Recomendaciones
En este capítulo de libro se desarrolla la problemática de la construcción de los paneles con arte rupestre, pero sobre todo la construcción significativa de los lugares que los contienen, y de los territorios, desde el punto de vista de los procesos de edificación de la memoria. En este punto, procura indagar en la manera en la que las imágenes rupestres interpelan a sucesivos ocupantes u observadores de los lugares donde estas fueron plasmadas. De algún modo las figuras rupestres son una interpelación desde el pasado hacia el presente y hacia las personas que re-acceden a los sitios. Las respuestas ante este estímulo pueden ser muy variables, como la observación expectante, pero básicamente pasiva, o bien pueden producirse acciones de re-intervención, donde las representaciones antiguas son transformadas.
Esta trasformación puede incluir el re-pintado o re-grabado, la superposición o la destrucción. Imágenes más antiguas pueden ser recicladas para la creación de otras nuevas, e incluso figuras complejas pueden surgir de la modificación de figuras simples más antiguas. Es decir las actitudes, las posturas tomadas por nuevos visitantes, pueden variar en función de la interpelación desde el pasado, que significa observar los antiguos trazos sobre las piedras. De esta forma, a través del repaso de una serie de casos del centro y occidente de Córdoba, se consideran situaciones de continuidad y cambio temático, en definitiva de manipulación de la memoria compartida, de la herencia del pasado, a través de la dinámica de creación de sitios con arte rupestre. Este capítulo trata sobre la construcción de la memoria e imposición de olvidos en diferentes sitios, tomando en cuenta que se trata siempre de un trabajo desde el presente, donde se producen y recrean discursos sobre el pasado para establecer formas de relaciones entre personas y grupos, centrados en este caso en el ejercicio de la territorialidad.