Simposios


 

 

Coordinadores: Soledad Salega (IDACOR, CONICET-UNC; FFyH, UNC), María José Herrera Soto (Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires), Sebastián Giannotti (CONICET; Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo) y Rodrigo Zúñiga Thayer (IMHICIHU, CONICET).

El estudio de la actividad física es una línea de investigación bioarqueológica y paleopatológica empleada para interpretar patrones de actividad, el uso del cuerpo y las relaciones con los diversos ambientes y factores sociales. Si bien las primeras descripciones de variaciones óseas y su asociación a actividades específicas comenzaron en la década de 1960, las investigaciones posteriores adoptaron una perspectiva poblacional que reconoce niveles de actividades generales bajo la influencia de factores biológicos como el sexo, la edad, el tamaño corporal y el componente genético. El análisis de patologías y variables morfológicas óseas (e.g., enfermedad degenerativa articular, osteocondritis disecante, propiedades geométricas transversales de huesos largos, traumas, cambios entesiales, marcadores posturales, desgaste dental paramasticatorio) aporta información para abordar problemas arqueológicos relacionados con la organización económica, la división sexual del trabajo, la movilidad y las diferencias socioeconómicas, entre otros. Asimismo, su empleo en procesos de identificación para contextos judiciales o catástrofes naturales lo transforman en una herramienta con potencial para el campo de la antropología forense.

En Argentina, las investigaciones encuadradas en esta temática han crecido en las últimas décadas, principalmente orientadas al estudio de poblaciones arqueológicas y, en menor medida, históricas y contemporáneas. Además, se ha visto un mayor interés en la aplicación y contraste de diferentes metodologías de registro y de técnicas de procesamiento de datos, así como el diálogo con otras disciplinas, como la biología, la anatomía, la medicina, la arqueología, la historia y la antropología forense.

El objetivo de este simposio es generar un espacio de discusión sobre los últimos avances realizados en los estudios de actividad física a partir del análisis óseo y dental, considerando perspectivas multi e interdisciplinarias que incorporen diversas líneas de evidencia. Se promueve, especialmente, aquellos trabajos centrados en: a) presentar resultados de investigaciones orientadas a la reconstrucción de la actividad física y uso del cuerpo con una perspectiva poblacional u osteobiográfica; 2) discutir los alcances y limitaciones de los diferentes enfoques teóricos y metodológicos actuales; 3) evaluar los factores biológicos que pueden condicionar las expresiones morfológicas. Se considerarán diferentes periodos cronológicos, desde contextos arqueológicos hasta contemporáneos, pudiendo en estos últimos incluir colecciones identificadas y casos de interés forense.

Coordinadores: Rodrigo Nores (IDACOR, CONICET-UNC; FFyH, UNC) y Darío A. Ramírez (IDACOR, CONICET-UNC; FFyH, UNC).

En las últimas décadas, las investigaciones orientadas a la recuperación de trazas de ADN y, en mucha menor medida, otras moléculas orgánicas preservadas en muestras arqueológicas, tuvieron un gran desarrollo en todo el mundo, aportando información novedosa para responder a diversos interrogantes planteados desde la antropología y la arqueología. En el caso de los estudios de ADN antiguo (ADNa), la incorporación de las técnicas de secuenciamiento masivo o Next-generation sequencing produjo un salto cuantitativo y cualitativo sin precedentes, impulsando el auge de la paleogenómica. Del mismo modo, nuevos abordajes experimentales permitieron la implementación del estudio de proteínas (paleoproteómica), ARN, carbohidratos y lípidos en muestras antiguas, en lo que se conoce como arqueología molecular en un sentido amplio. Así, estos avances tecnológicos, junto a desarrollos teóricos, computacionales y analíticos, permiten generar conocimiento sobre el poblamiento de regiones particulares y la evolución local de estos grupos, los patrones de movilidad y migración de las poblaciones humanas del pasado, el genoma de homínidos extintos y su mestizaje con humanos modernos, el vínculo biológico entre individuos, etc. Asimismo, contribuyen a la resolución de interrogantes en torno a la domesticación de especies de animales y plantas, la identificación de especies animales del registro zooarqueológico y la composición de la dieta en el pasado. Otra área que recibió importantes aportes de la paleogenómica y la paleoproteómica fueron los estudios del microbioma humano, los cuales permiten conocer los cambios en la conformación de las comunidades bacterianas en función de las modificaciones en los estilos de vida de las poblaciones del pasado. De manera similar, el conocimiento sobre la salud en el pasado o paleopatología también se ve enriquecido por la posibilidad de detectar ADNa de microorganismos y patógenos en distintos tipos de muestras antiguas, como hueso, diente, tejido blando y coprolito, muchas de las cuales no exhiben evidencia de patologías o, de hacerlo, presentan lesiones no específicas. En algunos casos se ha logrado la reconstrucción de genomas antiguos completos de bacterias, parásitos y virus, aportando información de interés para la antropología, y también para otras disciplinas como la microbiología y la epidemiología. En definitiva, la aplicación de los análisis moleculares en muestras arqueológicas ha dado lugar a la obtención de información única en su tipo que ha permitido responder preguntas y abrir debates que no habrían tenido lugar mediante otro tipo de estudios. Ante esto, se propone para este simposio la presentación de trabajos de investigación de colegas cuyos intereses se centren en responder preguntas de interés arqueológico y antropológico mediante la aplicación de técnicas moleculares en muestras arqueológicas de sitios sudamericanos. Se espera que la discusión de los resultados obtenidos, así como de los alcances y limitaciones de estas metodologías, permita avanzar hacia la profundización de su implementación y el desarrollo de estas disciplinas en la región.

Coordinadores: Gabriela Beatriz Revollo (INECOA, CONICET-UNJu) y María José Bustamante (INECOA, CONICET-UNJu).

El estado nutricional de un individuo refleja el grado en el que se satisfacen las necesidades fisiológicas de energía y nutrientes, determinando de esta manera su desarrollo físico, intelectual y emocional. Está condicionado por los hábitos alimentarios, las influencias culturales, el contexto económico-social y los efectos de distintos factores sobre el apetito, el consumo, la utilización y metabolización de nutrientes.

Al tratarse del resultado de la interacción de múltiples factores, es considerado un buen indicador de la calidad de vida de los individuos y de las poblaciones. Su valoración abarca un conjunto de procedimientos, de carácter progresivo, que permiten evaluar la salud de los individuos desde la panorámica de su situación nutricional, para ello, existen diversas técnicas, métodos y enfoques que, combinados, permiten una valoración integral. Esto resulta clave considerando que detectar alteraciones precozmente permite la planificación de intervenciones oportunas orientadas a prevenir complicaciones asociadas en el corto, mediano y largo plazo.

Sin embargo, determinar la metodología más apropiada, va a depender de la etapa de la vida y el contexto (económico, social, ambiental, etc) de los individuos en estudio, así como de la finalidad, los recursos disponibles, el origen y disponibilidad de los datos, entre otros. Es por ello, que partiendo de la convicción de que no hay una única y perfecta metodología para valorar el estado nutricional, se presenta la necesidad de debatir acerca de las ventajas y limitaciones de cada método y la importancia de incorporar al contexto en el análisis e interpretación de los resultados de las investigaciones que abarcan esta temática, para generar información fiable, de calidad y comparable.

El presente simposio tiene como objetivo generar un espacio de socialización de resultados y discusión interdisciplinaria, dirigido a analizar la heterogeneidad metodológica utilizada en la valoración nutricional en diferentes etapas de la vida.

Coordinadoras: Violeta A. Killian Galván (INGEIS, CONICET-UBA) y M. Soledad Gheggi (CRILAR, CONICET-UNLaR).

El estudio de las sociedades a partir del análisis de restos humanos ha generado información valiosa difícil de suplantar por otras líneas de evidencia, ya sea estas surgidas tanto en la Historia, la Antropología o la Arqueología. Sobre todo, cuando trascendiendo los límites de preguntas sobre el estado de salud o la dieta, se busca reconstruir el lugar de los individuos dentro de las sociedades que habitan. En ese sentido la reconstrucción de la identidad étnica, sexual, etaria encuentra en la Bioarqueología un campo privilegiado, dada la escala analítica en la que es posible trabajar cuando se aborda el registro esqueletal.

Por su parte, la Biogeoquímica, mediante la aplicación del análisis de isótopos estables y radioactivos en la caracterización de los ciclos elementales ha comenzado a aplicarse en el estudio bioarqueológico en Argentina de manera creciente. Se ha utilizado, en mayor medida, para dar cuesta de la variabilidad de estrategias económicas y organizativas de los grupos humanos en escalas geográficas acotadas, diferencias que en el resto del registro se revelan como sutiles, pero que fueron fundamentales para explicar la permanencia, cambio o migración de las poblaciones en el pasado. Estas investigaciones vienen teniendo lugar en todas las regiones geográficas y de la mano de diferentes disciplinas. En todos estos casos, el volumen creciente de datos sobre restos humanos se vio acompañado por una preocupación constante por la reconstrucción de las ecologías isotópicas y por la comprensión de las variables que inciden en las líneas de base. A su vez, en la mayoría de los programas de investigación se resalta la importancia del diálogo con otras fuentes de información, como la zooarqueología, el análisis nutricional, tecnológico, el análisis morfométrico, diálogo que no busca suplantar una línea de evidencia por otra u ofrecer una verdad revelada, sino completar los modelos de inferencia, generando escenario más claros y coherentes sobre los procesos analizados. Finalmente, si bien aún las problemáticas atendidas son sobre todo paleodietarias, ya se han empezado a expandir los trabajos sobre movilidad geográfica, rangos de acción, migración, utilizando marcadores basados en el análisis de oxígeno, deuterio y estroncio.

A raíz de lo expuesto, invitamos a reflexionar sobre los conceptos de historias de vida, osteobiografías y del análisis a nivel individual en la comprensión de los procesos sociales pasados y contemporáneos. En particular, proponemos un espacio donde podamos discutir el uso y relevancia de las herramientas de la Biogeoquímica en la construcción de las identidades sociales, en contextos pasados y contemporáneos a lo largo de la Argentina, en la Arqueología, la Etnohistoria o la Antropología Forense.

Coordinadores: Lumila Menéndez (Departamento de Antropología de las Américas, Universidad de Bonn, Alemania; Departamento de Biología Evolutiva, Universidad de Viena, Austria) y Gonzalo Figueiro (Departamento de Antropología Biológica, Universidad de la República, Uruguay).

Desde los inicios de la Bioantropología, los datos biológicos con un componente heredable (p.ej. rasgos morfológicos del esqueleto, frecuencias de grupos sanguíneos y proteínas séricas, marcadores de ADN) han ocupado un lugar central en las inferencias de fenómenos evolutivos y funcionales, tanto desde un enfoque estrictamente biológico como desde ópticas bioculturales. Del mismo modo, estos datos han estado rodeados de tensiones metodológicas, desde la discusión de los mecanismos de herencia y sensibilidad al ambiente de los caracteres fenotípicos «visibles» hasta el carácter en apariencia irrebatible de los modelos macropoblacionales basados en genomas antiguos y modernos. Tres fuentes permanentes de discusión son: 1) de qué forma se pueden comparar los datos genéticos y genómicos con otros datos fenotípicos heredables (y en particular los datos morfológicos y morfométricos); 2) cómo integrar elementos culturales en sentido amplio de un modo en que no sean tratados como «factores distorsionantes» o explicaciones ad hoc; y 3) cuán generalizables son los datos biológicos observados en poblaciones de un periodo a otro. Si bien estas discusiones son de larga data y han sido materia de abundante reflexión, resurgen periódicamente, generalmente al compás de avances tecnológicos en la obtención de datos, como los avances en imagenología, morfometría geométrica y secuenciación masiva.

Este simposio se propone como una nueva instancia de discusión de estas tensiones, que hayan procurado atenderlas en el transcurso de investigaciones sobre poblaciones y procesos del pasado con marcadores biológicos heredables. En forma completamente intencional incluimos en la convocatoria investigaciones con datos genéticos, genómicos y biométricos tanto de poblaciones antiguas como modernas. Invitamos especialmente a la presentación de ponencias que planteen problemas relativos al diálogo entre distintos tipos y escalas de datos biológicos, o de estos datos con datos históricos, sociales o arqueológicos. Esperamos crear un espacio de debate interdisciplinario con miras a propuestas de trabajo que contribuyan a discutir o avanzar en alguna de las tres fuentes de discusión planteadas.

Coordinadoras: Claudia Aranda (Universidad de Buenos Aires), Anahí Ginarte (Instituto de Medicina Forense, Poder Judicial de la provincia de Córdoba) y Sofía Egaña (Servicio de Antropología Forense, Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de la Nación).

En los últimos años, las interacciones entre la antropología forense y diversas disciplinas científicas que aportan a su desarrollo teórico-metodológico, como la arqueología, la medicina, la odontología y la entomología, entre otras, han aumentado notoriamente. También son destacables los avances logrados mediante la incorporación de diferentes tipos de adelantos tecnológicos innovadores que optimizan los resultados durante las etapas de prospección, excavación y laboratorio (por ejemplo, técnicas imagenológicas de última generación, estudios genéticos e isotópicos, procedimientos estadísticos sofisticados, conjuntos de datos de gran tamaño -Big Data-). Todas estas contribuciones confluyen hacia la caracterización de la antropología forense como un área de la ciencia con gran dinamismo y fuerte espíritu interdisciplinar. En ese marco, actúa hoy día en Latinoamérica dentro de un contexto de complejidad creciente en lo que respecta a la diversidad de escenarios que aborda, la heterogeneidad de aproximaciones metodológicas requeridas y la multiplicidad de procesos sociales en los que se ve inmersa, todo lo cual la define como una herramienta imprescindible tanto para devolver la identidad de personas desaparecidas como para contribuir a superar la angustia y las secuelas psicológicas de los familiares.

Por otra parte, la interrelación entre los ámbitos judiciales y académicos requiere de una continua retroalimentación sostenida en el tiempo para que los procesos de trabajo de la antropología forense puedan llevarse a cabo en forma satisfactoria. La necesidad de generar procesos de formación básica del personal judicial y de seguridad en los protocolos y objetivos de la disciplina forense surge como un factor adicional de suma relevancia para lograr una valoración de la experticia de los especialistas y una comprensión completa de los alcances de sus actividades de peritaje. Nuevamente, la retroalimentación entre los diferentes actores involucrados se vuelve crucial para lograr un adecuado proceso de análisis de la evidencia. Ello requiere, por un lado, que los profesionales del ámbito legal y de seguridad estén actualizados respecto de los métodos, técnicas y protocolos disponibles, y por otro, que los especialistas académicos tengan un adecuado conocimiento del contexto judicial en el que los casos se desenvuelven. Finalmente, otro aspecto de crucial importancia que necesita ser profundizado es el referido a las cuestiones bioéticas y de respeto para con los cuerpos, familias y comunidades involucradas, aspecto de suma complejidad dada la heterogeneidad de situaciones legales y socioculturales en las que se desarrollan los casos.

Este simposio se propone generar un espacio académico en el cual se discutan cada uno de los aspectos anteriormente mencionados desde múltiples perspectivas, con especial énfasis en la generación de consensos respecto de los protocolos de trabajo, estandarización de metodologías, desarrollo de criterios éticos para el ejercicio de la disciplina, reforzamiento de las redes de interacción y difusión, y reconstrucción de la memoria histórica. Se invita a realizar exposiciones sobre estos tópicos y otros estrechamente vinculados con la antropología forense y ciencias afines, en los que se destaquen sus aportes a la sociedad en general y al ámbito legal en particular, para el esclarecimiento de la historia, la dignificación de las víctimas y la búsqueda de justicia.

Coordinadoras: Verónica Seldes (CONICET; Instituto de Ciencias Antropológicas, UBA), Ailem Paladea Rojo (INDES, CONICET-UNSE) y Gianina C. Bettera Marcat (CONICET; Instituto de Ciencias Antropológicas, UBA).

En las investigaciones arqueológicas, el estudio de los restos óseos humanos despertó especial interés desde sus inicios, a finales del siglo XIX. En este momento se inicia el desarrollo de una disciplina conocida desde aquel momento como Antropología Física, la cual estuvo fuertemente orientada al estudio de las características métricas, somáticas para la posterior aplicación de índices que permitieran generar clasificaciones de los grupos humanos que habitaron el actual territorio nacional.

Con la Escuela Histórico-Cultural se abrió paso a las propuestas tipológicas y sus perspectivas difusionistas, dentro de las cuales había poco margen para las interpretaciones del pasado que no pudieran ser integradas dentro de los grandes cuadros clasificatorios que buscaban sintetizar el conocimiento que se iba adquiriendo sobre las sociedades pasadas.

Fue el quiebre generado por la Arqueología Procesual el cual, tomando herramientas teórico-metodológicas provenientes de la Etnografía, Antropología Social y Sociología, propició la incorporación de aspectos poco abordados en la disciplina hasta el momento, como las prácticas mortuorias, la complejidad social, el conflicto, entre otros. Sin embargo, los alcances de las interpretaciones continuaron limitados debido principalmente su concepción adaptativa de la cultura.

Es a partir de los cuestionamientos por parte de las corrientes Post Procesualistas que se comienza a discutir el sesgo cientificista y la necesidad de reflexionar en torno a las prácticas y vivencias de los individuos concretos, los que en su vida cotidiana experimentaban, sentían y vivían los diferentes procesos y prácticas que luego generaban huellas en sus cuerpos, ya sean patologías, traumas, marcadores de uso del cuerpo, entre otras.

Es así que, en los últimos años se ha comenzado a incorporar en las discusiones arqueológicas nuevos marcos interpretativos a partir de líneas teóricas provenientes principalmente de disciplinas como la Filosofía y Antropología Social. A su vez, se ha propiciado la implementación de nuevas herramientas como la articulación de los datos osteológicos con fuentes no frecuentemente utilizadas en Bioarqueología, como por ejemplo los documentos históricos, las etnografías, el arte rupestre, entre otros. Esto ha dado como resultado la apertura hacia una construcción del pasado más heterogéneo y local e históricamente situado.

Es por esto que en el presente simposio se propone como objetivo principal  reflexionar sobre los limitantes que aún tenemos a la hora de construir interpretaciones a partir del registro óseo humano, a la vez que promover espacios de apertura para desarrollar nuevas miradas sobre los cuerpos del pasado. Para ello invitamos a presentar propuestas que involucren alguna de las diversas líneas que se desprenden del trabajo con restos óseos humanos -como ser el estudio de la alimentación, movilidad, genética, marcadores de actividad, enfermedades, situaciones de conflicto, violencia y traumas, prácticas mortuorias, que a su vez se articulen con fuentes como las etnohistóricas, etnográficas y etnoarqueológicas, o bien desde abordajes y/o herramientas teórico-metodológicas a partir de la Bioarqueología Dialógica, Social, del Cuidado entre otras, que permiten generar nuevas instancias interpretativas, además de plantearse como instancias de diálogo, reflexivas y críticas de la práctica disciplinar.

Debido a que este simposio busca fomentar la pluralidad de voces en la reflexión y construcción de interpretaciones, se propone como un espacio de carácter abierto a la recepción de nuevos trabajos y participantes.

Coordinadores: Gonzalo Garizoain (Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de La Plata), Claudia Aranda (Facultad de Odontología, Universidad de Buenos Aires) y Leandro Luna (Universidad de Buenos Aires; IMHICIHU, CONICET).

El sistema bucodental humano presenta una gran relevancia para las investigaciones en antropología biológica, bioarqueología y antropología forense por su elevado grado de preservación en contextos muy diversos y por la gran cantidad de líneas de trabajo que pueden desarrollarse a partir de su análisis. En las últimas décadas, este campo de estudio ha sufrido un notable desarrollo, llegando a convertirse en una disciplina con bases teóricas, metodológicas, técnicas e interpretativas propias y en continua expansión. Este incremento en la diversidad de las líneas de investigación abordadas resulta sumamente relevante también para la antropología dental y la odontología forense, lo cual se ha evidenciado en el país a partir del surgimiento y desarrollo de numerosos proyectos de investigación orientados a abordar y resolver problemáticas de corte antropológico y forense mediante el estudio pormenorizado del sistema bucodental humano.

Asimismo, las investigaciones bioarqueológicas que se focalizan actualmente en el relevamiento de la dentición humana de muestras arqueológicas se proponen abordar aspectos vinculados a diversos temas de interés, entre los que se destacan las características de la demografía, los patrones dietarios, las variaciones en los procesos de salud/enfermedad y la identificación de biodistancias entre individuos y poblaciones, así como la interpretación de diferentes tipos de prácticas culturales de las poblaciones del pasado. Por otra parte, en años recientes se ha visto incrementado el número de investigaciones realizadas a partir de muestras provenientes de poblaciones actuales o subactuales, las cuales se han centrado principalmente en el desarrollo metodológico dentro del ámbito forense. En este sentido, se destacan particularmente los estudios orientados a validar y generar protocolos de trabajo para la estimación del sexo y de la edad de muerte a partir del análisis de la dentición, y en menor medida de los maxilares.

Retomando los objetivos de anteriores simposios de antropología dental llevados a cabo en otras Jornadas Nacionales de Antropología Biológica de la AABA, el objetivo del actual es convocar a especialistas del país y del exterior que aborden temas de trabajo insertos dentro de las áreas de interés anteriormente mencionadas, para exponer y discutir los últimos desarrollos de sus investigaciones, con especial interés en aquellos que aplican métodos y técnicas novedosas y alternativas para el estudio del sistema bucodental humano y su aplicación en estudios antropológicos.

En consecuencia, se invita a los interesados a realizar contribuciones que enriquezcan la diversidad de aproximaciones teórico-metodológicas, potencien la generación de resultados y superen los límites interpretativos, todo ello apuntando al desarrollo de investigaciones de índole comparativo. El desarrollo de estos ejes de trabajo en el marco del presente simposio permitirá discutir propuestas novedosas, identificar sus alcances y limitaciones, y contribuir a consensuar abordajes futuros que promuevan el avance de todas las disciplinas que analizan la dentición humana con una perspectiva antropológica.

Coordinadoras: María Dolores Marrodán Serrano (Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Complutense de Madrid, España) y María Florencia Cesani Rossi (LINOA, CONICET-UNLP).

Las transformaciones sociales, económicas y ambientales ocurridas en los últimos años han provocado notables cambios en los hábitos y estilos de vida humana, con incidencia en el crecimiento, el estado nutricional, la composición corporal y la salud de las poblaciones. Por ejemplo, desde hace más de veinte años se registra, a nivel global y en forma simultánea, una disminución de las prevalencias de malnutrición infantil por déficit y un incremento del sobrepeso y la obesidad, asociados a significativos cambios en la composición corporal. De igual forma las enfermedades crónicas no transmisibles han aumentado, al punto de ser reconocidas como la principal causa de muerte y discapacidad  del adulto. No obstante, y más allá de la tendencia observada nivel global, se registran marcadas disparidades regionales e incluso al interior de un mismo país. En este sentido, el análisis de dichos cambios adquiere importancia en el campo de la Antropología Biológica, ya que permite avanzar en la comprensión del proceso adaptativo humano.

El presente simposio tiene como objetivo generar un ámbito de discusión interdisciplinario, dirigido a analizar el impacto de las transformaciones (sociales, económicas, culturales, ambientales, entre otras) ocurridas en los últimos 150 años, sobre la salud de las poblaciones, en distintas fases del ciclo vital humano.

Para ello hemos convocado a diferentes investigadores/as del país y del extranjero, que trabajan en esta problemática en distintas áreas geográficas y con miradas diversas. Además de los/las expositores/as que han confirmado su interés en participar, se propone que el simposio sea de modalidad abierta. Esto enriquecerá aún más la discusión y el debate y brindará la oportunidad a otros/as colegas de participar y exponer sus investigaciones ya sean con perspectiva longitudinal o transversal (análisis de cohortes).

Relatora: María Gabriela Musaubach (Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, UNJu; INECOA, CONICET- UNJu). Coordinadoras: Daniela Saghessi (División Arqueología, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, UNLP; CONICET) y Aldana Tavarone (IDACOR, CONICET-UNC; FFyH, UNC).

Durante las XIV JNAB celebradas en la provincia de Jujuy, se desarrolló el simposio “Explorando nuevas aproximaciones sobre el estudio de la formación y composición del sarro dental”, donde se generó un espacio de discusión en torno al análisis de este tipo de elemento. En esta oportunidad, proponemos dar continuidad a dichas discusiones mediante la realización de un simposio que reúna contribuciones, cuyos objetivos abarquen distintos enfoques teórico-metodológicos y casos de estudio para abordar temas tales como: reconstrucciones ambientales y modos de vida de poblaciones pasadas, estudios arqueobotánicos de microrrestos vegetales en piezas dentales, composición del alimento, higiene bucal, aspectos genéticos, patologías orales y su influencia en la formación y composición del tártaro, entre otros aspectos.

El tártaro dental (también denominado cálculo o sarro) es el resultado de la mineralización de la placa bacteriana. Se encuentra conformado principalmente por cristales de hidroxiapatita, bruxita y fosfato de calcio, los cuales representan cerca del 80% de su composición, mientras que el 20% restante corresponde a sustancias orgánicas. La acumulación de cálculo se encuentra influenciado por diversos factores, entre ellos la higiene dental, la textura y composición de los alimentos, la cantidad de saliva producida, el contenido mineral del agua ingerida, un severo desgaste dental, una baja función masticatoria, problemas de maloclusión, el pH local, las características genéticas propias de cada individuo, entre otras.

El sarro dental es estudiado desde la bioantropología en cuestiones vinculadas con la salud oral, debido a que se considera una patología de origen degenerativo y su presencia está íntimamente relacionada con la enfermedad periodontal o periodontitis. Además, brinda evidencias indirectas sobre la dieta, y permite realizar inferencias sobre los modos de subsistencia de los grupos animales en el pasado.

En los últimos años, se ha incrementado el interés por el estudio microscópico y molecular del tártaro a través de investigaciones transdisciplinares. Esto se debe a que, durante la mineralización de la placa, se produce la deposición de una serie de capas de cristales de fosfato de calcio que van incorporando microrrestos de origen vegetal (fitolitos, gránulos de almidón, granos de polen, diatomeas) y animal (fibras, foraminíferos, espículas de esporangios, partes de insectos, etc.). Por un lado, los microrrestos de origen vegetal dan cuenta de ciertos usos de las plantas en el pasado, entre ellos, como alimento. Esta línea de investigación es particularmente interesante para contextos arqueológicos donde la información sobre el manejo y consumo de plantas está ausente o es incompleta, por ejemplo, debido a la mala preservación de macrorrestos. Por otro lado, la presencia de fibras de origen animal, permite ampliar el conocimiento vinculado a la alimentación y selección de recursos por parte de los grupos prehispánicos.

El estudio microscópico y molecular del sarro también ofrece información sobre restos “no alimenticios” que pueden ser llevados a la boca de manera involuntaria. Estos vestigios pueden ingresar a través de la ingesta y/o la inhalación de partículas presentes en el ambiente, de recursos utilizados como medicamento o provenir de actividades cotidianas tales como el consumo de agua, entre otros. Indicadores como diatomeas y foraminíferos a su vez, permiten correlacionar su presencia con registros paleoambientales, mientras que la recuperación y el análisis del microbioma oral otorga información sobre patógenos o dolencias sistémicas. En resumen, estos estudios nos permiten conocer diferentes aspectos de la vida de los grupos estudiados tales como dieta, comportamiento, tecnología y salud.

Coordinadoras: Paula Novellino (Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas Juan Cornelio Moyano, CONICET) y Mariana Fabra (IDACOR, CONICET-UNC; FFyH, UNC).

Toda transición genera cambios. A lo largo de la historia se han producido una serie de transformaciones demográficas, sociopolíticas, ambientales y en las estrategias de subsistencia que tuvieron su correlato en los modos de vida y en los patrones de salud-enfermedad de los grupos humanos del pasado.

Durante el Holoceno tardío, en diferentes regiones de Argentina, estos cambios se evidenciaron como consecuencia de las dinámicas de las poblaciones, la movilidad, los cambios demográficos, la organización social, la paleodieta, diferentes usos del cuerpo, los conflictos y violencia interpersonal.

En bioarqueología y paleopatología tales problemáticas han sido ampliamente abordadas desde diferentes modelos teóricos como el paleoepidemiológico el biocultural, el paleodemográfico y las transiciones epidemiológicas, las cuales han sido  tratadas en un Simposio durante la edición anterior de las Jornadas Nacionales de Antropología Biológica.

Uno de los procesos de cambio ampliamente estudiado y debatido a nivel mundial se vincula con la incorporación de prácticas agrícolas y el consumo de recursos domesticados en diferentes momentos del Holoceno. Se ha propuesto que esto provocó un desmejoramiento general del estado de salud, con un aumento de la frecuencia de patologías infecciosas y un mayor déficit nutricional, como consecuencia de la restricción en la variabilidad de recursos.

Por otra parte, a nivel macrorregional, en los actuales territorios de la Argentina se han suscitado transiciones en menor escala que impactaron en la salud de las poblaciones locales, como por ejemplo los efectos de la Pequeña Edad de Hielo en las dinámicas cazadoras-recolectoras en Pampa y Patagonia, procesos migratorios en el COA, los conflictos sociales durante el periodo de Desarrollos Regionales  en el NOA, la  expansión  inka en el NOA y COA, la dominación española, por nombrar algunas. Estos estudios han sido abordados desde distintas líneas complementarias de investigación, entre las que se incluyen arqueobotánica, tecnología lítica y cerámica, zooarqueología, estudios isotópicos y diversas fuentes documentales.

El objetivo del simposio es discutir los últimos avances bioarqueológicos y paleopatológicos sobre el impacto de las transiciones bioculturales ocurridas durante el Holoceno tardío en las poblaciones que habitaron el actual territorio argentino.  Se espera que los intercambios y discusiones enriquezcan los debates en torno al impacto de estos procesos en los distintos aspectos de la salud de los grupos humanos, histórica y culturalmente situados en cada región así como generar nuevas inquietudes que permitan abordajes innovadores sobre la temática.

Coordinadoras: Isabel Barreto (Universidad de la República, Uruguay) y Emma Alfaro (INECOA, CONICET-UNJu).

La Antropología Biológica estudia la variabilidad poblacional humana desde distintos enfoques disciplinarios. Entre ellos, la Biodemografía, que fusiona la Demografía y la Genética de poblaciones, se interesa por analizar la composición de una población (número de individuos, edad, sexo, etc.), los eventos que la condicionan (natalidad, mortalidad, nupcialidad, migración) y sus variaciones a lo largo del tiempo teniendo en cuenta las características geográficas y socioeconómicas de la población que se estudia.

Con base en datos demográficos es posible conocer la estructura genética de las poblaciones, los mecanismos que la configuraron, y aquellos que podrían modificarla en el futuro. El resultado de la interacción de variables demográficas, biológicas, geográficas, sociales, culturales que se comportan como barreras en el intercambio genético influye en la capacidad de los individuos para transmitir sus genes, debido a la actuación de mecanismos como la selección natural, la mutación y las migraciones, que introducen nuevos genes en la población, y del azar, de gran importancia en los grupos humanos de tamaño reducido. En este punto adquiere importancia la Demografía Histórica como una de las fuentes fundamentales de datos de las poblaciones del pasado, que permite reconstruir la estructura de poblaciones cultural, geográfica y/o genéticamente aisladas.

En este simposio y considerando que la Biodemografía es una aproximación interdisciplinaria en el estudio de una población se incluyen presentaciones que buscan conocer los procesos microevolutivos que condicionaron las estructuras y dinámicas de distintas poblaciones deduciendo su actuación en el pasado, explicando la situación en el presente o previendo probabilísticamente su desarrollo futuro, recurriendo a diferentes fuentes y metodologías.

Coordinador: Jorge Ivan Martínez  (INECOA, CONICET-UNJu).

Las investigaciones propuestas desde la antropología biológica han explorado la evolución de la talla del Homo sapiens desde diferentes aristas como el análisis de la variabilidad inter e intra poblacional, la evolución histórica, y los fenotipos deficitarios.

La variabilidad de la talla adulta puede ayudar a identificar patrones que se distribuyen espacialmente y a explorar sus determinantes genéticas y ambientales que inciden en la altura alcanzada en la adultez. Por otro lado, estudios de tendencia secular se proponen analizar las variaciones estatura promedio de una población de referencia a través del tiempo, en donde sus fluctuaciones son utilizadas como un proxi altamente sensible a las condiciones de bienestar de las poblaciones. El acortamiento, entendido como a una disminución en la estatura promedio en comparación con una población de referencia, permite diagnosticar factores de riesgo para la adultez en población infanto-juvenil.

La situación epidemiológica actual en Latinoamérica se encuentra marcada por elevadas prevalencias de exceso de peso que generalmente son atribuidas a un contexto obesogénico caracterizado por un elevado consumo de alimentos ultraprocesados, económicos, ricos en hidratos de carbono simples y grasas saturadas, sedentarismo, pobreza, etc. Sin embargo, son pocos los estudios que abordan en profundidad el análisis de la talla de forma individual, y su variación se encontraría oculta o infravalorada por su análisis conjunto con el peso en indicadores frecuentemente usados como el Índice de Masa Corporal.

Debido a esto, es necesario conocer con mayores precisiones la situación de la talla en Argentina. Este simposio se propone como un espacio donde pueden confluir diversos estudios que permitan entender la evolución, la variabilidad, y las prevalencias de fenotipos carenciales establecidas mediante este indicador.