ALDO SESSA: “Me siento un tipo muy común”
ALDO SESSA
Noticias: Vicky Guazzone Di Passalaqua
Foto: Marcelo Escayola
El fotógrafo acaba de inaugurar su nueva muestra, hecha con su celular. Batalla por un retrato y ser celoso del tiempo.
Suele decirse que los más grandes son los más humildes. Y en el caso de Aldo Sessa, la premisa se cumple. Cuando un día antes de la entrevista se le envía un mensaje para recordar la cita, el legendario fotógrafo, que entre otros logros de su carrera cuenta libros con Silvina Ocampo, Ray Bradbury y Jorge Luis Borges y que antes fue un pintor que hizo más de 200 exposiciones por el mundo, contesta con un entusiasta “¿de verdad creen que me voy a olvidar de algo tan importante? Los espero ansioso”.
Al día siguiente, el entusiasmo está intacto. Se ve en la dedicación con la que se entrega a los retratos, en el interés con el que habla con su colega fotógrafo y le muestra su enorme colección de cámaras antiguas, y en las invitaciones que reparte para su nueva muestra en la Galería Maman, “Mi tercer ojo”. A punto de cumplir 80 años, su energía y pasión creativa están más vivos que nunca.
Noticias: ¿Cómo nació “Mi tercer ojo”? Muchos fotógrafos reniegan de las nuevas tecnologías…
Aldo Sessa: En los últimos cinco años empecé a prestarle atención a las cámaras digitales de los teléfonos. Siempre salgo con tres máquinas a sacar fotos: una digital de mucha definición, una rolleiflex de toda la vida y una Leica. El teléfono lo tenía solo por si me llamaban. Pero con el avance tecnológico de cada modelo se fue instalando en mi mente y pasó de ser un simple bloc de apuntes a darme fotos fantásticas y abrirme a un juego que me trajo de nuevo a la niñez, porque lo uso como un juguete. Empecé a hacer fotos mucho más experimentales y muy desinhibidas, y me fui entusiasmando muchísimo.
Noticias: ¿Diría que le cambió su forma de hacer fotos?
Aldo Sessa: El resultado de este experimento fue que hice buenas fotos, pero sobre todo experimenté muchísimo. Tengo en el teléfono cosas que no hice nunca con la cámara. Y quise mostrar eso, porque me hace sentir muy bien esa desinhibición. Al mismo tiempo, me ha hecho reflexionar sobre el poder de la fotografía en este siglo y en el futuro. Toda esa gente que levanta un teléfono y fotografía algo está aprendiendo a ver. Esto está generando una revolución de la mirada. Se empieza a usar el teléfono con intenciones más artísticas, y eso va a derivar en que un porcentaje de los miles de millones de personas que lo usan se va a enganchar y puede ir trazando una nueva línea en este arte.
Noticias: ¿Usted tiene Instagram, por ejemplo?
Aldo Sessa: Sí, aunque no lo uso mucho porque no me interesa la parte social, no tengo tiempo para que me saquen ojos para hacer otra cosa que fotos. Pero creo que para la fotografía, que es el arte más moderno, va a ser muy importante el aporte y la evolución que surja a partir del teléfono y sus usos. Me encanta demostrar que en la fotografía el instrumento es lo de menos, que lo importante es la creatividad y el ojo. Y en ese sentido el teléfono es un gran formador. A mí me encanta experimentarlo muy a fondo como parte de mi desarrollo como fotógrafo, donde he usado todo tipo de máquinas y procesos, y donde siempre traté de estar a la vanguardia con mi cabeza.
Noticias: ¿Por dónde pasan sus inquietudes y obsesiones en la fotografía hoy?
Aldo Sessa: Siempre he tenido la suerte de poder hacer cosas que me interesaran. La fotografía siempre fue para mí una motivación pasional, nunca trabajé sobre un tema que no me conmoviera. Hoy me sigue gustando mucho la labor solitaria del fotógrafo, en la que sos como un cazador de imágenes y de almas tratando de ser lo más imperceptible posible, para no inhibir a la presa. Estoy muy abierto y me gusta mucho estar en contacto con todo tipo de gente. Me interesa la gente extraña, entrar en el lugar prohibido, conocer mundos desconocidos en el sentido humano.
Noticias: ¿Es de dar consejos a fotógrafos que comienzan?
Aldo Sessa: Mucha gente me muestra sus fotos, y jamás dije si algo me parecía un bodrio. Siempre digo que me parecen fantásticas, porque tengo muchas historias de amigos a los que les pasaron cosas terribles con grandes maestros que los sacaron de pista absolutamente. Creo que esa chance se la tenés que dar a todo el mundo. Hay que dar un consejo o una aprobación piadosa, y luego tratar de encaminar en alguna dirección en la que se puedan descubrir. Si después no encuentran el camino no se puede avanzar con gente colgada de los hombros, pero siempre que puedo, ayudo.
Noticias: Ha hecho muchos retratos de personajes reconocidos, ¿cómo es lidiar con ese ego?
Aldo Sessa: La realidad es que no me importa que a la persona le guste o no. Hice muchos retratos de personajes muy famosos y siempre capté lo que me interesaba de ellos desde el punto de vista perceptivo, y busqué eso que a mí me parecía que hacía clic. Muchas veces no lo lográs, porque la persona que está adelante no quiere que vos llegues a la profundidad. Es una batalla campal hacer un retrato, porque vos querés algo, el otro tiene miedo y vos vas penetrando de alguna forma.
Noticias: ¿Ha tenido desavenencias en ocasiones?
Aldo Sessa: Sí, me ha pasado. Dos o tres veces, con personalidades importantes. Las más difíciles son las mujeres, porque tienen una idealización de sí mismas. Y cuando estás siendo fotografiado no te ves, no ves el ángulo, la luz, cómo se reflejan tus ojos, qué están haciendo con vos. Y eso te pone muy a la defensiva. Hubo gente a la que le ofrecí copias y me dijeron que no les gustó la foto. Pero no me ofendo, no me importa nada
Noticias: ¿Alguna vez ha dicho que no?
Aldo Sessa: Sí, me he dado el gusto, pero prefiero no decir a quien. Digo que no por desinterés, a veces no quiero hacer cosas que otros pueden hacer mejor que yo. Me han pedido que haga casamientos y dije que no; el fotógrafo de sociales lo va a hacer mucho mejor. Hay muchas especialidades de la fotografía que no me interesaron y en las que sé que no soy bueno.
Noticias: ¿Y qué le pasa cuando lo fotografían a usted?
Aldo Sessa: Me inhibe bastante, porque no me interesa estar del otro lado. Soy un tipo básicamente muy tímido. No me gusta tanto estar con mucha gente, me gusta hablar tête à tête. Me interesa la fotografía, la familia, unos pocos amigos.
Noticias: ¿Esto es algo que aprendió y aplica en el último tiempo o siempre fue así?
Aldo Sessa: Cuando hice mis libros con Manucho, con Silvina, con Borges, con Bradbury, yo pensaba que eran tipos complejos. Y a través de mi carrera, la vida me fue complicando a mí también un poco. La gente te invade mucho a medida que sos más conocido. Podés acceder a diálogos importantes, profundos, donde aprendés mucho, pero también hay mucho superficial y lleva tiempo. Así que atesoro el tiempo cada vez más, porque además estoy lleno de ideas y ganas y ya me queda menos. Por otro lado, tengo una plena consciencia de haber vivido intensamente mi vida. Y cuando la relaciono con mi edad, siento que he vivido el doble de los años que tengo.
Noticias: ¿A esta altura se admite un gran fotógrafo?
Aldo Sessa: Siempre tuve la duda de si lo era. Creo que lo importante es nunca perder de vista que todo es relativo. No significa nada lo que uno hace, es un punto de vista al que hay que ser fiel. Si no hacés lo que sentís y hacés fotos para que le gusten a otros, estás liquidado. Si copiás, también. Me preguntan a veces si nunca descanso, pero para mí hacer lo que hago no significa cansancio ni trabajo. Es puro placer, soy inmensamente feliz. También aprendí, a través de los años, que la vocación no alcanza. Hay que tener, en cambio, pasión, porque es mucho más irracional que la vocación. Y es lo que te permite estar en un avión con las puertas abiertas con dos grados bajo cero y no sentir frío, tal como hice sacando fotos a las ballenas de Península Valdés.
Noticias: ¿Le importa cómo va a ser leída su obra el día que no esté?
Aldo Sessa: No me importa nada. La retrospectiva del año pasado me pareció estupenda, disfruté mucho del entusiasmo que tenían Vicky Northoorn y mi hijo Luis, pero ellos estaban muy preocupados por la emoción que yo iba a sentir cuando entrara a la sala. Y la verdad es que no me desmayé. De golpe sentí que no eran mías, me fijé en lo técnico, en la estética de la muestra. Porque me siento un tipo muy común. Sé que veo bien y que soy capaz de resolver una foto, pero admiro a un coleccionista, a un tipo que esté apasionado cocinando, a un gran médico. Hay tanta gente genial que no me siento nada genial.
Noticias: ¿Hay alguna foto que le gustaría rehacer?
Aldo Sessa: Me gustaría rehacer algunas series de fotos. Por ejemplo, “Árboles de Buenos Aires”, que lo hice con Silvina Ocampo, me llegó al alma. Ella escribió unos poemas y me hizo ver los árboles como si fueran seres humanos, tal era su pasión. Y nunca más salí de ese mundo, me dejó ese romance.
Noticias: ¿Tiene recuerdo de cada foto que hizo?
Aldo Sessa: Yo miro una foto y me acuerdo hasta el olor del aire. Recuerdo los sonidos, la hora. Cuando pienso en una imagen sé con qué formato de cámara la saqué, y estoy de regreso ahí. Es como una máquina del tiempo, porque además me parece que fue ayer.
La estatua de la Libertad, vista por el artista. (Foto: Aldo Sessa)
De casualidad vi en la pantalla de mi computadora algo de Bob Dylan que decía que ‘nadie es libre, ni siquiera los pájaros’. Entonces tomé un taxi y me fui a Tribunales. Empecé a mirar cómo estaban los pájaros, como volaban, como se posaban en los cables que había. Hice esta serie de fotos y ahí me di cuenta de que los pájaros libres en una ciudad están dentro de una gran jaula». (Foto: Aldo Sessa)
«Cuando estás en esto desde toda la vida empezás a descubrir, tenés el ojo, el ojo, el ojo. Es la clave de todo. Todo es visual». (Foto: Aldo Sessa)
El sello personal de Aldo Sessa es inconfundible y se mantiene más allá de la técnica que utiliza para tomar sus fotografías. (Foto: Aldo Sessa)
La muestra «Mi tercer ojo» es la primera del artista en que sólo se exponen fotografías tomadas con el celular. (Foto: Aldo Sessa)
La mirada de José Luis Cabezas que estaba al ingreso del edificio de la calle Chacabuco donde la Editorial Perfil tuvo sus redacciones hasta 2014. (Foto: Aldo Sessa)