Proceso de colimación y revisión de lentes

WELAB Professional Equipment
21 junio 2021

 

Cuando hablamos de ópticas de cine y de su cuidado, nos imaginamos que lo único que tenemos que hacer es mantenerlas limpias para que no les entre polvo, prestar atención para que no reciban daños y tratarlas con un cariño especial. Sin embargo, las funciones de los ayudantes de cámara y foquistas son mucho más amplias y complicadas. Hoy hablaremos sobre cómo se debe comprobar las lentes, las fases por las que se debe pasar antes de utilizarlas y, especialmente, sobre el proceso de colimación de lentes.

Empecemos por el principio. La responsabilidad del primer ayudante de cámara no es simplemente hacer foco o cambiar de objetivo cuando es necesario, sino que también entra dentro de sus funciones el buen uso y correcto mantenimiento de las lentes antes, durante y después del rodaje.

Lo primero que se debe hacer antes de comenzar el rodaje es revisar que las ópticas se encuentren en perfecto estado. Si se trata de una producción larga, lo más seguro es que ya haya habido pruebas técnicas durante semanas y ya conozcas el material a la perfección. Sin embargo, comprobar las ópticas es un proceso que nunca deja de hacerse, ya que, a más uso, más probabilidades de poder dañarlas. Es por esto que, no está de más examinarlas periódicamente para buscar alguna rayadura o golpe y, en caso de haberlo, anotarlo para comentárselo a la empresa de alquiler.

Un consejo que puede ser de ayuda si te encuentras en una producción larga cuyo rodaje tenga varias fechas de grabación, es apuntar el número de serie para cada óptica. Esto viene bien para trabajar siempre con la misma lente y calidad. En Welab, tenemos una hoja de estatus de lentes en donde, no sólo apuntamos este número de serie, sino que también llevamos un control del estado de la pieza.

Comprobación de las ópticas

Ahora, pasamos a comprobar las ópticas una a una. Para ello, se coloca la cámara a un metro de distancia de una carta de foco que suele haber en las casas de alquiler. Si no disponemos de una, también sirve una carta Siemens, que se puede imprimir por internet. Esta no es la solución más adecuada, pero en caso de estar en un apuro, puede sernos de ayuda. Es importante que la distancia sea exacta. Por ello, recomendamos usar un láser o un metro, para hacer la revisión correctamente.

Antes de empezar, debemos asegurarnos de tener la carta bien iluminada y sin reflejos, con un diafragma que nos permita verla perfectamente pero lo más abierto posible para saber que todo irá bien en entornos poco iluminados. Todo con el fin de conseguir un enfoque más preciso y que no dé problemas.

Empezamos a comprobar las lentes desde la más angular al más teleobjetivo. Debemos tratar de enfocar el centro de la carta lo más ajustadamente posible. Una vez a foco, comprobamos el campo de la óptica: si está a un metro, es correcto. Es recomendable repetirlo una vez más para ver si el valor coincide y que no hemos tenido un golpe de suerte. En el caso de que la óptica de por encima o por abajo, repite el proceso hasta que el valor sea uno.

Si vamos a comprobar una lente no fija, debemos ponernos a una distancia de entre tres o cuatro metros. Ponemos la óptica en la posición de teleobjetivo más grande y hacemos foco. Después, vamos abriendo hasta la posición más angular. Si el foco se pierde en esta transición, entonces la lente está descolimada.

¿Qué significa descolimada y por qué la óptica está así?

Se utiliza el término colimación de una óptica cuando se refiere a comprobar su enfoque correcto respecto a su plano focal. Que la óptica necesite una colimación es normal y puede deberse a diversos factores ya que sufren desgaste debido a su uso, la manipulación, los mecanismos y a los cambios de temperatura y humedad. Además, dependiendo del material del que esté hecho la montura, podría producirse una dilatación o contracción de la pieza. También es frecuente que la descolimación se produzca, por ejemplo, debido al terreno en el que estamos trabajando ya que, si se trata de un suelo inestable, la vibración del vehículo en el que viajamos puede perturbar la óptica. Todos estos motivos hacen que sea necesario hablar del proceso de colimación de lentes.

Un fallo en la colimación de una óptica provocará deformación en las imágenes. Este error, que puede ser imperceptible a primera vista, nos dará problemas al hacer un visionado de lo que hemos grabado. El proceso de colimación implica expandir o concentrar los haces de luz en un haz paralelo, de modo que cuando lo realizamos debemos estar enfocando a infinito para poder conseguir este efecto. Esta es la función del colimador.

En Welab contamos con un espacio propio para realizar este proceso: la sala de colimación de lentes. En ella proyectamos nuestra carta de foco y, en el centro, ponemos el colimador a un metro de distancia de la misma. Este aparato lo que hace es darnos el valor de la desviación y las micras que necesitamos corregir. Esta corrección se hace con los aros Shimms, de los que hablaremos a continuación.

En este punto, debemos distinguir entre las lentes con zoom óptico y las lentes fijas, ya que el proceso de colimación de lentes entre ambas se hace de forma muy parecida, pero con una pequeña diferencia.

Lentes fijas y los Shimms

Colocamos la óptica a una distancia exacta de un metro de la carta Siemens y enfocamos de la forma más precisa posible. Es en este momento donde aparece el término Shimms. ¿Qué son los Shimms? Unos aros adaptables de plástico o acero inoxidable con grosores determinados que se usan en la montura de la lente descolimada, haciendo que la distancia focal se desplace para corregirse entre sí. Cuando hacemos la colimación de lentes, el colimador traduce el valor para saber qué tipo de grosor de Shimms (o tipos) necesitamos para poder corregirla. Una vez colocados, la descolimación estaría corregida y ya podríamos trabajar sin problemas.

Lentes con zoom óptico

Sobre una carta Siemens, a una distancia de tres o cuatro metros, abrimos totalmente el diafragma. Lo primero que tenemos que hacer es liberar el tornillo de anillo Back Focus, hacer el máximo de zoom que permite la lente y enfocar la carta. Después, abrimos al máximo angular y ajustamos con el aro de Back Focus ya liberado para enfocar la imagen de nuevo. Debemos repetir estos dos pasos hasta que la imagen permanezca enfocada desde el teleobjetivo hasta el angular de la óptica. Después, volvemos a apretar el tornillo.

Todas estas son tareas que corresponden a los ayudantes de cámara para conseguir la mejor calidad posible al equipo. En Welab contamos con 5 puestos en total, cada uno con su carta Siemens correspondiente, en donde podéis comprobar y chequear el equipo al completo.

Nosotros siempre hacemos una revisión de todo nuestro equipo antes de entregarlo para que todo esté en perfecto estado y que podáis estar tranquilos, sin embargo, sabemos que sois muy perfeccionistas, así que, si lo solicitáis, podemos hacer el ajuste de la lente según nos indiquéis y veáis conveniente en nuestra sala de colimación de lentes. Además, os resolveremos cualquier duda que tengáis para asegurar que el equipo esté en perfectas condiciones antes de iros a rodar.