PRIMERA INTERVENCIÓN (no recuerdo fecha), segundo año del CBU, IPEM Nº290, Bell Ville: pegamos el afiche en el pizarrón, charlamos sobre el significado del lema de la campaña, les hablé de Laura, etc. Leímos
«Leyenda del hueco del diablo» y dibujaron el hueco del diablo y lo
llenaron de palabras (amor, amigos, sol, caricias, pan, entre muchas otras).
Consideraban que el Diablo vomitó un hueco porque no tiene alma, no tiene sentimientos, etc. De ahí el dibujo. Muy libre y muy bello todo. Extraño eso.
SEGUNDA INTERVENCIÓN: llevo caleidoscopios, se los presto, los exploran, charlamos sobre lo que se ve, les cuento que cuando era chica en la primaria hice uno. Leemos «El brujo de los tubitos«, un cuento que me mueve hasta los huesos, no puedo evitar emocionarme al leerlo. Axel, uno de los chicos, escribió algo bello: «el Negro llevaba todo el mundo dentro, porque la poesía está en los caleidoscopios con las cosas del mundo» (me morí cuando lo leí, me morí).
Ese viernes (creo que fue el anterior al último viernes de clases), por la tarde visitamos la Biblioteca Municipal «Ramón J. Cárcano», con primer y segundo año, y con la profe de Lengua de primer año, Corina Acuña. Bebimos y comimos mucha, pero mucha literatura devetachiana. Los más «petarderos» del aula, aquellos que viven a puro reto y amonestaciones, se engancharon con las poesías y no pararon de leer, se peleaban por ver quién leía primero. De Laura no había muchos ejemplares esa tarde, sin embargo, leímos mucha poesía que llevamos en el menú, y de postre les leí el mito del basilisco, de Gustavo Roldán, ya que encontramos un ejemplar de «Bestiario«.
En Justiniano Posse, en el IPEM Nº 87, pegué el afiche, charlamos sobre la campaña y sobre Laura y les leí «Leyenda del hueco del diablo«, en sexto año. Muy enganchados, muy sensibles, les gustó. Pienso trabajar ahora, alguno de los cuentos de Laura prohibidos por la dictadura, ya que estamos leyendo «La soga» de Esteban Valentino y un lindo corpus de cuentos que hablan de esa época (Valenzuela, Rivera, etc.).
Al escribirte esto, pienso en la panzada de literatura que me pegué y en lo bien que la he pasado en….¡¡¡¡el contexto escolar!!!! Yo que siempre sostuve que escuela, lectura y literatura eran elementos irreconciliables. En fin, gracias, entonces, por empujarme a derribar mis propios prejuicios.
Realizadora de las actividades: Soledad Galván, Bell Ville