Michael Ballhaus – Foto de Cinema 5d
«Uno puede hacer cualquier cosa que se proponga. A veces necesitas más tiempo, más esfuerzo o más dinero, pero al final siempre lo consigues…» Michael Ballhaus.
Desde Rainer Werner Fassbinder hasta Martin Scorsese, se observan dos períodos distintos en la carrera de uno de los directores fotografía imprescindibles, Michael Ballhaus, el cine alemán de la década de 1970 por un lado y el cine estadounidense desde 1983 en adelante.
Uno de los directores de fotografía imprescindibles es Michael Ballhaus, quien comenzó su carrera en televisión, pertenece a esa nueva generación de cinematógrafos que surgió dentro del movimiento del Manifiesto de Oberhausen (1962) y ayudó a renovar el cine alemán.
¿Quién era Michael Ballhaus?
Nacido el 5 de agosto de 1935 en Berlín de padres actores (Oskar Ballhaus y Lena Hutte) que también eran dueños de un teatro y convertirse en actor, y también comenzó a practicar fotografía a los 15 años con un Rolleiflex que fue un regalo de sus padres.
Sus conexiones familiares le permitieron contactar a Max Ophüls y ver el rodaje de Lola Montès en los Estudios Bamberg y en el Geiselgasteig (sur de Munich) donde se filmaron las escenas de circo, entre otras cosas.
Foto de Panorama Audiovisual
Este mundo teatral que se hizo más dinámico por los movimientos de la cámara lo fascinó y lo ayudó a decidir su vocación: se convertirá en un director de fotografía y seguirá obsesionado con el movimiento de la cámara que se convertirá en su sello distintivo, y tomas circulares a menudo comentados.
Después de estudiar fotografía durante dos años (todavía no había una escuela de cine en Alemania), Ballhaus comenzó a trabajar como asistente en una estación de televisión (SWF) en Baden-Baden y poco después comenzó a filmar películas de televisión como camarógrafo durante la década de 1960, que fueron dirigidos por artistas como Peter Lilienthal, Herbert Vesely, Johannes Schaaf y Tom Toelle.
Raoul Coutard, su referente
Como muchos camarógrafos de su generación, fue influenciado por el trabajo de Raoul Coutard: “Mi maestro era Raoul Coutard, recuerdo haber visto Le mépris (desprecio) veintitrés veces”.
Sus inicios en el cine datan de 1968 con Mehrmals täglich, de Ralf Gregan, y al mismo tiempo (1967-1969) enseñaba en la Academia de Cine y Televisión de Berlín, que acababa de abrir. Las discusiones con los estudiantes, la vivencia de las confrontaciones del movimiento estudiantil, así como la libertad para experimentar que ofrecía la escuela superior de cine terminaron siendo para Ballhaus experiencias extraordinariamente fructíferas en su trabajo con la cámara. Su carrera alemana alternó entre la pequeña y la gran pantalla durante la década de 1970.
Estilo
Con sus fluidos movimientos de cámara y zooms, y una cierta estilización en la elección del encuadre, sus colores y su iluminación contrastada, Fassbinder y Ballhaus perfeccionaron en quince películas, culminando en la coherencia y la belleza artística de Despair y The Marriage of Maria Braun, que fueron sus dos últimas películas juntos.
El estilo de dirección de Fassbinder juega en un estilo virtuoso con espejos, vidrio y marcos de puertas que estrechan el marco, pero todo está unido en una elegante fluidez de movimientos de la cámara (travelling, zooms y cambios de enfoque) sin sacrificar la iluminación, que es generalmente direccional para mejorar la profundidad y el contraste. Las relaciones entre el director y su director de fotografía no siempre fueron suaves. Ballhaus agregó que Fassbinder le había enseñado a pensar como un director, y no como un camarógrafo enfocado en problemas técnicos.
Fue en Martha, una película televisiva de 16 mm filmada en 1973, donde aparece la primera toma de seguimiento de 360°. En la escena del primer encuentro entre los dos protagonistas (Margit Carstensten y Karlheinz Böhm), Fassbinder le preguntó a Ballhaus cómo hacer que la escena se quede en la mente de los espectadores. Ballhaus sugirió una toma de 180 ° a su alrededor. “¿Por qué no dar la vuelta?” preguntó Fassbinder. Así es como nació un sello distintivo del estilo de Ballhaus, y uno que repetiría a lo largo de su carrera.
Ballhaus trabajó en los EE.UU. no sólo con Scorsese sino también con directores como John Sales, James Foley, Paul Newman, Peter Yates, Jim Brooks, Frank Oz, Steve Kloves, Francis Ford Coppola, Wolfgang Petersen, Robert Redford y Mike Nichols. A este último se le atribuye la frase: “Working with Michael is like being in heaven, only you don’t have to die for it.” (Trabajar con Michael es como estar en el cielo, solo que no tienes que morir por ello).
Ballhaus cultiva una marcada preferencia por la cámara emplazada sobre rieles pero ha sabido perfeccionar también de forma sorprendente los desplazamientos de tipo Steadycam. En el empleo de la cámara manual opta siempre por dejarla ‘respirar’. Maneja a la perfección el efecto de vértigo que se logra al retirar la cámara, pero acercando al mismo tiempo la imagen mediante la lente zoom.
En un solo plano Ballhaus hace hasta cinco aperturas del diafragma de la cámara y en algunas escenas recurre a veces al Speed-Change, mediante el cual se puede aumentar o reducir la velocidad con la que corre la cinta. Son estas técnicas, siempre subordinadas a las historias narradas, las que consiguen la singular estética de Ballhaus. Suele jugar con los límites de aquello que es factible desde el punto de vista de la técnica de cámara. Cada una de sus películas presenta innovaciones estilísticas.
Aun así se reconoce en ellas su inconfundible cuño por la movilidad de la cámara, la inigualable dinámica y una muy fina relación con los complejos escénicos. Se suele sostener que una película de Ballhaus parece siempre más cara de lo que realmente fue.
El director Tom Tykwer describe el secreto de Michael Ballhaus en su libro “El ojo volante – Michael Ballhaus en conversación con Tom Tykwer” editado en 2002 por la Editorial Berlin Verlag: Ha sido incesante en su curiosidad, en su afán por innovar el lenguaje cinematográfico, sin haber olvidado jamás que siempre en el centro de una buena película sólo está el hombre con sus conflictos existenciales. “Ha sabido reunir de manera fascinante una mirada cómplice y nunca distanciada sobre las figuras fílmicas con una alta complejidad técnica”.
3 PELÍCULAS IMPRESCINDIBLES DE MICHAEL BALLHAUS Y SUS DETALLES TÉCNICOS
“Despair” (Desesperado)
Foto de Contemporary Arts
Sinopsis: Berlín años treinta y el dueño (Dirk Bogarde) de una fabrica rusa de chocolates se hace pasar por otra persona.
Director: Rainer Werner Fassbinder – Año 1978
Cinematografía: Michael Ballhaus
Montaje: Rainer Werner Fassbinder, Juliane Lorenz
Guión: Tom Stoppard, Vladimir Nabokov
Relación de aspecto distribuido: 1.66: 1
Ancho negativo de película de 35 mm
Cámaras Arri
“Goodfellas” (Uno de los nuestros)
Sinopsis: Henry, un niño de trece años de Brooklyn, vive fascinado con el mundo de los gánsters. Su sueño se hace realidad cuando entra en la familia Pauline.
Director: Martin Scorsese – Año1990
Guión: Nicholas Pileggi, Martin Scorsese
Director de Fotografía: Michael Ballhaus
Montaje de Thelma Shoonmaker y James Y.Kwei
Cámaras: Arriflex 35 BL4s
Lentes: Zeiss Lenses
Relación de aspecto: 1.85:1
Tamaño Negativo: 35mm
“Departed” (Infiltrados)
Foto de Pinterest
Sinopsis: Billy Costigan (Leonardo DiCaprio), policía del Sur de Boston, trabaja de forma encubierta para infiltrarse en la organización de la pandilla del jefe Frank Costello (Jack Nicholson). Cuando Billy se gana la confianza del gángster, un criminal de carrera llamado Colin Sullivan (Matt Damon) se infiltra en la policía para reportar sus actividades a los jefes de su sindicato. Ambas organizaciones descubren que tienen a un enemigo en sus filas, Billy y Colin deben descubrir sus identidades.
Dirección: Martin Scorsese – (Año 2006)
Cinematografía: Michael Ballhaus
Edición: Thelma Schoonmaker
Guión: William Monahan, Alan Mak, Felix Chong
Cámaras: Arricam Studio (ST), Arriflex 235 y Arriflex 435
Lentes: Zoom Angenieux Optimo – Lentes Master Prime, Zeiss Ultra Prime.
Relación de aspecto distribuido: 2,39: 1
Película 35mm Kodak
Fotogramas de filmes: Pandillas de Nueva York, After Hour, La última tentación de cristo, Los fabulosos baker boys, La edad de la inocencia, y Drácula.
“La edad de la inocencia” de Martin Scorsese (1985)
“La edad de la inocencia” de Martin Scorsese (1985)
“Después de hora” de Martin Scorsese (1985)
“Después de hora” de Martin Scorsese (1985)
“Después de hora” de Martin Scorsese (1985)
“La última tentación de Cristo” de Martin Scorsese (1988)
“La última tentación de Cristo” de Martin Scorsese (1988)
Los fabulosos Baker Boys” de Steve Kloves (1989)
“Los fabulosos Baker Boys” de Steve Kloves (1989)
“Drácula, de Bram Stoker” de Francis F. Coppola (1992)
“Drácula, de Bram Stoker” de Francis F. Coppola (1992)
“Pandillas de Nueva York” de Martin Scorsese (2002)
“Pandillas de Nueva York” de Martin Scorsese (2002)
Martin Scorsese y Michael Ballhaus