Institucional

El Programa Universitario en la Cárcel (PUC) se crea en el año 1999, a partir de un convenio entre la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba y el Ministerio de Justicia de la provincia, con el objetivo de desarrollar actividades de docencia, investigación y extensión en los penales cordobeses. Se funda en el derecho a la educación y al acceso a la cultura de las personas privadas de su libertad, en respuesta a las exigencias constitucionales requeridas por el paradigma de los Derechos Humanos (Ley 24.660, Ley 26.206 y 26.695). 

Desde la convicción de que la universidad pública debe ofrecer a toda la ciudadanía la oportunidad de formarse académica, artística y culturalmente y propiciar espacios de expresión personal de las ideas, el involucramiento de nuestra Facultad en las prisiones implica mucho más que el dictado de carreras de grado. En este sentido, nos proponemos llevar la lógica universitaria de la democracia, de la igualdad, del respeto por los sujetos y de la autonomía responsable a un ámbito en el que, por definición, rige el principio de autoridad.

Las actividades de la FFyH resultan, en esta concepción, especialmente apropiadas para el trabajo que busca proporcionar instancias de reconocimiento del valor de la palabra como recurso para la resolución de problemas, para la afirmación de las personas privadas de su libertad como sujetes de derechos y para la promoción de una concepción del Estado como instancia de cuidado y respeto de estos derechos, y no como un simple agente de encierro, aislamiento y exclusión. 

No buscamos la “corrección”, el “disciplinamiento” o la “reinserción” de personas potencialmente peligrosas, tampoco nos proponemos generar transformaciones morales o en el modo de ser de las personas privadas de su libertad. Antes bien, trabajamos en su reconocimiento en tanto sujetos de derecho y, por ende, como interlocutorxs válidxs para la construcción del conocimiento y la cultura, lo que afectará necesariamente a la reconstitución de una subjetividad diezmada por el aislamiento y, por lo general, por sus propias historias de vida. 

En un proceso dialógico, la FFyH se redefine en su contacto con una realidad social y educativa con características y particularidades que difieren profundamente de aquella con la que se interactúa cotidianamente en el ámbito de los claustros universitarios. En este proceso, la FFyH tensa sus propias representaciones sobre el perfil de lxs estudiantes, sobre el conocimiento académico, sobre las funciones de la universidad y el papel del conocimiento como transformador del espacio social para la constitución de sujetos críticxs, conscientes y no reproductorxs de un orden social que dañe las relaciones humanas.

La intervención universitaria en contextos de privación de libertad debe atender a un conjunto de situaciones particulares que establecen una diferencia significativa con la educación universitaria tal como ha sido pensada hasta el presente. Así como la universidad debe generar una pedagogía diferenciada para garantizar el acceso y la permanencia de les estudiantes, atendiendo a su particular situación, sea en relación con condiciones sociales, culturales o biofísicas, también debe procurar la inclusión en situación de encierro carcelario. La privación de libertad, restringida al tiempo y espacio carcelario, suma en este contexto otras condiciones no siempre visibles de exclusión, como el acceso social y público a saberes de la cultura y del mundo laboral.