo principal es capturar la acción, operar la cámara A en la segunda unidad, especialmente en un horario implacable como Spectre, exige una capacidad de resolución de problemas.

Colaborador habitual del director de la segunda unidad, Alexander Witt, Clive Jackson trabajó en Spectre durante cinco meses. “Durante la secuencia del accidente aéreo en Austria, debido al horario y al clima, nos encontramos trabajando en la secuencia en ubicaciones separadas en diferentes lados del país. El clima fue un desafío importante, ya que el primer metraje que grabamos estaba bajo un cielo nublado, pero luego salió la luz del sol. Así que tuvimos que trazar un nuevo cronograma de filmación para varias cámaras, y terminamos filmando por las mañanas y las tardes para que la iluminación coincidiera. Normalmente hay que esperar a que salga el sol, pero tuvimos lo contrario y tuvimos que esperar a condiciones más sombrías».

Como la producción tuvo que filmar la persecución del automóvil a un horario muy apretado en Roma, se realizaron pruebas y preparación meticulosas en Longcross Studios. “Realmente teníamos que estar en la cima de nuestro juego. Cuando filmamos de verdad en las calles de la ciudad, y a lo largo de las orillas del río Tíber, teníamos un juego de lentes, plataformas y monturas rígidas, además de pares de automóviles premontados, así que estábamos absolutamente listos para … ir sin perder el tiempo», agrega.

BRITISCH CINEMATOGRAPHER

Mark Patten DF de la serie “TABOO” de Kristoffer Nyholm y Anders Engström

¿CÓMO TRANSMITIR EL ALBOROTO INTERIOR DE UN AVENTURERO DEL SIGLO XIX, MIENTRAS SIMPLEMENTE APAGANDO SUS MOVIMIENTOS A TRAVÉS DE LAS CALLES Y LAS HABITACIONES SUMOSAS DE LA REGENCIA LONDRES?

Este fue el desafío para Mark Patten, director de fotografía en Taboo, una importante serie dramática de la BBC protagonizada por Tom Hardy. La serie también es producida de manera ejecutiva por Hardy, junto con Ridley Scott y Steven Knight.

Taboo se desarrolla a principios del siglo XIX, cuando James Keziah Delaney (Hardy) regresa a Londres en 1814 después de diez años en África, para descubrir que su padre le ha dejado un misterioso legado. Delaney se encuentra en un enfrentamiento contra East India Company, mientras juega un juego peligroso entre dos naciones en guerra, Gran Bretaña y América. Anders Engström y Kristoffer Nyholm dirigieron cada uno cuatro de la serie de ocho episodios, producida por Hardy, Son & Baker y Scott Free Productions.

Patten (DF Blood Orange, segunda unidad de DF en The Martian and Exodus: Gods And Kings) tiene un previo con Scott Free. Él dice que su participación surgió de la parte posterior de su trabajo cinematográfico en Morgan, un horror de ciencia ficción británico-estadounidense, que marcó el debut como director de Luke Scott.

«Hubo tres rondas de entrevistas», dice Patten. “Después del segundo, tuve la oportunidad de leer el guión, escrito por Stephen Knight. Fue realmente interesante. Su escritura es muy inmersiva, muy fuerte y visceral. Realmente te atrapa”.

Una vez que consiguió el trabajo, Patten comenzó a implementar toda la estética visual necesaria para contar la historia. La investigación comenzó con un viaje a la galería de arte con el director Kristoffer Nyholm. JMW Turner se convirtió en una influencia en el aspecto romántico y brumoso de Londres, mientras que Caravaggio y Goya intervinieron con la mente atormentada del protagonista de Taboo.

«Es un hombre embrujado», observa el director de fotografía. «Es perseguido por su pasado y, posteriormente, sus acciones han sacado a la luz demonios, que están muy dentro de él. Definitivamente se basa en los tonos oscuros de los principales artistas del lienzo».

Este fue el primer proyecto de miniserie que la compañía de Tom Hardy había producido, por lo que comandaba cierta gravedad, afirma Patten. «Definitivamente estábamos buscando una producción a mayor escala, en lugar de un proyecto de presupuesto de bajo nivel».

Para recrear el Londres de 1814, se construyó un set en vivo en un antiguo fuerte del Patrimonio Nacional en Tilbury en Essex.

«Todos los activos del ladrillo, el primer plano, la arquitectura real, estaban en su lugar», dice Patten. “Entonces, la casa de efectos visuales BlueBolt hizo un trabajo increíble al incorporar esos activos, para que pareciera Londres en este tiempo sucio y miserable. La supervisora ​​de efectos visuales Angela Barson y varios asistentes estuvieron en el set durante todo el proceso, por lo que siempre podíamos apoyarnos en ellos a diario para recibir asesoramiento”.

Charlestown en Cornwall se utilizó para filmar algunas de las escenas del mar y el trabajo en barco, mientras que el equipo de localización encontró interiores y exteriores georgianos existentes para filmar en Londres y sus alrededores.

La iluminación también fue clave para el aspecto del período, un momento en que la iluminación de gas acababa de ser introducida.

«Todo está iluminado de forma natural a través de las ventanas, por lo que utilizamos grandes fuentes que perforan las ventanas para el interior del día», dice Patten. “Brandon Evans y su equipo juntaron ocho luces, nueve luces y cuarto Wendys para el trabajo nocturno, proporcionando un ambiente general o luz de luna. Estábamos usando la luz de las velas tanto como sea posible para esos interiores, lo tendría junto a mi cámara para dar textura a la piel «.

«NO PIENSO QUE EL TABÚ QUIERE SER OTRO OTRO DRAMA DE PERÍODO DE LA BBC. ESPERO QUE NARRATIVAMENTE, VISUALMENTE Y ESTILÍSTICAMENTE, SERÁ ALGO DIFERENTE». – MARK PATTEN

Taboo usó un paquete de dos cámaras para la unidad principal, filmando digitalmente en 16: 9 en ARRI Alexa, modificado por Panavision para llevar sus lentes esféricas Panavision Primo.

«Los Primos se han utilizado en el cine desde los años 70», explica Patten. «Acaban de tener una apariencia que eleva la imagen a algo más de lo que todos llaman» TV «.

«La Alexa es increíble», continúa. “Mi DIT, Luis Reggiardo, con quien me conecté con Morgan, fue fundamental para determinar el flujo de trabajo en el día a día. Me gusta vivir el grado en el set. Todos se acostumbran a ver qué tan oscuros podemos ir”.

Por supuesto, la producción es un esfuerzo de colaboración y Patten dice: “Olly Robinson, la primera AD, sin la que no podría haber hecho el programa, realmente ayudó a unir a los equipos. Creo que todos los jefes de departamento, Sonja Klaus, la diseñadora de producción, Joanna Eatwell, la diseñadora de vestuario, mi jefe de brigadas Brandon Evans y el operador de cámara Chris Bain, y todos los técnicos de primera línea, todos prestaron su valía para tener éxito e impulsar un proyecto. de esta escala hasta el final».

Con los dos directores escandinavos al timón, la ética de trabajo era solo una sólida realización cinematográfica, según Patten. Sin embargo, Hardy supervisó gran parte de la producción.

«Tenía la última palabra sobre cómo sería la apariencia», dice Patten. “Tim Bricknell, el productor, también fue instrumental en esas conversaciones, ya que guió a todos los jefes de departamento a un punto final».

“El colorista Adam Glasman en Goldcrest estaba constantemente alimentando imágenes por goteo, y luego se encargó de ofrecer un festín visual realmente suntuoso. Creo que la colaboración en el set con el DIT, y luego más adelante con su colorista, es un triángulo muy fuerte”.

La producción y el diseño del vestuario también fueron clave en términos visuales. «Los sets de Sonja son tan suntuosos», dice Patten. “Literalmente estaban goteando tierra o la riqueza del Príncipe Regente o la decadencia de la casa de Delaney. Los trajes de Joanna adquirieron un tono muy oscuro, con marrones oscuros, morenos y negros, pero dentro del hilo, dentro del tejido de esas prendas, se obtiene un toque de color».

Patten tenía la intención de capturar toda esta riqueza en descomposición. “Estaba intentando complementar el set, el diseño de producción, el diseño del vestuario y el maquillaje. Es la suma de toda nuestra colaboración lo que termina en la pantalla».

La idea de que la cámara siempre estaría sobre el hombro de James Delaney, o ver el mundo detrás de él, llevó a muchas decisiones en el set.

«Obviamente, hay un par de movimientos de grúa y Steadicam en algunas partes, pero obtener esta estética general solo se presta a la fotografía sólida», dice Patten. «La única otra herramienta con la que jugué, para tratar de entrar en el ojo mental de Hardy y cómo veía a su personaje Delaney, era una lente de enfoque de cambio de plástico realmente barata. Lo puse en una DSLR vieja y lo mantuve siempre a mi lado, por lo que, si alguna vez pudiera verlo, o un conjunto que llamara mi atención, lo sacaría y comenzaría a usarlo».

Este enfoque se usó en muchas escenas «demonizadas» de Delaney, donde recuerda los horrores que ha cometido en el continente africano.

“Me dieron un control visual completo sobre el proyecto, por lo que también puedes empujar esos límites para ver qué puedes obtener. No creo que Taboo quisiera ser solo otro drama de la BBC. Esperemos que no sea así. Espero que narrativa, visual y estilísticamente sea algo diferente».

BRITISCH CINEMATOGRAPHER

Marcelo Levintman (ADF), DF de “Recreo” de Jazmín Stuart y Hernán (2018)

Recreo fue rodada en un campo en Capilla del Señor.

Escrita y dirigida por Jazmín Stuart y Hernán Guerschuny fue protagonizada por la misma Jazmín, Carla Peterson, Juan Minujín, Fernán Mirás, Martín Slipak y Pilar Gamboa.

Jazmín Stuart y Pilar Gamboa. Fotograma de “Recreo” (2018).

El set de “Recreo” (2018), producida por HC Films, Benteveo y Chinita Films.

 

El equipo de cámara fue provisto por HD Argentina y constó de una Alexa Mini, un set de cooke S4 y un Alura 18-80. Fue grabada en 3.2K Apple prores 4:4:4:4 XQ con una relación de aspecto 16:9 pero encuadrando para el 1:2.40 con el que se proyectó.

El equipo de luces y grip provino de Ajaf.

El trabajo de postproducción de imagen fue realizado en HD Argentina y algunos efectos se hicieron en Full Dimensional.

Francis Farrell, Camila Lucarella y Marcelo Lavintman (ADF) en el set de “Recreo” (2018).

 

Sinopsis

Tres parejas con sus hijos. Un fin de semana largo en el campo. El reencuentro entre amigos, el disfrute y las risas son el punto de partida de una convivencia en la que pronto aparecerán antiguos conflictos, secretos ocultos, cruces inesperados.
Como una radiografía de los 40 años, “Recreo” profundiza en la dualidad de la vida familiar, la fantasía de volver a la adolescencia, las cuentas pendientes, la contradictoria vida burguesa, y el tiempo que se escapa. Una historia coral situada en un contexto poco habitual: un campo sobrevolado por globos aerostáticos, alterado por la misteriosa muerte de un perro y regado por litros de buen vino tinto. Una comedia ácida sobre sexo, pañales y rock and roll.

FICHA TÉCNICA RECREO (2018) Comedia Dramática
DIRECTOR: Jazmín Stuart, Hernán Guerschuny
VARIOS: Ramon Cruz, Agustín Bello Ghiorzi, Zoe Levinson, Ambar Rodríguez
PROTAGONISTAS: Carla Peterson, Juan Minujín, Fernán Mirás, Jazmín Stuart, Martín Slipak, Pilar Gamboa

DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Marcelo Lavintman, Aili Chen
MÚSICA: Juan Blas Caballero
PRODUCTOR: Pablo Udeño, Hernan Guerschuny, Matías Levinson, Pamela Livia Delgado, Horacio Sereno
VARIOS: Pablo Udenio, Pamela Livia Delgado, Matías Levinson, Nestor Burgos, Agostina Bryk, Maximiliano Pérez
ASISTENTE DE DIRECCIÓN: Fernanda Delpino
SONIDO: Emiliano Biaiñ
GUIÓN: Jazmín Stuart, Hernán Guerschuny
MONTAJE: Agustín Rolandelli
CASA PRODUCTORA: HC Films SRL, Benteveo Producciones SA, Chinita Films SRL
EQUIPO DE ILUMINACIÓN Y CÁMARA

Director de Fotografía y Cámara: Marcelo Lavintman (ADF)

Foquista y Operadora 2da cámara: Camila Lucarella
2do Asistente de Cámara: Francis Farrell
Técnico HD: Lucas Nadin
Video Assist: Clara Ripoll
Refuerzo foquista 1ra cámara: Julia Buratovich
Refuerzo foquista 2da cámara: Maximiliano Villavedra

Key Grip: Jose “Jocha” Palacios
Grip: Juan Pablo Guevara

Gaffer: Juan Manuel Tizon
Jefe de Reflectorista: Marcelo Montenegro
Reflectorista: Leandro Rocha
Refuerzo de reflectorista: Ezequiel Lopez Iglesias, Santiago Jalile, Martín Poleri, Carlos Sosa

VESTUARIO: María Teresa Riveras

Revista ADF