Micaela Cajahuaringa (DFP) de “Pelo Malo”

 

                                 NO SÓLO PELO HAY EN ESTA CABEZA

A nuestros jurados en Mar del Plata les interesó especialmente la película “Pelo Malo” (Dir. Mariana Rondón) que ofrece un trabajo de calidad en todos los rubros: Fotografía, Dirección, Guión, Actuación, etc.  Aunque no ganó el premio, merece un párrafo aparte por el esmerado trabajo de la imagen.

Conversamos en exclusiva con Micaela Cajahuaringa (DFP), Directora de Fotografía de “Pelo Malo” y socia fundadora de la Asociación de Autores y Directores de Fotografía Cinematográfica Peruanos, sobre su trabajo.
Atentos, que cuando se estrene, ésta es una película que hay que ver!

Dirección de Fotografia: Micaela Cajahuaringa (DFP)

Cámara: Red Epic

Lentes: Zeiss Ultraprime

Posproducción: La Sociedad Post

Esto es lo que nos contó:

Micaela Cajahuaringa: “El trabajo visual de la película se fue construyendo durante la visita a locaciones, cuando íbamos visitando edificios llamados Bloques en dos de los principales barrios de Caracas. Íbamos entrando a muchos departamentos

algunos muy pequeños, llenos de cosas, donde solo había pequeñas entradas de luz, y me llamó la atención cómo contrastaba eso con la fuerte luz que había en la ciudad. Así traté de reproducir de una manera más que naturalista, yo diría respetando lo que veía: poca luz en el interior. Y de esta manera, hacer sentir las fuentes de luz, trabajar contraluces frente a las ventanas mismo que tuvieran pieles oscuras, y la mezcla de temperaturas, siempre había una luz artificial encendida, aunque sea día.

Había hecho un pedido de luces pensando como siempre había trabajado antes, y acabé reduciendo la cantidad de luz, porque las locaciones eran muy pequeñas, los espacios eran muy reducidos, y esto también me obligó a iluminar básicamente desde afuera. Tratando de usar más luces practicables que puedan estar como parte de la escenografía.

La película tiene todo un trabajo de cámara en mano, para lo cual contamos con el excelente trabajo de John Márquez, quien tiene un muy buen ojo fotográfico, se involucra con la película y buena comunicación. Esto era muy importante porque siempre teníamos que estar listos para “robar planos”.

No se jugaba a la improvisación, pero yo debía tener una iluminación siempre lista para que se pueda filmar de cualquier ángulo, una luz base que nos sirva para poder filmar cualquier situación que se nos presentara mismo que no estuviera en el guión, por ejemplo, una mirada o alguna actitud que era parte del personaje.  Esto me obliga a tener preparada ya una atmósfera, con entradas de luz desde el exterior o algunas luces de los cuartos prendidas.

Los planos en el autobús también tenían este tratamiento y era bastante más incómodo, iluminamos el interior, pero siempre tratando de que la luz del exterior mandara, es decir dejarla como luz principal y hacer sentir como ésta cambia constantemente dependiendo de la ruta por donde va el bus.

Los colores y el trabajo de dirección de arte también lo fuimos construyendo en la visita a locaciones, rescatando lo que veíamos, nos quedamos con la paleta de colores de las paredes de los edificios que visitamos y que fueron filmados. Junto con Matías Tikas, director de arte, se trabajaron los colores de la paredes y vestuario, y utilería.

El trabajo de postproducción y corrección de color fue realizado con el excelente equipo de La sociedad Post, a cargo de Nacho Gorfinkiel, con quienes hemos trabajado películas anteriores. Si bien aparentemente no hubo mucho trabajo de retoque o efectos, sí nos concentramos mucho en la dosificación de color y de contraste, encontrando un punto justo que no lo haga sentir muy manipulado, pero dándole más contraste y bajando la saturación.”.