Ser un guionista implica tomar riesgos, que pueden salir bien o mal. Cuando uno escribe, y en especial para televisión, las modificaciones por las que va pasando la trama y las transformaciones que deben afrontar los personajes son muchas y variadas. Uno debe lidiar día a día con infinidad de inconvenientes que se van presentando y que afectan el normal desarrollo de la historia. Actores que se van de gira y deben desaparecer por un tiempo, mediciones que no son las esperadas por parte de la productora y el canal, problemas contractuales, necesidad de cambios en los lineamientos generales de la historia y otros tipos de problemas, son los que en alguna medida, nos obligan a tomar riesgos, a enfrentarnos al dilema de si voy por acá o voy por allá. Esta urgencia en solucionar los los problemas hace que muchas veces erramos el camino y nos desviamos hacia terrenos pantanosos que terminan por embarrar la idea principal y pueden llevar al espectador al desconcierto o al aburrimiento por medio de la reiteración de situaciones.
Un caso para destacar es el que se esta dando ahora con la tira diaria «Solamente vos» de la productora Polka. Hasta un poco antes de mitad de año la novela venía fantástica, esa relación idílica entre Juan Cousteau (Adrián Suar) y Aurora Andrés (Natalia Oreiro), era lo que mantenía el interés del espectador, había «sex apped», tensión sexual no resuelta. Fórmula garantizada para el éxito. Pero, por esas cosas que implican tomar decisiones, muchas veces a las apuradas, se optó por la idea de que Aurora deje plantado a su novio Félix (Juan Minujín) en el altar el día de su boda y se vaya con Juan a pasar un ardiente fin de semana en una cabaña en el el Tigre. Fin de todo. La situación dramática que mantenía el interés del espectador se acabó. Juan y Aurora ya no podía coquetear más, habían cruzado la delgada línea de lo imposible, ya no gozaban más el sabor de lo prohibido. Ahora la historia pedía ir para otro lado. Un riesgo enorme. Cambiar drásticamente algo que venía funcionado muy bien no tenía muchas opciones. Y ahí vino el desbarajuste, la historia entró en un sin fin de idas y vueltas y en una serie de reiteraciones que lo único que hicieron fue lograr mantenerla en el tiempo y en un rating similar. Nuevos personajes, nuevas sub. tramas se fueron sumando sin aportar demasiado y sin poder llenar el vacío que se dejó cuando Juan y Aurora rompieron el pacto de amarse en secreto.
Como vemos tomar decisiones no es fácil, los guionista de la serie Mario Segade, Marta Betoldi, Daniel Cúparo, Lily Ann Martin y sus colaboradores, excelentes todos, seguramente vieron que mantener esa tensión sexual, ese amor prohibido durante una temporada tampoco iba a ser sostenible y optaron por el camino de blanquear la situación. No siempre las cosas salen como uno lo espera o lo imagina.
Igualmente la tira sigue manteniendo un alto rating y eso es muy bueno, porque significa que a pesar de las adversidades y de haber errado en las decisiones, el espíritu y la frescura original se mantienen intactos.
Para cerrar les digo que se animen, que tomen decisiones y asuman los riesgos, aunque sean equivocados, eso significa que están vivos y que tienen todavía innata la capacidad de crear historias y personajes.