Super Baltar: Las lentes de “El Padrino” de Francis Ford Coppola (1972) 

Fotograma de la película “El Padrino” (1972)

 

WELAB
05 de Julio del 2023

 

Las lentes Super Baltar captaron la esencia de una de las películas más icónicas de la historia, “El Padrino” (1972) dirigida y producida por Francis Ford Coppola y con Gordon Willis como director de fotografía. Pero… ¿Cuál es el origen de estas lentes?

Estamos hablando de ópticas suaves que dan sentido al concepto vintage. Contraste delicado, sin ser lo suficientemente bajo. Dignas de espectaculares flares azulados, causantes del efecto arco iris y con una gran paleta de colores cálidos que realzan los tonos de la piel, capaces de revolucionar toda una industria cinematográfica en la década de los 60: son las lentes Super Baltar, fabricadas por Bausch & Lomb y consideradas, probablemente, como una de las mejores ópticas para sensores digitales.

Estandarizadas en seis distancias focales: 20 mm, 25 mm, 35 mm, 50 mm, 75 mm, 100 mm, con una apertura T2.3 para todas ellas. Estas ópticas eran capaces de impresionar a profesionales y cineastas por su resultado, a pesar de estar compuesta por materiales antiguos.

Set de lentes Super Baltar utilizado en la película “El Padrino” (1972)

 

Origen y reaparición de las Super Baltar

Su origen se remonta a los años 50 y 60. Situándose en un contexto próximo a la Edad de Oro de Hollywood, ¿cómo no iban a pasar a la historia en los clásicos de cine? Incluso ayudaron a revolucionar la experiencia cinematográfica en 1952 con la introducción de CinemaScope del estudio 20th Century Fox. Fue tan popular la nueva tecnología, por aquel entonces, que MGM y Warner Brothers también la adoptaron.

Parece que los nostálgicos del cine no querían dejar pasar la oportunidad de poder hacer posible su vuelta al mercado. Adaptarlas a un nuevo modelo y comercializarlas no fue tarea fácil para el óptico Brian Caldwell y la empresa TLS, que hicieron posible su realojamiento; recordar lo analógico y rememorar el concepto vintage siempre ha resultado atractivo, en Welab nos encanta. Tanto es así que en nuestro catálogo disponemos de una gran variedad de modelos de lentes vintage.

Set de lentes Super Baltar, con realojamiento, realizado por TLS

 

Actualizadas, por supuesto, con mayor potencial para la captación de imágenes, aun así, las Super Baltar conservan, todavía, aquellas características que las hicieron únicas: ayudan a crear un lenguaje conceptual, creativo y visual. Su encanto se debe, mayormente, a la imperfección óptica, por lo que no debe haber tiempo de margen a la hora de capturar una fotografía o secuencia.

Si apostaron por ellas en películas tan representativas como “El Padrino” (1972), imaginaos lo atractivo que resulta su reaparición y el interés continuo que hay en volver a arriesgar por ellas. Su resurgimiento es un claro ejemplo de popularidad en la industria cinematográfica.

Los motivos de su influencia en la historia del cine y televisión son simples de explicar, entre ellos destaca la precisión para retratar actores, una característica que encaja a la perfección con los sensores HD consiguiendo, además, un aspecto cien por cien orgánico, ¿qué más se puede pedir?

Fotograma de la película “El Padrino” (1972)

 

Actualidad y otros proyectos en las que se utilizaron

Actualmente la mayoría de las Super Baltar que se fabrican poseen engranajes de enfoque e iris agregados que tienen una clara función: facilitar el enfoque de seguimiento gracias a las nuevas carcasas modernas. El resultado es una imagen claramente retro con poco contraste, cálida, bastante nítida en el centro con una disminución gradual de enfoque. Todo por conseguir esa sensación vintage de la que hablábamos anteriormente, siguiendo el ejemplo de los clásicos de los 50.

No es de extrañar que directores de fotografía de la talla de Gordon Willis optarán por elegirlas en “El Padrino” (1972) y en “El Padrino parte II” (1974). Sin dejar atrás a directores de fotografía como Robert Burks, que las utilizó en “Los pájaros” (Alfred Hitchcock, 1963) y Richard H. Kline que las escogió para la serie “Star Trek” (Varios directores, 1966 a 1969). Ambos compartían un objetivo: recrear escenas distintivas y lograr una estética visual concreta.

Fotograma de la película “El Padrino, parte II” (1974)