La luz, materia prima de los Directores de Fotografía

Lic. Hector J. Fontanellas

Los textos de física dicen: “la luz, en la vida cotidiana, es el principal factor para nuestras relaciones con el exterior”.

Casi todos nuestros conocimientos los hemos adquirido por medio de la luz. Por la luz, los objetos son bellos, atractivos y deseables. Y son los pintores y los fotógrafos  quienes utilizan la luz como materia prima. Ambos comparten la preocupación de su incidencia sobre el motivo, de cómo modela los objetos, como les da o les quita la forma, y la capturan: el pintor en una tela, una pared, un trozo de madera; el fotógrafo en un papel, una película, una cinta magnética, un disco compacto. En ambos casos intentan dejar una imagen para la posteridad.

Pintores y fotógrafos generan un arte bidimensional y sus esfuerzos estarán destinados a alterar el estado de ánimo y la percepción de la historia de los espectadores tratando de convencerlos que están viendo una obra tridimensional. Para ello, combinan los colores, las densidades, los trazos más o menos definidos, los planos, los encuadres, la perspectiva renacentista, el vestuario, la escenografía. El pintor lo hace con pinturas y pinceles. El fotógrafo con una cámara, una óptica, un material sensible, un exposimetro, filtros, y algunos equipos de efectos.

El pintor holandés Rembrandt (1) (1606 -1669), a la hora de pintar un retrato, les enseñaba a sus discípulos:

«Que una sombra abajo de la nariz comienza en forma nítida y termina en forma difusa. Que hay que aplicar una leve pincelada de rojo en la parte más iluminada de las ventanas de la nariz para sugerir la transparencia de la piel. Que la pintura más clara de las zonas iluminadas debe ser tratada en dirección a la luz».

«Que la sombra de una nariz comienza con un tono oscuro y luego se vuelve más clara. Que el énfasis del párpado se refleja en la cuenca. Que el globo del ojo necesita una chispa».

 

«Y que las lágrimas en el párpado inferior se sugieren con una línea blanca. Que el globo del ojo arroja una sombra sobre la piel y que debe aplicarse un toque de luz en la zona mas oscura del rostro para reflejar una fuente de luz invisible y proporcionar un espacio perspectivo».

Por este texto podríamos decir que el maestro Rembrandt no sólo enseñaba a pintar sino también a iluminar. Con él, un fotógrafo aprendería a establecer un contraste de luz sobre el rostro del personaje (diferencia luz/sombra) que más tarde los fotógrafos denominaran contraste o ratio. La existencia de una luz principal (key light) que dará apertura al diseño; y una luz menor (filling light) que iluminará la otra porción del rostro. Que poniendo una luz desde cámara se tendrá brillantez en los ojos del personaje. Que la presencia de una luz no diegetica, que ilumina la parte en sombra del rostro, formará el famoso triangulo de luz que buscan tan afanosamente los fotógrafos, tal vez con el mismo objetivo de Rembrandt: armonía, belleza y espacio perspectivo.

Que la obra de los pintores, cualquiera sea su época y estilo, es una fuente de inspiración estética-técnica muy importante para los fotógrafos, nadie lo discute. Es la materia prima, el comienzo del conocimiento estético. Lo podemos ver en muchos filmes, no solo en aquellos en donde se cuenta la historia de algún pintor, por ejemplo: Picasso, Goya, Van Gogh, Caravaggio, etc.; sino también en filmes en donde los Directores y Directores de Fotografía utilizan el criterio estético de algún pintor para resolver la luz de alguna secuencia, o de toda la película, por ejemplo: «Todas las mañanas del mundo» de Alain Corneau,  «Belle époque» de Fernando Trueba, etc.

Sobre el tema anterior, pienso que los docentes que enseñan fotografía deberían orientar a los alumnos para que abreven en esas fuentes: estudiar, en general, la historia de la pintura para ver la composición, la luz, los colores, la ambientación; y a los clásicos en particular: Rembrandt, Caravaggio, Vermeer, George de la Tour, Goya,  Van Gogh, Velásquez, los Impresionistas.

Con la luz, el director de fotografía guía los ojos de los espectadores hacia aquellos puntos que considera de máximo interés.  Puede afear o embellecer un rostro. Puede instalarlos en una atmósfera de tensión, de sufrimiento, o puede darles una sensación de espacio abierto, de alegría, de naturalidad.

El director de fotografía sueco Sven Nykvist (2), con respecto al uso de la luz, dice: «La luz amable, peligrosa, ensoñadora, muerta, viva, clara, luminosa, caliente, violenta, desunida, repentina, oscura, primaveral, en caída, recta sesgada, sensual, sojuzgada, limitada, venenosa, calmada, pálida. La luz amable es la que puedes utilizar si estás fotografiando a una mujer y quieres que se vea muy suave y hermosa, pero una luz ensoñadora también es muy suave, y prefiero conseguir este efecto con la propia luz más que con filtros de bajo contraste. La luz viva tiene más contraste y vitalidad, mientras que la luz muerta es muy plana y sin sombras. La luz clara da más contraste, pero no excesivo. Una luz brumosa puede necesitar del uso de humo artificial, mientras que una luz violenta es más contrastada que una viva. Una luz primaveral es un poco más cálida. La luz en caída es cuando el ángulo es muy bajo y consigues sombras más alarga-das. La luz sensual es para las escenas de amor. Son estas sutiles diferencias las que influyen en cómo la audiencia percibe y reacciona ante las imágenes en la pantalla». Todo un manual de enseñanza.

En un proyecto audiovisual, ¿puede un director de fotografía crear una buena imagen si las locaciones no son las adecuadas?. Cuando desde producción se le comunica al director de la película que las locaciones previstas -de exterior o de interior- no se han conseguido, le generan una situación de difícil resolución, especialmente si dichos cambios son a última momento. Para él puede significar un cambio en el lenguaje de esa escena: otros encuadres y angulaciones, otros movimientos de cámara. Para el director de fotografía significará otra puesta de luces, otra coloratura en función a la tonalidad de las paredes, distintas reflexiones de luz, distintos brillos. La improvisación generará más estrés, más tiempo, más costo para la producción, y tal vez una imagen de menor calidad estética, o diferente, a la pensada.

Como decía un antiguo fotógrafo, el lugar adecuado hará que la fotografía venga sola. Al respecto es interesante lo que opina el director de fotografía italiano Vittorio Storaro (3): «Cuando estábamos preparando el – Último tango en París – (Bernardo Bertolucci 1972) la primera idea  fotográfica vino en el periodo de las locaciones paseando por París con Bernardo. La luz era tan tenue que la ciudad tenía encendida toda la luz artificial,  y el asunto de tener un tipo de luz natural de bajísima intensidad y con un tipo de longitud de onda bastante precisa que la hacía totalmente fría, en contraste con la luz artificial de tungsteno que está siempre encendida creaba un tipo de choque-encuentro entre dos diferentes energías, entre dos diferentes longitudes de onda, entre dos diferentes colores. Utilicé el naranja. Una vez más, la idea me vino de su peculiar longitud de onda o energía; la intensidad de esa longitud de onda me sugería la pasión. Empezamos a pintar de naranja el apartamento vacío; utilizamos el sol invernal, que se mantiene muy bajo a lo largo del día. La luz del sol nos dio tonos de piel más cálidos. Era el color de la pasión, de la emoción». 

A la hora de aceptar hacer la fotografía de una película el director  de fotografía se está comprometiendo a lograr un resultado fotográfico que aporte y refuerce el contenido temático, por  lo tanto su formación técnica y cultura será importante. Sin embargo, no es el único responsable de la imagen, su equipo deberá trabajar mancomunadamente con el área arte. La imagen final será el resultado de ese encuentro o desencuentro de ambas áreas. La luz más la cámara, las locaciones, el vestuario,  la escenografía, la utilería, peinados y el maquillaje deberían dar el «clima» necesario para esa película. Hay muchos ejemplos al respecto.  Menciono el siguiente porque es un trabajo que admiro: la película «Novecento» de Bernardo Bertolucci (1975). Su director de fotografía, Vittorio Storaro, ex-presaba lo siguiente a su entrevistador: «De la lectura del guión surgió la idea guía de Novecento: las cuatro estaciones climáticas en relación a los cuatro momentos de la vida: infancia, adolescencia, madurez y vejez. Paralelamente, intentamos encontrar cuatro símbolos que en el plano fotográfico pudieran de alguna manera contar la historia de Novecento: posguerra, el pre-fascismo, el fascismo y la liberación. El uso de la luz natural, todavía fundamental en el inicio de la película evoluciona mano a mano con el uso de lámparas a aceite, petróleo, gas y electricidad».

Otro tema importante para el Director de Fotografía, a la hora de encarar la fotografía de una película, es la tecnología a utilizar. Hoy dispone de muchas alternativas: fílmico, video, y la interacción entre ellos. En nuestro país, casi siempre el presupuesto con que cuenta el director para hacer una película determinará la tecnología a utilizar. En el caso específico de las escuelas de cine que dependen de un estado, cualquiera sea, cuenta con un equipamiento escaso y que va por detrás de las nuevas tecno-logías.  Como dice el Prof. Adelqui Camusso (5): «El director de fotografía deberá caminar por el filo de una cornisa. Para auxiliarlo llegan sus conocimientos de fotometría, sensitometría, óptica, colorimetría». Estas disciplinas, junto a los conocimientos estéticos y a la propia experiencia, en una interacción dinámica le proporcionarán una mayor seguridad en esa búsqueda. Eso sí, nunca arriando las banderas de la calidad de imagen.

Para terminar estas breves reflexiones, recurro nuevamente a las palabras, que comparto, del maestro sueco Sven Nykvist (6) al responder a la pregunta acerca de sus principios como fotógrafo. Dice: «Mi vida como director de fotografía se puede resumir en un puñado de principios, que la han definido: ser fiel al guión, ser leal al director,  ser capaz de adaptarse, y cambiar de estilo. Aprender sencillez. Y también agregaría que un Director de Fotografía debe dirigir, al menos, un largometraje propio para compren-der el conjunto del proceso creativo de la cinematografía”.

(1) «Rembrandt» – Documental de Visual Ediciones 1991.(2) «Directores de Fotografía-Cine» de Peter Ettedgui – Océano Grupo Editorial SA 1999. (3) «El almacén de la luz» de Stefano Consiglio y Fabio Ferzetti –Edisica 1985. (4) «Maestros de la luz» de Dennis Schaefer y Larry Salvato – Plot Edi-ciones SA 1998. (5) Director de fotografía – Docente de Fotografía Cinematográfica del Depto. de Cine y TV de la UNC – Década del 70. (6) «Directores de Fotografía-Cine» de Peter Ettedgui – Océano Grupo Editorial SA 1999. Images: pintura de Rembrandt

Héctor J. Fontanellas

El rol del Director de Fotografía en un proyecto audiovisual

Lic. Hector J. Fontanellas

Para el cine actual, la imagen forma con el filme una unidad indisoluble. Una imagen que sea incompatible con la propuesta fílmica, frustra tal vez una película  que pudo ser lograda. Una imagen excelente no rescata una mala película.

Debido a los altos costos de producción para la realización de una película en nuestro país, el trabajo de todos los profesionales que participan debe ser muy riguroso ya que cuentan con escasos medios y por lo tanto con un bajo porcentaje de error.

En el caso del Director de Fotografía, debe caminar por el filo de una cornisa, tratando de aunar los distintos elementos que influyen en la formación de una imagen cinematográfica, de allí la importancia de la sensitometría, la fotometría, la óptica, la técnica de equipos y el estudio del color y de los fenómenos de percepción.

Es nuestro objetivo definir lo más claramente posible el rol del Director de Fotografía, enunciando las distintas tareas que corresponden a su inter-vención en el rodaje de una película.

Para la filmación de una película hay tres etapas claramente definidas: Preproducción, Producción y Posproducción. El Director de Fotografía  participa de todas ellas, de la siguiente manera.

 Preproducción

Lo primero que recibe el Director de Fotografía es un Libro Cinematográfico (Guión Literario), que le permitirá conocer la historia, época y lugar en donde se desarrolla la acción, desglose y descripción de los personajes y algunos climas fotográficos que le darán una primera idea sobre la historia propuesta. Tras la lectura, deberá conversar con el Director de la película respecto a los criterios estéticos que este tiene pensados. Esta es una etapa muy importante porque normalmente de esas charlas puede salir definida el tipo de luz a utilizar. Tal vez luego, durante el rodaje, ya no sean necesarias más que pocas palabras entre ellos, con la consabida con-fianza de que el fotógrafo está haciendo lo planificado.

A la hora de inspirarse, son muchas las fuentes útiles y cada fotógrafo es adicto a alguna en particular. A veces es el Director quien sugiere la obra pictórica de uno o más pintores, otras veces coinciden en visionar escenas de películas que les permitan acercarse al criterio estético a utilizar. Están también aquellos profesionales que prefieren no ver nada, para evitar influencias que los condicionen.

Luego de esta etapa de búsqueda estética el fotógrafo puede recibir el Guión Técnico o «encuadre» en donde encuentra las referencias técnicas: movimientos, angulaciones y posiciones de cámara; ópticas; movimiento de los personajes; climas fotográficos, etc. Si el Director no utiliza Guión Técnico, las charlas previas deben ser más extensas, tanto en la etapa previa como durante el rodaje.

El Guión Técnico le permite al fotógrafo establecer las escenas de interior, exterior e interior/exterior. Luego deberá conocer las locaciones, tanto de interior como de exterior. En el primer caso podrán ser escenarios reales o en estudio con reconstrucción de los ambientes. Para ambos casos es importante saber el tamaño de los lugares, la altura de los techos, el estado de la instalación eléctrica. En cada caso deberá prever que las locaciones deberán albergar al equipo de iluminación y la instalación de los artefactos, el equipo de sonido, el de producción, el equipo de rodaje, el director y los actores. De no ser los adecuados deberá sugerir los cambios de lugar con anticipación. En el caso de las locaciones en exterior le permitirán conocer los puntos cardinales-muy importante para prever la salida y puesta del sol- fondos, condiciones climáticas posibles, potencial estético de cada lugar, etc.

Determinadas las locaciones, deberá hacer un desglose de equipos y materiales a utilizar: cámaras, ópticas, accesorios, carro de travelling, grúa, cantidad y tipo de artefactos de iluminación y accesorios, tipo y cantidad de material sensible, filtros, gelatinas, accesorios. También deberá designar a su equipo de colaboradores: camarógrafo, capataz, jefe eléctrico, y asistentes.

Generalmente el fotógrafo trabaja con el mismo equipo de colabora-dores logrando de esa manera mayor afinidad en el trabajo profesional. Si el fotógrafo además hace la cámara tendrá la posibilidad de tener una visión más integral de la fotografía que va a realizar.

El capataz eléctrico es un colaborador muy importante pues es la persona que hace la puesta de la luz en base a las plantas de iluminación que le irá entregando el fotógrafo para cada escena. El control final de las mismas y la determinación del diafragma de cámara corresponderá al fotógrafo.

Otra tarea en esta etapa es el control de las cámaras, ópticas,  filtros, fotómetros. En el caso de las cámaras es para determinar la fijación de las mismas, además se controlan los chasis, sistemas de obturación y funcionamiento de los motores. En las ópticas se hace un chequeo para determinar la definición de las mismas a distintas distancias, verificación de la profundidad de campo, y en las ópticas zoom se verifica el foco en todas las distancias focales. Si la película se graba en video deberá hacer los mismos pasos con la diferencia que el chequeo de las cámaras y ópticas será todo lo concerniente al sistema del registro de imagen en video.

Respecto a los materiales sensibles, les hace una prueba de «niveles luz» en donde manteniendo una misma iluminación se hacen tomas de 10 segundos variando los diafragmas. A la vuelta del laboratorio, y en el visionado de una copia a «una luz», podrá establecer si la sensibilidad de la película coincide con la sensibilidad nominal establecida por el fabri-cante.Otra prueba consiste en enviar al laboratorio de dos a tres metros de material sensible virgen (sin exponer). En el laboratorio le harán una  prueba sensitometríca que permitirá valorar el estado del material. Estas pruebas son de gran utilidad para poder determinar si el material sensible que se va a utilizar en el rodaje está en buen estado o si deberá trabajárselo a distinta sensibilidad a la nominal. Puede también realizar pruebas de forzado de material sensible, ampliación -si se filma en l6mm ó Súper l6mm para ampliar a 35mm-, filmaciones para pruebas de maqui-llaje, de peinados, de vestuario y escenografía.

Determinará también el grado de verosimilitud de la iluminación con respecto a la realidad, es decir el mayor apego o no al realismo en función a la historia. Ello le permitirá establecer los criterios técnicos-estéticos y los diseños de iluminación a utilizar.

Como se verá, en la etapa de Preproducción se establecen las relaciones entre los profesionales que deberán trabajar juntos en la obtención de la mejor imagen: fotógrafos, escenógrafos, vestuaristas, director de arte. De ellos dependerá en gran parte el lograr la imanen prevista para la película.

Producción

Esta etapa es de máxima atención y responsabilidad para el Director de Fotografía. Luego de la pruebas de equipos y materiales sensibles, en la búsqueda y selección de la mejor coloratura para lograr los climas adecuados para cada escena y cada situación, deberá poner en práctica las distintas técnicas que lo lleven a lograr una «exposición correcta», una «continuidad técnica» y la aspiración de lograr un  estilo.

 A medida que se filma, se envía el material al laboratorio. El Director  de Fotografía deberá controlar los «campeones» o «copias de trabajo» (a una luz) para ir sacando conclusiones del trabajo que se está realizando. Los problemas detectados se deberán corregir en retomas en forma inmediata. Algunos problemas fotográficos podrían ser: mal funcionamiento de la cámara, errores técnicos, focos mal realizados, movimientos de cámara defectuosos, sombras indeseadas, aparición de algún micrófono u otro objeto en el encuadre, problemas de laboratorio, etc. A estos incon-venientes se puede agregar la decisión del Director de rehacer algunas tomas por no estar de acuerdo con la actuación de los actores u otras situaciones. También es posible hacer del negativo revelado una copia en video.

Durante todo el rodaje, el Director del filme es el que toma las decisiones finales respecto a la iluminación, encuadres, movimientos de cámara, etc. El fotógrafo podrá sugerirle como hacerlo o tomar las decisiones cuando previamente establecieron esa forma de trabajo.

Al finalizar cada día de rodaje, el primer asistente de cámara deberá rotular cada lata de película expuesta y enviarla al laboratorio.

El mantenimiento de las cámaras, limpieza de las mismas, limpieza de óp-ticas y chasis le corresponderá al segundo asistente de cámara.

Todas las tareas de los integrantes del equipo de iluminación son impor-tantes y de suma responsabilidad para el logro de un producto profesional.     

Posproducción

Terminado el rodaje, comienza la tarea del compaginador que conjun-tamente con el Director realizarán el montaje de la película. La participación del Director de Fotografía en esta etapa estará supeditada a la necesidad de realizar algunos efectos en truca, tales como: fundidos a negro, encadenados, vuelta de página, títulos, sobreimpresiones, etc. En este caso el fotógrafo deberá controlar el trabajo que realice el laboratorio.

Podría ser necesario también, filmar algunos planos que se consideren de vital necesidad para la continuidad del filme.

Si se ha filmado en 16mm o Súper 16mm, deberá controlar la ampliación del material a 35mm que realizará el laboratorio. Otra tarea es el control del negativo de sonido.

 Finalizado el montaje de la película, se debe hacer el tiraje de copias para la exhibición. La participación aquí es muy activa para lograr la coloratura y los climas finales de cada escena, y del filme en su totalidad Deberá hacer también,  conjuntamente con el técnico encargado del color (video analizador), la clasificación de luces (etalonaje) de la película. Una vez obtenida la primera copia que satisfaga técnicamente al fotógrafo y al Director, se podrán tirar copias iguales a esa para ser exhibidas en salas de cine. También aquí, deberá controlar que dichas copias sean iguales a la copia maestra.

También la etapa de posproducción puede hacerse en video, por transferencia del negativo a ese sistema, y luego de trabajada la imagen se la pasa nuevamente a fílmico. En esta etapa también participa el Director de Fotografía.

 Llegado el momento del pre-estreno, desde una butaca volverá a vivir con intensidad y emoción cada momento de la película. Gozará con algunas imágenes, se deprimirá con otras pero seguramente sentirá la satisfacción de haber participado en forma integral de un proceso de creación. Tal vez mañana deberá empezar con la preproducción de otra película, con otra gente, otra experiencia totalmente distinta que seguramente lo seguirá enriqueciendo, en esta actividad en donde cada día se aprende algo nuevo.

 Imágenes de la película “El fin de la espera” del Director Francisco Dintino – Director de Fotografía Eduardo Sahar – Fotógrafo de Escena Enrique Escaño.    

                                                                                       Héctor J. Fontanellas