Asamblea Universitaria y Contra-reforma en la UNCórdoba

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¿Cómo significar la situación de la Universidad Nacional de Córdoba hoy?

Desde la asunción de las nuevas autoridades (radicales-Pro) en la Universidad Nacional de Córdoba en 2016, un clima «cambiante» reina las calles y pasillos de Ciudad Universitaria. El 15 de diciembre, la UNC ha atravesado una modificación de su sistema político de un modo por demás bochornoso y lamentable. Bajo el manto de la democracia y el respeto por la mayoría, el oficialismo llevó adelante una Asamblea con 124 de los 247 miembros, en la cual brillaron por su ausencia el Rector y Vicerrector. Todo esto, excluyendo a estudiantes y sectores de la oposición, de modo absolutamente arbitrario y agresivo. Aún más, los paladines de la democracia formal, viciaron de hecho todos los procedimientos que se establecen en nuestras normas universitarias y consuetudinarias. Una Asamblea que se termina realizando en un predio de jurisdicción provincial; asambleístas que no son acreditados fehacientemente y otros a los que no se les permite su acceso por pensar diferente; una votación express, con una argumentación nefasta de pocos minutos, sin discusión alguna, sin siquiera la lectura de lo que se votaba; una votación a mano alzada -aduciendo normas supletorias- de esos “asambleístas” no registrados; un rector y vicerrector ausentes… Es cierto que la historia de la democracia tiene una dimensión estrictamente política, una dimensión filosófica epistemológica y también una dimensión técnica. Respecto a esta tercera, no puede hablarse de democracia si no existen mecanismos capaces de medir y verificar la voluntad popular. En nuestro caso, sin proceso de acreditación de los asambleístas, no podemos saber si quienes votaron lo eran, ni si efectivamente eran los 124 necesarios para garantizar el quorum.

Pero la situación que se vivió el 15 de diciembre, no es más que la expresión sintomática de viejas prácticas y discursividades que se renuevan no sólo en nuestra Universidad, sino también en nuestro país y la región. Resuenan en la mente, cuando se escucha el breve discurso-argumentación que antecede la patética votación a mano alzada de la contra-reforma universitaria, la voz de Macri en una de sus conferencias después de su «retiro espiritual», cuando le preguntaban acerca de la situación de detención ilegal de Milagro Sala. La invocación de las supuestas mayorías, como argumento para sostener una situación de injusticia, tiene su réplica en nuestra Universidad. La criminalización y el menosprecio del «otro» son situaciones constantes en estos «nuevos tiempos». El desconocimiento de la movilización de más de 2000 estudiantes, docentes, no-docentes y egresadxs exigiendo la suspensión de la Asamblea y la exclusión de facultades y consejeros opositores en el proceso de discusión y decisión, no hacen sino confirmar estos hechos, vaciando de sentido y vapuleando a la citada democracia. Sumado a esto, la invocación a la excepcionalidad jurídica, por la «situación en la que estamos» no deja de convertirse cada vez más en regla. Todo garantizado, en caso de haber resistencias, por las fuerzas represivas de la policía provincial. Además ocultada la situación por las calladas voces de los medios de comunicación locales, incluso de los propios medios universitarios; cabe preguntarse ¿fue tan impresentable lo que hicieron el 15 de diciembre que hasta tuvieron que suprimirlo orwelianamente de las noticias del día?, estigmatizando de “revoltosos” -en los breves momentos en los que se hizo referencia a este acontecimiento político- a quienes se estaban manifestando pacíficamente para exigir la apertura de la discusión a todos los sectores de la universidad.

 

Avanzan por otra parte, en la contra-reforma universitaria los sectores empresariales, esos que cada vez ganan más terreno en la decisión pública, imponiendo sus intereses como los del conjunto de la sociedad, privatizando los derechos colectivos. Nuevamente, las ideas de «modernización» y «apertura» empapan el discurso político, como valores necesarios e indiscutidos, para dejar atrás el pasado reciente.

En consonancia con lo antedicho, desde la Red Intercátedras de Historia de América Latina Contemporánea, repudiamos los términos antidemocráticos, ilegales e ilegítimos en los que se llevó adelante la reforma política de la UNC, y el contenido mismo de dicha reforma, que atenta contra las bases de la Universidad pública, en pos de construir una Universidad al servicio del mercado y de las grandes corporaciones.

 

Les compartimos una nota de los compañeros da La Tinta: http://latinta.com.ar/2016/12/esto-es-democracia/

Además, un documento de la Coordinadora en defensa de la Universidad Pública:

https://www.facebook.com/notes/coordinadora-en-defensa-de-la-educaci%C3%B3n-p%C3%BAblica-unc/ante-la-reforma-antidemocr%C3%A1tica-de-la-unc/535072170029798

Reproducimos por último el comunicado que algunos decanos formularon el 15/12 luego de lo sucedido, extraído de la página web de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC:

En el día de la fecha la Universidad Nacional de Córdoba ha vivido una lamentable experiencia en relación a la modificación de su sistema político. Con una serie de actitudes y hechos sumamente cuestionables, el oficialismo de la UNC ha pretendido validar una Asamblea que habría estado conformada por sólo 124 de sus miembros, sobre un total de 247, sin la presencia del Rector y Vicerrector, quienes, sin embargo, se hallaban en todo momento dentro del predio.  Una asamblea que sesionó a espaldas de los reclamos de los estudiantes y sectores opositores, sin poder garantizar el ingreso de todos los asambleístas. Desconociendo así una cualidad básica de la democracia, la participación de las minorías.

La Asamblea Universitaria a la que nos referimos, fue convocada de manera previa a tres sitios diferentes. El primero de esos lugares fue el Campo Experimental de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, ubicado a 15 km de la Ciudad de Córdoba, y a donde los asambleístas fueron citados a las 8 hs. Ninguno de los miembros del oficialismo concurrió a esta convocatoria. Sin embargo, muchos de ellos, a esa misma hora, ya estaban acreditándose en el segundo sitio previsto para realizar la Asamblea Universitaria, el Complejo Ferial Córdoba, en donde finalmente se llevó a cabo ésta.

La “Asamblea” que sesionó en el Complejo Ferial Córdoba duró 6 minutos con 11 segundos. El proyecto votado y aprobado a mano alzada y a libro cerrado fue ingresado a la Universidad el día previo (14 de diciembre de 2016), y no fue leído en la “Asamblea”. Esta modalidad implicó que el proyecto no se haya asentado en el acta de la “Asamblea” y por lo tanto, tampoco en la resolución de la misma. Una irregularidad mayor, que podría viciar toda su legitimidad y legalidad.

Finalmente, resulta preocupante y repudiable que se haya realizado una Asamblea Universitaria, máximo órgano de expresión de la democracia en el seno de la Universidad Pública, bajo la vigilancia de la Guardia de Infantería de la Provincia de Córdoba, con sus canes y armamento, convocada por la actual conducción de la UNC para terminar de obturar las voces disidentes en un tema tan trascendente como su reforma política.

Córdoba, 15 de diciembre de 2016.

Decanos de la UNC

Myriam Kitroser (Artes).
Mirta Iriondo (FAMAF).
Gustavo Chiabrando (Ciencias Químicas).
Silvina Cuella (Ciencias Sociales).
Diego Tatián (Filosofía y Humanidades).

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