Diana Garay Viñas AMC, «Apertura DOP»

 Publicado por Comunicación AMC – Abril del 2021 

La fotógrafa mexicana, quien recientemente se unió a la AMC, nos cuenta sobre su trayectoria en el mundo de la cinematografía. Recalca la importancia de escuchar y estar presente en cualquier proyecto para transmitir una emoción.

COMIENZOS

“Hice alrededor de 4 intentos por entrar a las escuelas de cine del país, hasta que finalmente, en 2004, fui aceptada en el CCC. Pasé de compartir el aula con 60 personas en la carrera de Historia en la UNAM, a sólo ser 15 alumnos en el salón. Fue un gran cambio. Ya dentro de la escuela, el método de enseñanza estaba cargado de disciplina. Era un ambiente muy exigente, en el que si no llegabas a tiempo a la clase te mandaban de castigo a hacer el catering o a producir, no te dejaban fotografiar o dirigir, esto me marcó”.

Dentro de la carrera, la decisión de hacer intercambio o comenzar a realizar proyectos apareció en puerta. Para Diana lo más importante era probarse como directora. “Conforme fue avanzando el proceso escolar, me llamó cada vez más el documental. Fotografié varias tesis documentales de mis compañeros y realicé mi propio proyecto: “Mi amiga Betty” (2012). El cual cuenta la historia de mi amiga de la primaria y su encarcelamiento por el supuesto asesinato de su madre. Casi todos mis compañeros se fueron de intercambio, pero yo me quedé y compré una XDCAM 3, la cual estrenamos para este documental… Decidí llevar este proyecto como directora y no como fotógrafa porque sentí que tenía que ver a mi personaje a los ojosCreo que los fotógrafos muchas veces estamos pensando en la luz, en el encuadre, o en el movimiento de cámara; y no nos concentramos en escuchar, pero aquí pude enfocarme en todo lo que pasaba frente a la cámara, gracias al trabajo de Mariana Ochoa y Jimena Montemayor que se encargaron de la cinefotografía”.

A pesar del éxito que tuvo la película, Diana en ese momento no quería ser catalogada como documentalista por lo que tomó la decisión de realizar una tesis en 35 mm. “Con el documental me estaba yendo muy bien, recibí algunos premios. Pero yo estaba decidida a ser fotógrafa, así que me fui a hacer “Pata de Perro” que codirigí con mi hermano, quien había estudiado cine en Guadalajara. Es curioso que mis dos hermanos también se dedican al cine”.

Diana agradece el apoyo que ha recibido por parte de sus colegas, a lo largo de los años. “Maria Secco es una gran amiga mía, es una persona que me ha inculcado un montón de cosas. Ella operó cámara en “Pata de perro”. Tuve la oportunidad de ser asistente de María y de Dariela Ludlow AMC por un tiempo en la serie “Soy tu fan”. Me tocó ver crecer a esta generación de Directoras de Fotografía que estaban haciendo cosas muy interesantes”. Diana enfatiza lo importante que es crecer con modelos a seguir, la importancia de sentirse representada en figuras tan talentosas. Al salir del CCC, se dedicó por unos años a realizar contenido de televisión cultural para Canal 11 y Canal 22; a la par también realizaba Fashion Films y Realities (también para TV). “Comencé haciendo algunas Cámaras B con Martín Boege AMC, hasta que salió la oportunidad de hacer la Ópera Prima”.

“Distancias cortas” (Alejandro Guzmán, 2014)

Dirigida por Alejandro Guzmán (Estanislao) y escrita por Itzel Lara, esta película relata la historia de Fede, un hombre con obesidad mórbida que vive encerrado en su cuerpo y en hogar, alejado de las personas. Sólo su hermana y su cuñado lo visitan de vez en cuando. Un día Fede encuentra una cámara fotográfica, decide tomar fotografías y llevarlas a revelar. En la tienda de revelado conoce a Paulo, un joven con quien entablará amistad.

Fue gracias al programa de Óperas Primas del CCC que el proyecto comenzó con la producción, integrando así a la directora de fotografía. Las óperas primas pueden verse rodeadas de complicaciones. En el caso de “Distancias Cortas”, Diana comparte algunos de los principales retos que tuvieron que resolver para llevar el proyecto a fin. “Alejandro y yo estuvimos seis meses en pre producción. Veíamos películas; nos fuimos a muchos scoutings, a los cuales por cierto, llevamos a un doble con las características físicas necesarias del protagonista. Lo que es interesante de la Ópera Prima, es que al ser un proyecto de corte estudiantil, es pura gente que va empezando la que te ayuda a realizar todo, en este caso nos apoyaron los chicos de la generación de los Benjamines”.

“Fue todo un reto encontrar al protagonista. Recuerdo que fueron meses de búsqueda hasta que, por casualidad, conocí a Luca Ortega (músico de la banda “Los músicos de José”) en la premiere de otra película. Cuando lo vi inmediatamente pensé: “es él”. Alejandro lo convenció de estar en la película. Al final, Luca no sólo actuó, sino que también compuso la música original”.

Diana menciona, entre risas, que en el CCC recuerdan este proyecto como el proyecto en el que la fotógrafa realizaba pruebas de todo. “Este proyecto representó un trabajo monumental para mi, pues consideré importantísimo hacer una investigación amplia respecto a la obesidad mórbida. Sentí una necesidad muy grande por entender la fisonomía del personaje principal. Leía artículos, observaba a la gente que padece esta enfermedad para poder comprender su padecimiento y lograr proyectarlo”.

“Entre las pruebas, filmamos a mucha gente con obesidad (no actores) y vi claramente que es muy relativo el manejo visual que se necesita con respecto a la fisonomía, porque todos los cuerpos son muy diferentes, hay gente muy delgada de la cara, pero con obesidad. Estudié mucho el cómo hacer que el personaje no se viera delgado. Todo lo que nos parecía estéticamente correcto para el personaje teníamos que dejarlo a un lado. Por esta razón decidí utilizar lentes angulares”. “Al filmar, nos dimos cuenta que la estatura de Luca no nos hacía sentir esa opresión del peso, porque él es muy alto lo cual lo hacía lucir no lo suficientemente corpulento en ciertos ángulos. Así que se mandó hacer una botarga para ponerla al actor. Esta botarga pesaba casi 20 kilos, pero creo que fue un gran acierto; no se nota que sea falso“.

“Distancias Cortas” se filmó por 6 semanas: cinco en Ciudad de México y una en Veracruz. Utilizó la cámara Alexa con óptica Mini Cooke. “Hacer esta ópera prima fue, por supuesto, un gran aprendizaje. Creo que me hizo recuperar todo eso en lo que creía que me había atrasado por haberme enfocado en mi documental.” Con Distancias Cortas me dieron el premio Pantalla de Cristal a la mejor fotografía.

 

“La raíz doble” (Serie documental de Canal 22)

Después de fotografiar su Ópera Prima como fotógrafa, la carrera de Diana regresó por un tiempo a Canal 22 en donde participó en la serie documental que nos lleva a descubrir más sobre los pueblos originarios de México y las culturas indígenas. “El programa ya tenía varios años al aire cuando yo llegué y el formato era anticuado. Por fortuna le hablaron a un director que ya conocía, Alejandro Strauss, y me dijo que quería darle un giro a la estética del programa, quería hacerlo ver “más cinematográfico”.

“Este programa me cambió la vida, sólo contaba con dos Canon 5D, unos kinos y una maleta de 650W. Aprendí a iluminar y resolver con muy poco. Uno de los retos principales era no conocer las locaciones, así que al momento de llegar a ellas, tenía que sacarle provecho a todo. Trabajamos a marchas forzadas haciendo uso de la improvisación ya que teníamos que sacar un programa de treinta minutos en dos días”.

 

“Takeda” (Yaasib Vázquez, 2015/16).

La Ópera Prima documental del CCC del director Yaasib Vázquez (2015/16), nos presenta a un pintor japonés cuyo trabajo se ve influenciado por la adopción de la cultura oaxaqueña, fusionando en su arte dos mundos aparentemente desconocidos y diferentes. “Yaasib Vázquez y yo realizamos este proyecto en 2015, pero fue estrenado un par de años más tarde. De hecho, estaba en corrección de color de Distancias Cortas cuando comencé con las pruebas  para Takeda”.

“En Oaxaca, estrené la Amira que recién llegaba al CCC. Comencé a trabajar en la estética con la decisión de usar lentes muy angulares, porque me interesaba que se viera el fondo. Debíamos aprovechar todos los paisajes que íbamos a tener. Tenía que sentirse el ambiente”. “En este proyecto, algo que me preocupaba era el tono de piel de los personajes, porque tecnológicamente y desde el uso del negativo, el material está balanceado para retratar pieles caucásicas. Nosotros íbamos a retratar mucha piel morena, así que retome el uso de filtros low contrast (como en Distancias Cortas)polarizador. De igual manera aprendí que era mejor usar usar muselina y no Poroflex, para rebotar la luz”.

Diana recuerda que al principio de este rodaje contó con un gran equipo técnico; sin embargo, al ser un proyecto documental de varias etapas de filmación, tuvieron que adaptarse a los cambios. “Iniciamos el rodaje con la Amira y Zeiss High speed, porque me interesaba lograr una imagen más deslavada, pero en la siguiente etapa, la cámara y lentes ya no estaban disponibles, así que me fui con la RED Scarlet y Ultra Prime”.

Para cuando llegó el momento de irse a Japón esta situación cambió por completo. Sólo fueron al viaje las cabezas de departamento. “Estar en Japón representó un reto físico muy grande para todos, había que cargar la cámara, el tripié y la óptica, entre sólo cuatro personas. Eran alrededor de 12 cajas.  De igual manera filmamos algunas cosas en 16 mm y para esto Alpha 7s en algunos momentos en los templos. Fue un pastiche loquísimo para empatar todo el material. A la hora de corregir hubo que hacer mucho trabajo para intentar que se viera coherente la parte plástica visual”.

 

“Leona” (Isaac Cherem, 2018)

Para Diana, una de las cosas más importantes es la primera imagen que aparece en la película. La opening image te brinda la oportunidad de crear un tono, de crear un concepto; el cual se desarrollará a lo largo de la trama. En este caso, la película nos presenta el agua como un elemento de purificación.

Desde la intimidad del Tebila, “Leona” inicia presentándonos, a un grupo de mujeres unido por la religión y la sangre celebrando el paso de una joven judía a la vida de casada, sumergiéndose en el agua justo unos días antes de su boda. Es aquí en donde por primera vez vemos a Ariela, acompañando a su amiga; sin embargo, durante la película enfrentará el desprecio de su familia por su relación amorosa con un goy (joven no judío).

La película de 2018 es el debut como director de Isaac Cherem, la cual escribió en colaboración con Naian Gonzalez Norvind, quien interpreta a Ariela. Sobre su llegada al proyecto, Diana comenta que – “Mandé mi reel como fotógrafa, pero fue curioso porque me quiso conocer después de ver mi documental como directora. Ahí fue donde agradecí todo lo que antes había renegado como documentalista”.

Al igual que su proceso en “Distancias cortas”, Diana buscó empaparse lo más posible de la cosmovisión judía, para poder hacer un retrato respetuoso y fiel. “Una vez que Isaac vio mi trabajo, Elsa Reyes, la productora, me contactó y cuando comenzamos a preparar pasamos mucho tiempo juntos para ver películas. Isaac me invitó a reuniones y eventos familiares como el Sabbat, para que conociera de cerca de la comunidad judía que me era completamente ajena.  La relación fue muy agradable, nos llevamos muy bien, incluso nos tiramos del paracaídas juntas. Entre las películas que vi esta: “Morirse está en hebreo”, que fotografió Celiana Cárdenas AMC”.

“La película tenía un presupuesto limitado, teníamos el equipo de La Film Boutique y me llevé una Alexa Mini y los Cooke Panchro PS TechnikEstábamos buscando una estética más cercana al documental y estos lentes, al ser ligeros, me lo permitían”.

“Isaac tenía 25 cuando hicimos esta película. He encontrado que me gusta trabajar con directores jóvenes porque existe una ligereza y espontaneidad diferente; es un director muy divertido, que se ríe de sí mismo y creo que logramos hacer una película muy honesta”.

Sobre los retos, Diana comparte que una de las principales preocupaciones era terminarla en 1 mes, sabiendo que contaban con 27 locaciones. “Teníamos que lograr la naturalidad en las locaciones que estaban determinadas desde un inicio. Muchas de ellas son espacios que existen en la vida real, de amigos y familiares de Isaac. Sobre todo, debíamos hacer sentir que la protagonista no estaba cómoda; que de alguna forma conforme va pasando la película se distanciaba. El único momento en el que ella estaba cómoda y se desenvolvía, con naturalidad, es cuando pintaba. Ella era de alguna forma ajena a su familia, ajena a los suegros, ajena a cualquier lugar al que se enfrentaba”.

 

“Sin regresos” (Karla Badillo, 2019)

La buena relación que se creó en el set de “Leona” la llevó a su siguiente proyecto de cortometraje, con una nueva directora. “Sin regresos”, nos invita a explorar la vida de dos novicias dentro de un convento. Una de ellas prófuga de la justicia (Karina) y la otra entregada a dios (Emilia). Cuando Karina pide ayuda para fugarse, la tentación hará que Emilia descubra cuáles son sus verdaderos deseos.

“Llegué a este proyecto gracias a Dan Chávez, quien era el asistente de dirección en “Leona”. Nos hicimos muy amigos en el set y me comentó sobre una directora con un proyecto en Woo Films. Conocí a Karla Badillo y comenzamos a trabajar en él. Lo interesante de Karla es que tiene un rollo muy importante con la ropa y el mundo católico, esta fusión crea un universo muy particular. En ese entonces, ella tenía 25 años y había hecho un fashion film con muy buen recibimiento. ”.

“Sin regresos” tenía mucha producción, utilizamos una Alexa Mini con los ZEISS CP.3, e igual que en Leona, me decidí por retomar el Glimmer Glass. Este filtro tiene la cualidad de suavizar los detalles de la piel y crear una pequeña reducción en el contraste con un aspecto más etéreo. Disfruté mucho de este proyecto. En primer lugar, la locación era increíble. Teníamos tanto de donde aprovechar”.

«Sin Regresos»
Alexa Mini
ZEISS CP.3
filtro: Glimmer Glass
«Distancias Cortas»
Alexa 35 mm
Mini Cooke
«Leona»
Alexa Mini
Cooke Panchro PS Technik
con filtro Glimmer Glass
Gaffer: Carlos Campos

UN ARTE SUBVERSIVO

El acto de ver cine no es un acto pasivo; es una forma de pensar” – Amos VogelTal cual como lo menciona el escritor austriaco en sus ensayos, el cine tiene la capacidad de atravesar fronteras y modificar el pensamiento del espectador. El ritual simbólico de entrar a la sala oscura y sumergirse a una nueva realidad a través de la pantalla es una invitación a descubrir una nueva forma de ver.

Hemos sido testigos de cómo algunos proyectos cinematográficos tienen la capacidad de mover masas y generar cambios sociales. Diana hace una invitación a la comunidad cinematográfica en general a ser más responsables y conscientes de lo que estamos contando. “Hay que empujar a tener mejores contenidos, que haya más profundidad en sus discursos, pues en muchas ocasiones filmamos con dinero público; justo en el público hay que pensar.”

“Debemos tener un compromiso como cineastas y como artistas para hacer de este un mundo mejor. Estoy convencida de que la cámara es una de las armas más potentes, la gente cree lo que se le muestra, y esto puede cambiar vidas y modos de pensar y actuar. Necesitamos buscar formas más inteligentes, profundas y humanas para contar”.

Para finalizar, la fotógrafa recalcó la importancia de la representación fuera y dentro de la pantalla. “Tuve la inmensa fortuna de colaborar con mujeres sumamente talentosas, quienes cuando entre al CCC estaban empezando a construir sus carreras, Celiana Cárdenas AMC aún no había fotografiado su primera película; Erika Licea AMC, mi maestra, ya había realizado “Quemar las naves”; María Secco AMC, SCU es apenas cuatro generaciones arriba de la mía, fui asistente de  Dariela Ludlow AMC y esta cercanía me permito aprender de todas ellas y haber formar lazos de amistad y compañerismo.

“Hace aproximadamente un año, en un panel de cinefotógrafas, me di cuenta que estaba sentada a lado de mis mentoras. Con Apertura DOP se ha logrado un estado de conciencia muy importante. Es maravilloso que de 15 años para acá ya no son sólo cuatro las fotógrafas que representan a la comunidad femenina. De alguna manera cuando yo veía a Dariela o a María en el CCC me decía a mí misma ¡si se puede!. Aquí resalto que tener modelos a seguir es fundamental. Que una niña que ve a una mujer astronauta, cambia las cosas. Lo bonito es que, así como la generación de ellas me abrió las puertas a mi, yo aspiro a poder abrirle las puertas a las generaciones que apenas se están formando, para que cada vez sea más fácil entrar a la industria. En Apertura DOP siento que hemos aprendido nuevas formas de apoyarnos, de conocernos y de entender que hay otras maneras de ver y existir el mundo”.

Lo que viene para Diana es fotografiar una serie en las siguientes semanas y a mediano plazo dirigir un guion en el que lleva un tiempo trabajando, junto con su querida amiga Dariela Pérez. “Siento que es una historia que tengo que tengo que dirigir y que fotografiar; tengo en mente que es muy importante llevar operadora de cámara. Con los años me he ido haciendo de mi equipo, tengo unos lentes vintage y unas luces por ser embajadora de Kinoflo. Es una película que pasa entre Baja California y la CDMX. Es una película muy visual, quiero capturar paisajes y las atmósferas nocturnas del desierto. Actualmente estamos trabajando en el desarrollo y búsqueda de financiamiento”.