BERNAT BOSCH DF de “Los renglones torcidos de Dios” de ORIOL PAULO (2022).

El director Oriol Paulo y el director de fotografía Bernat Bosch, AEC, eligieron los objetivos Cooke Anamorphic/i Full Frame combinados con una Alexa Mini LF para lograr un aspecto cinematográfico para la adaptación de la novela God’s Crooked Lines de 1979. La película se presentó en la sección Perlak del 70º Festival Internacional de Cine de San Sebastián en septiembre de 2022 y se estrenó en cines el 7 de octubre y estará disponible en Netflix en diciembre.

La película sigue a Alice Gould, una investigadora privada que ingresa en un hospital psiquiátrico simulando paranoia para resolver un crimen. Pero un gran giro de los acontecimientos pondrá en duda su cordura y si realmente está diciendo la verdad. El reparto incluye a Bárbara Lennie (Magic Girl, The Mess You Leave Behind) y Eduard Fernández (Everybody Knows, El Niño).

Filmada en la primavera de 2021, la película siempre estuvo prevista para rodarse en formato anamórfico, un formato estrechamente relacionado con las películas de Oriol y su visión cinematográfica de buscar una estética muy agradable y una imagen amplia.

Aunque la película está ambientada en la década de 1970, Oriol y Bernat querían alejarse de una película temática de los años 70, pero al mismo tiempo ofrecer indicios sutiles de la época, pero también proporcionar una estética que pudiera llevar a la audiencia a creer que los hechos podrían estar sucediendo hoy. El equilibrio, la calidez y las imágenes naturales de The Cooke Look eran la opción perfecta para este thriller psicológico, ya que encapsulaba el aspecto clásico que Oriol y Bernat querían lograr y, después de algunas pruebas, la casa de alquiler española Ovide proporcionó los objetivos Cooke Anamorphic/i Full Frame.

Lo que más sorprendió a Bernat fue el rendimiento de las lentes en las escenas de primeros planos, donde llevó al límite el formato anamórfico.

Para exteriores filmados de noche, como el centro psiquiátrico, los Anamorphic/i FF dieron un resultado excelente. “Los lentes aportaron una luz especial, su destello característico, que añadió un misterio sofisticado a las escenas”, dijo Bernat. “También fueron excelentes para capturar figuras, ofreciendo formas contrastantes para que el público pudiera seguir fácilmente los eventos en la oscuridad”.

Hubo un momento de iluminación relacionado con los objetivos que, sorprendentemente, se produjo durante la fase de montaje de la película. Centrados en una relación de aspecto de 1:2,35 para cumplir con todos los formatos convencionales, Oriol y Bernat no habían desafiado el formato tradicional, pero fue al ver el formato nativo 1:2,55 que ofrece Cooke cuando se encontraron viendo otra película.

Para Bernat, Cooke es una herencia. “Cooke ha sabido heredar un cierto clasicismo y traerlo a la actualidad, siendo capaz de transmitir su personalidad característica a todos sus objetivos. Son objetivos en los que puedes confiar y llevar al límite para permitirte explorar más, pero siempre cumplir”, afirma.