Publicado por Comunicación – Oct. del 2021
El creador de las series ‘The ACT’ y ‘Channel Zero’, Nick Antosca, regresa con una nueva serie repleta de horror psicológico con la que busca regresar a las raíces del género. ‘Brand New Cherry Flavor’, la serie limitada de 8 capítulos, está basada en la novela homónima del escritor estadounidense Todd Grimson y, tras varios años de espera, la adaptación de Netflix ha demostrado ser un proyecto exitoso, no sólo para los amantes del género, sino para el público en general.
Celiana Cárdenas AMC Apertura, fue la directora de fotografía encargada de realizar la serie en su totalidad. “Los creadores de la serie, Nick y Lenore Zion, se acercaron a mi hace un par de años para que fotografiara otra serie de terror que hizo Nick llamada ‘Channel Zero’ (2016- 2018). Lamentablemente, para Universal en ese momento yo no tenía la suficiente experiencia en series y no pude entrar al proyecto. Dos años más tarde hice la serie ‘Diggstown’. Mientras trabajaba en la segunda temporada, Nick me contactó pues quería que fuera parte del equipo de su nuevo proyecto. Estando aún en ‘Diggstown’, me mandó el guión del piloto. Cuando lo leí me gustó mucho y me emocionaba la idea de participar, sin embargo, debido a que tenía mucho trabajo, presenté un pequeño board con mis propuestas Era una visualización rápida que realicé en un fin de semana. Aun así me aceptaron y poco después me presenté con la directora del piloto, Arkasha Stevenson con quien llegué a congeniar muy bien y nuestras aproximaciones al proyecto eran muy similares”.
‘brand new cherry flavor’
Ambientada en los 90, ‘Brand New Cherry Flavor’, cuenta la historia de Lisa Nova, una aspirante a directora quien, después de llegar a Los Ángeles con la esperanza de dirigir su primer largometraje, es traicionada por su productor y por un mundo que creía ser capaz de ofrecerle una carrera en la industria norteamericana. Tras los desafortunados eventos que sufre durante su estancia en el país norteamericano, Lisa Nova se embarca en una venganza sobrenatural que se le acaba yendo de las manos.
Celiana Cárdenas comparte que, aunque no ha tenido mucha relación con el género, se sentía emocionada de poder experimentar con todas las posibilidades que el guion ofrecía. “Lo que me gusta de esta historia, es que buscaba salirse de la fórmula, del típico terror o thriller que se ha estado produciendo últimamente. Es una comedia oscura, pero con un trasfondo de cuento de terror. Me encantó trabajar con este género. Gracias a la confianza de Nick y Lenore, me permitió total libertad de poder expresarme gracias a Nick y Lenore creadores de la serie a través de la luz y de los encuadres, basándome en lo que Nick y el proyecto requerían”.
Para la directora de fotografía, una de las cosas más importantes para un proyecto es establecer el lenguaje cinematográfico con el que se abordarán los elementos dentro del cuadro. Cada decisión es un medio del discurso que los realizadores quieren transmitir. Para esto, tanto Celiana como los directores y colaboradores, pusieron especial cuidado en cómo contar la historia. Celiana dice que buscaron acercarse a una narrativa clásica donde la cámara permitiera transmitir la emoción que buscaban a través del encuadre y los movimientos. Se rompió con un estilo televisivo para crear algo más cinematográfico, siguiendo un poco el camino de Hitchcock, de Lynch y de Cronenberg, cuyas películas ayudaron mucho a encontrar el estilo de la serie.
COLABORACIONES IMPORTANTES
En el mundo de las series es común encontrarse con proyectos dirigidos por dos o más personas; sin embargo, en estos casos encontramos que los otros departamentos tienen un especial peso para mantener un lenguaje consistente y una narrativa continua durante todo el rodaje. Celiana Cárdenas fue la única directora de fotografía en ‘Brand New Cherry Flavor, por lo que su relación con las demás áreas resultó de gran importancia.
“Trabajé muy de la mano con los creadores de la serie. Entre ellos y yo mantuvimos la continuidad visual. En particular, cuando hablo con mis productores o directores sobre referencias visuales, prefiero acercarme más al trabajo de la pintura, arte conceptual y del fotoperiodismo. De este último, tengo acceso a diferentes aspectos de la realidad que puedo escoger para crear un estilo particular para mi proyecto”.
Entre los artistas conceptuales revisitados por Celiana están: el norteamericano Dan Flavin, en cuya obra se puede apreciar el uso de luces fluorescentes como instrumentos artísticos; el danés Olafur Eliasson, conocido por sus esculturas e instalaciones a gran escala realizadas con luz y el escultor Matthew Barney, cuya obra ‘Cremáster’ se centra en la transformación del cuerpo humano. “Lo particular de esta serie es que, además de tener como referencia lo fotográfico, me encontré con que mis referencias más fuertes estaban orientadas hacia la obra de artistas conceptuales que trabajan con la luz, el gore, el cuerpo humano y la sangre. Tienen una manera de demostrar el horror de una forma muy bella”.
`Brand New Cherry Flavor’ demuestra que los proyectos audiovisuales (series, películas, cortometrajes, etc.), son un esfuerzo colaborativo, una unión de expresiones artísticas guiadas hacia un fin común. Para esta serie, además de los exper-tos en los departamentos de área, contaron con la participación de artistas plásticos y visuales importantes con el fin de explotar al máximo la narrativa.
En la trama, Lisa Nova es perseguida o acosada por seres paranormales, después de acercarse a Boro (interpretada por Catherine Keener). Uno de los artistas involucrados en la creación de estos monstruos, fue el pintor y escultor congolés Olivier de Sagazan, quien es reconocido por su obra ‘Transfiguración’. El trabajo de Sagazan es reconocido por la creación de personajes con los que logra producir un efecto escalofriante y grotesco. La obra mencionada es en la que construye capas de arcilla y pintura en todo su cuerpo para transformar y desarmar su propia figura, la que aparece dentro de la serie. “Con el diseñador de producción, Troy Hansen (Flash, 2017-2018), hubo una química muy buena porque resulta que, al igual que yo, también vivió en Los Ángeles en esa década. Teníamos muy claras las referencias y queríamos que el contexto histórico formara parte de las decisiones creativas. Todo dentro del set tenía una razón de ser”. “Utilizamos el color rosa para el departamento de Lisa por varias razones. En primer lugar, queríamos hacer sentir que su casa era un espacio “seguro”, donde podía resguardarse. El color nos ayudaba a remitirnos a un vientre; segundo, como referencia a la cultura popular de los noventa. Otra cosa interesante sobre esta locación fue que el rosa va cambiando de tono conforme se va transformando el arco dramático de Lisa y esto lo logré a través de la iluminación”.
RECURSOS VISUALES Y TÉCNICOS
«Este proyecto para mí se trataba de moldear la luz, pues no es solo un elemento para iluminar un espacio, sino que nos ayuda a entender el “agujero de conejo” donde se mete Lisa. Tal como ‘Alicia en el país de las maravillas’, Lisa no se da cuenta de lo que provocó con sus acciones. Al final, se hechizó a ella misma. Haber realizado esta serie ha sido una experiencia única. Logré explorar un sinfín de recursos dependiendo del estado del viaje emocional de los personajes.
«Había una mezcla de elementos que podía usar en favor de lo visual y me puse como regla el no repetirlos. De esta manera jugamos con la difracción de cristales, con reflejos, filtros de cámara y con mezclas de temperatura de color. Por ejemplo, en el segundo episodio, cuando ella comienza a tomar la poción, usamos un Lensbaby. En otro momento usamos vaselina directamente en el filtro; incluso, pintamos filtros manualmente para lograr los efectos que buscábamos”. El director de fotografía Robby Muller (‘París, Texas’), fue una gran inspiración, sobre todo por el uso de tungstenos, mientras que Cristopher Doyle (‘In the Mood for Love’) fue inspiración para la mezcla de temperaturas. “Durante los noventa en Los Ángeles, la iluminación no era con LEDs ni con sodios, era con lámparas de vapor de mercurio, justo como en ‘Paris, Texas’. Había luces fluorescentes por toda la ciudad. Todos estos tonos los busqué y estudié la forma de poder replicarlos mediante filtraje en Sky Panels y en las demás luces que llevábamos”.
La primera parte de la serie fue filmada durante cinco meses en Vancouver, donde se abordaron los interiores en locaciones y los sets construidos. “Iluminé con tungsteno y HMI. Parecía impráctico, pues le decía a mi gaffer: “Baja el 5k y ponle el filtro y la difusión”, pero para mí era muy importante. Siento que le da realismo, así era como se iluminaba en los noventa. “Los tungstenos los usamos para las noches y HMIs en el día. Por ejemplo, los tubos que se ven en ciertas locaciones son luces fluorescentes con filtros que realmente pertenecen a aquella época; un momento de realidad entre lo que podía sentirse con la luz de los productos de esa época”. Como muchas producciones audiovisuales del 2020, esta serie se vio afectada por la pandemia. La parte de Vancouver fue realizada en el mes de Marzo 2020, mientras que la parte de Los Ángeles, se realizó en Octubre del mismo año. “Retomar el proyecto fue un poco difícil, sobre todo por todos los cuidados, las exigencias y los protocolos que se debían cumplir para poder estar en el set. Por ejemplo, nos hacían la prueba PCR a diario y sólo podían viajar dos personas en una misma camioneta. Por otro lado, a pesar de la dificultad, ya sabíamos y teníamos claro lo que necesitábamos de Los Ángeles; los exteriores nocturnos eran prioridad y necesitábamos congruencia y continuidad con los interiores realizados en Vancouver”.
APROVECHAR LA SITUACIÓN
Celiana Cárdenas prepara minuciosamente cada uno de los detalles dentro de sus proyectos y su experiencia como directora de fotografía, además del trabajo artístico, puede verse a la hora de tomar decisiones técnicas en relación al presupuesto. En algunas ocasiones no es posible tener la cantidad de luces que quisieras, para ello debes saber resolver en el momento aprovechando los elementos que tienes a la mano. Celiana nos comparte una secuencia en la que la locación ayudó a su iluminación. “Hay una secuencia en la que Lisa y Lou están en un coche y la luz roja del semáforo se proyecta en la cara de ella; esa luz roja es el primer indicativo de que ella se encuentra en peligro. Más adelante va a un mirador junto con Lou y en ese mirador había una torre que emitía una luz roja. Yo no la planté ahí, pero aprovechamos ese momento y en definitiva aportaba mucho a la idea de que Lisa se encuentra en peligro al estar con ese hombre. En lugar de cubrirla, la dejamos ser parte de nuestro universo”.
Justo en la escena del mirador, teniendo todas las luces de la ciudad de fondo, es que se nota una característica muy peculiar en el tratamiento de la imagen. “Decidí utilizar unos lentes híbridos: los Mini Hawks. Esta óptica tiene como característica un bokeh que no pertenece a los anamórficos ni a los esféricos. Es algo muy extraño y peculiar. Sólo existen 8 juegos de esta óptica en el mundo y logré trabajar con uno de ellos”. “Probé varios lentes y desde el principio sabía que no quería lentes anamórficos. Probé con los Super High Speed -lentes construídos en aquella época-, sin embargo los Mini Hawk tienen la ventaja de ser macros”. La óptica se usó en conjunto con Sony Venice.
DIFERENTES TIPOS DE TERROR
Para los realizadores era importante diferenciarse de las producciones actuales del género y encontrar una manera de homenajear el estilo de los 80 y 90, cuando el horror psicológico estaba en auge. Una característica muy peculiar de esta serie es la existencia de tres líneas narrativas: la primera es lo que le sucede a Lisa y su relación con los demás en el mundo material; la segunda es lo que vive Lisa dentro de su cabeza ( todo su mundo interno); y la tercera es la metaficción que existe en su trabajo como directora en el cortometraje ‘Lucy’s eye’. “Para la parte de cortometraje tuve que pensar en algo que rompiera por completo con la estética visual del mundo real. Teniamos que enfatizar el hecho de que Lisa es una directora y para esto propuse que el cortometraje fuera en blanco y negro para hacerlo más puntual. Solamente se usó cámara en mano. El alto contraste fue un rompimiento total con todo lo demás de la serie”.
Algo verdaderamente interesante de las primeras dos líneas narrativas mencionadas, es la manera en la que abordan los elementos de horror y terror en cada una de ellas. La más distintiva es la psicológica, el mundo interno de Lisa. En este universo el horror está presente en las alucinaciones, las sombras o los elementos escatológicos que la atormentan. Por otro lado está el mundo real, que no es precisamente mejor que el otro. En este plano el horror está presente en una forma más cruel: violencia física y psicológica, acoso y abuso por parte de su productor y la gente cercana a Lisa.
Debido a la naturaleza fantástica del guión, era necesario que en todo momento estuvieran presentes un supervisor de efectos visuales y de efectos prácticos dentro del set. “Rosa Salazar (Lisa), vomitaba gatitos como parte del hechizo que realizó. Para esto, la actriz decidió meter el material con el que se daba el efecto de pelo en su boca para hacerlo más realista. Toda esa saliva que sale en pantalla es real. Al principio se realizaron pruebas para lograr, mediante angulación de cámara, un efecto de vómito, pero ella decidió hacerlo realmente. Al final los chicos de efectos visuales apoyaban con hilos atados a las marionetas de los gatitos para darles movimiento”.
SUPERANDO RETOS
La corrección de color fue un proceso muy complicado para la directora de fotografía. “Yo mandaba stills que tomaba directamente en set al colorista, pero el flujo de trabajo se vio afectado por el COVID y cuando se quiso retomar, todo esos stills se perdieron. Hubo una confusión con respecto a cómo se debería de trabajar. No me gustó hacía donde se inclinó la primera corrección y optamos por reiniciar el proceso para acercarnos lo más posible a mis stills”.
Otro reto al que se enfrentó Celiana Cárdenas fue al sufrir una fractura en el tobillo durante la filmación de la serie. “Era de madrugada y el trailer estaba estacionado incorretamente. Bajé rápido y, por el desnivel entre las escaleras, se me fracturó el tobillo. Aún con el dolor, cumplí mi jornada laboral desde las 6 am hasta las 8pm. Solo al terminar el llamado me fui al hospital a que me atendieran. Fueron 6 semanas con muletas y una bota en el pie”.
“Me gusta rodearme y trabajar con gente que entienda lo que necesitamos como directores de fotografía para poder llevar a cabo todo lo que se requiere en un proyecto audiovisual. Cuando hablo con mi equipo, espero que todos entreguen el máximo. Existe una frase que me gusta para compartirla con mis colaboradores: `I don’t do good enough, I do great ́ (`No estoy aquí para hacerlo bien, sino excelente ́). “A pesar de las dificultades, este ha sido uno de los proyectos más gratificantes por el simple hecho de que disfruté hacerlo; disfruté de jugar, de la libertad creativa y de experimentar con un género nuevo. Ha sido una experiencia increíble. Me recalcó la fortaleza que tengo e hizo hincapié en la gran pasión que siento por mi trabajo”.