WELAB Plus
11 de Marzo 2020
Exponer correctamente en cine es la preocupación de todo director de fotografía y por ello partimos del triángulo de exposición original creado por los fotógrafos. Se compone de la apertura del diafragma, la profundidad de campo, el ISO, la velocidad de obturación y frames (cuadros) por segundo.
Imagen vía: Photoplls.com
Variables para exponer correctamente en cine:
- Apertura del diafragma.
- Profundidad de campo
- ISO
- Velocidad de obturación y velocidad de fotogramas
- Frame rate/cuadros por segund
1. APERTURA DEL DIAFRAGMA EN LA EXPOSICIÓN CINEMATOGRÁFICA
El diafragma se encuentra en el objetivo de la cámara. Está formado por unas palas que se abren y cierran para dejar pasar más o menos luz. Trabaja de un modo similar a la función que realiza el iris en el ojo humano.
Importante, al ubicarse en el objetivo, no en el cuerpo de cámara, según el objetivo que usemos tendremos un diafragma con un mínimo y máximo diferente. Muy importante saber diferenciar entre el tipo de ópticas utilizadas.
Se representa con el número f. Cuanto menor es el número f mayor apertura tendremos por lo que obtendremos más paso de luz. Es decir que f.2 será mayor que f.4.
2. PROFUNDIDAD DE CAMPO
La profundidad de campo es clave para exponer correctamente en cine y es el espacio que encontramos a foco/nítido que existe por delante y por detrás del sujeto enfocado. Por ejemplo, si el espacio detrás del sujeto enfocado está borroso diremos que tiene corta profundidad de campo.
Cuando el diafragma está más abierto, deja pasar más luz, es decir tenemos un número f bajo obtendremos menos profundidad de campo.
Este look se utiliza para centrar la atención en el sujeto y es muy usado en el cine como técnica narrativa ya que concentra la historia en un elemento del plano.
El efecto “bokeh” es la estética que se produce con estos parámetros, ya que todo aparece fuera de foco excepto el sujeto de la acción.
Si usas un número f. alto puedes mantener el foco en toda la escena, lo que conocemos como larga profundidad de campo. Se utiliza para paisajes y lugares que tienen relevancia en la narración y conforman el contexto y ambiente de la historia.
Además, la profundidad de campo también se verá afectada dependiendo del tipo de objetivo que utilicemos por lo que tendremos más o menos espacio nítido según el uso que le demos. Mira el siguiente ejemplo:
Alcanzar cierta profundidad de campo para tu proyecto puede darte una exposición no deseada, poca luz, por ejemplo. Así que es importante hablar del papel que juega el ISO para exponer correctamente en cine.
3. ISO
El ISO es la sensibilidad que tiene la cámara, el sensor de ésta, a recoger la luz. Cuanto más bajo sea el ISO, menos sensibilidad a la luz tendrá. Cuanto más alto sea el ISO mayor sensibilidad tendrá. Hay que tenerlo en cuenta ya que cuanto mayor sea el ISO mayor riesgo tenemos de conseguir una imagen con grano o ruido. Para reconocerlo tenemos que fijarnos en las partes oscuras del plano.
La cámara tendrá un ISO nativo, pero en ocasiones encontramos un dual ISOs que se han convertido en un básico en nuestra industria. Es imprescindible que lo tengamos en cuenta en la exposición cinematográfica.
Hoy día, el ISO nativo es una de las apuestas fuertes de las cámaras de cine digital más modernas. A mayor ISO nativo, mejor calidad, como ocurre con la Sony Venice o la Alexa Mini LF.
4. VELOCIDAD DE OBTURACIÓN Y VELOCIDAD DE FOTOGRAMAS
Velocidad de obturación: es el tiempo que cada frame/cuadro queda expuesto a la luz. La frecuencia con que la cámara actualiza cada imagen será determinante para exponer correctamente en cine.
Con una mayor velocidad obtendremos imágenes más nítidas, muy acorde para películas de acción o lucha, ya que capturan todos los detalles.
Las velocidades de obturación más bajas darán como resultado un desenfoque en el movimiento lo que en realidad se verá más natural. Ejemplo:
La regla de 180º es la que se aplica a la velocidad de obturación. Se trata de una fórmula matemática que consiste en duplicar el valor del obturador según el número de fotogramas que grabemos por segundo. Con esta regla conseguimos movimientos más naturales, una apariencia cercana a la del cine y evitando el grado de difusión/blur que tengan los objetos o personas al moverse.
Es decir, si necesitas una escena a cámara lenta es recomendable que dupliques la velocidad, dependiendo de la cantidad a la que vayas a reducir. Ejemplo, si grabas a 60fps y vas a hacer una cámara lenta deberás grabar a 1/120.
Las velocidades de obturación más altas son muy adecuadas para agregar energía cinética a tu proyecto por lo que experimentar con ello es siempre una buena idea para encontrar aquel que mejor se adapte a la narración.
5. FRAME RATE/CUADROS POR SEGUNDO
La industria establece su estándar en 23.98 o 24 frames por segundo. Es la imagen a la que estamos acostumbrados en el cine clásico. Otros frames rates comunes son 25 o 30 frames por segundo. Por ejemplo, 30fps está asociado a la grabación de noticias y deportes.
Por debajo de 24fps sería una decisión creativa con la que representar a alguien contando un recuerdo, simulando una sensación de intoxicación, o también algunos vídeos de grunge y rock de los 90’. Es el efecto que conocemos como Motion Blur. Y otra opción es apostar por una velocidad a 48fps tendremos la opción de usar cámara lenta en una línea de tiempo de 24fps y duplicar su duración. En conclusión, debemos tener en cuenta estas cinco variables para conseguir exponer correctamente en cine.