Recomendaciones
Se aborda otra temática significativa, en cuanto a la manera en la que pueden conectarse, a través de estudios de arte antiguo e iconografía, aspectos diversos del campo sociocultural. Se trata de un estudio comparativo del diseño de figurinas antropomorfas de arcilla e imágenes antropomorfas en arte rupestre, es decir cuerpos humanos en ambos tipos de soportes. Se destaca que cuando estas figuras son explícitas en la indicación del género, son siempre femeninas en el caso de las figurinas y masculinas en el arte rupestre. Se contempla la proyección contextual de las estatuillas femeninas de arcilla sobre la esfera doméstica, y de las figuras rupestres masculinas en la esfera pública. De alguna manera se deslindan diferencias en la construcción y ejercicio de los roles de género a partir de la manipulación y creación de ambos tipos de imágenes. En el caso de las figurinas de arcilla, creando un ámbito de autoridad femenina ejercida en lo doméstico y proyectada sobre campos como la terapéutica. Por otro lado las imágenes masculinas proyectadas sobre el espacio público, creando campos de poder y legitimidad de la autoridad masculina, en contextos especiales que tienen que ver con la celebración comunitaria.
La recomendación radica en hacer comprender que las figuras humanas, a través de distintos soportes o lugares donde fueron creadas o utilizadas, más allá de su forma o su aspecto meramente iconográfico, eran agentes activos en la creación de realidades sociales, en la creación de roles de género, en la prescripción de configuraciones sociales en un contexto donde ninguna posición era absoluta. Si en el campo político o de celebración comunitaria se expresa y proyecta un área de autoridad masculina, también hubo ámbitos o situaciones específicas donde se daba lo contrario. Por ejemplo terrenos donde las mujeres pudieron encontrar, producir, sostener o proyectar zonas de autoridad, de legitimidad, de poder.
Es interesante para pensar los modos en que esas organizaciones dispusieron simbólica y prácticamente ámbitos de incumbencia para unos y otros. La historia nos ayuda a entender que las formas actuales de signar los campos femeninos y masculinos son una construcción de este tiempo y que en otros tiempos o lugares, las estructuras fueron diferentes.
Por ejemplo por la documentación histórica, sabemos que señores de la elite del Tucumán colonial, como el mismo gobernador, depositario del poder estatal, temían a mujeres dotadas de saberes esotéricos (“brujas”). Nunca nadie concentra todo el poder social, éste se distribuye diferencialmente, pero en campos distintos con variada legitimidad e incumbencia. Entonces, si en un nivel la estructura u organización social de los grupos originarios cordobeses limitó la autonomía de las mujeres, respecto de los poderes comunitarios, en otro nivel las mujeres produjeron espacios de autoridad. Y de este modo, al mismo tiempo que surgieron las imágenes masculinas en la esfera pública, se creó la tradición de figurinas femeninas de arcilla en el espacio doméstico.
Disponible en:
https://revistas.inapl.gob.ar/index.php/cuadernos/article/view/631