Emiliano Penelas DF de película «El kiosco»

 

Se estrena el largometraje “El kiosko”

Por Emiliano Penelas (ADF)

Conozco a Pablo G. Pérez desde hace muchos años, un gran amigo con el que he compartido hermosos momentos y además tuve la suerte de fotografiar la mayoría de sus cortos, que han recibido premios en festivales de todo el mundo. Entre los más destacados se encuentra el cortometraje Lo llevo en la sangre (2004), perteneciente a Historias Breves 4; en 2009 realizamos Sinsabor, ganador del concurso “San Luis Cine”; y en 2012 se llevó a cabo Ojos, ganador del premio Mejor Cortometraje Argentino en el 27° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, entre otros premios. Hace muchos años que Pablo viene desarrollando este proyecto de largometraje, y desde entonces la idea era formar parte del equipo que él supo construir. Los dos estudiamos con el maestro José Martínez Suárez y su influencia como formador de grupos es fundamental.

Con Pablo tenemos un gusto común por un tipo de cine, y el conocimiento de tantos años hace que nos entendamos con gestos mínimos. La película tiene muchos pasajes de comedia, pero también momentos de mucha emoción, lo que permitió un abanico de opciones que enriquecieron el trabajo desde la fotografía. Al mismo tiempo conocimos a la directora de arte, Luciana Kohn, y la vestuarista Rocío Peyró, con quienes trabajamos muchas veces en otros proyectos, haciendo que la relación fuera muy fluida tanto en la previa como en el rodaje. Como señalé antes, Pablo sabe construir equipos de trabajo, y aunque el rodaje fue arduo, también resultó muy placentero desde ese punto de vista.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En cuanto a mi rol en particular, soy un gran admirador de director de fotografía finlandés Timo Salminen, en particular la obra realizada con su compatriota Aki Kaurismäki. Admiro su forma de iluminar, la estética de color y contraste que utiliza y la forma desprejuiciada con la que “pinta con luz”. Salvando grandes distancias, y adaptándonos a nuestra narrativa, se puede decir que utilizamos su estilo como inspiración para ciertos momentos de la película, sobre todo en las noches y algunos interiores como la oficina, la casa del protagonista y la financiera.

La cámara utilizada fue la Blackmagic Design Ursa mini 4.6k, y trabajamos con un juego de lentes Rokinon Xeen 16 (f2.6), 24, 35, 50 y 85mm (f1.5). El formato de rodaje y proyección fue 1:1.85. Además, en escenas puntuales recurrimos a una cámara DJI Osmo 4k y para las tomas aéreas un drone Phantom 4 Pro+. En cuanto a luces, utilizamos mayormente fresneles, un par de HMI (2.5 kw y 1.25 kw) y algunos fluorescentes.

Fueron seis semanas de rodaje muy intensas. Muchas locaciones, algunas de ellas complejas, como el propio kiosco del protagonista. Sin duda esa locación resultó la más compleja, ya que se trataba de un espacio pequeño y por momentos de difícil maniobra para armar las puestas de luz o colocar travellings. Se trataba de un local alquilado y transformado especialmente para la película, pero con dimensiones que lo hacían complejo. Más allá de eso, creo que sorteamos las dificultades con mucho trabajo.

Filmamos también en una pizzería real en Vicente López, con sus particularidades en cuanto a espacio y disponibilidad; en oficinas ubicadas en la localidad de San Martín, en la que también hicimos algunos exteriores; y durante muchas jornadas en la locación que sería la casa del protagonista, en Villa del Parque. La casa del padre de Mariano también resultó ser una locación exigente en cuanto a espacio, pero es importante destacar acá el esfuerzo y dedicación de todo el equipo de fotografía.

La película tiene más de 1500 planos, por lo que el plan de rodaje estuvo siempre muy ajustado. Para agilizar el trabajo realizábamos las plantas de las locaciones con el gaffer Marcelo Ragone y el asistente de dirección Martín Alonso en un trabajo conjunto para poder llevar adelante el rodaje.

Estoy muy satisfecho con las escenas nocturnas. El principio del film en el que se quiere dar un toque de dramatismo, casi policial, relacionado con una escena clave que se desarrollará con posterioridad, y escenas de exterior noche.  También creo que se lograron puestas interesantes en el “consultorio” de Charly, el pizzero interpretado por Roly Serrano, y los momentos de intimidad entre Mariano (Pablo Echarri) y Ana (Sandra Criolani).

Sin duda el pasaje más dificultoso fue la postproducción de color, que llevó mucho trabajo, problemas y un proceso que terminó siendo mucho más complejo de lo deseado y esperado.

En cuanto al producto final, sin duda la fotografía colabora llevando adelante el relato. La película tiene un guión muy fuerte y creo que la fotografía acompaña a la idea de mezclar comedia y emoción.

FICHA TÉCNICA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El kiosco
(Argentina, 2019, color, 95 minutos)

Sinopsis
Harto de su trabajo en una oficina, Mariano decide darle un giro a su vida. Tras aceptar un retiro voluntario, invierte el dinero obtenido y todos sus ahorros en la compra del kiosco de Don Irriaga, un lugar repleto de buenos recuerdos en el barrio de su niñez. Poco tiempo después, descubre que la calle sobre la que está ubicado su flamante kiosco será próximamente cerrada al tránsito para hacer un viaducto, obra que dejará a su emprendimiento completamente aislado. Condenado a una ruina inminente, Mariano tiene los días contados para hacer “algo” que los salve, a él y a su familia, antes de que la calle quede clausurada. Para eso, deberá confrontar con la adversidad, con sus afectos y, sobre todo, consigo mismo.

Guión y Dirección: Pablo Gonzalo Pérez.
Asistente de Dirección: Martín Alonso.
Dirección de Arte: Luciana Kohn.
Vestuario: Rocío Peyró.
Dirección de Fotografía: Emiliano Penelas (ADF).
Montaje: Guille Gatti (EDA), Pablo G. Pérez.
Música Original: Carlos Ramírez Mendoza.
Sonido Directo: Juan Bernardis y Mariano Castro.
Dirección de Sonido: Pablo Isola.
VFX: Diego Arias.
Marketing y Diseño Gráfico: Silvia A. Pérez.
Producción Ejecutiva: Daniel Burak, Alejandro Gruz y Gato Martínez Cantó.

Elenco: Pablo Echarri, Roly Serrano, Georgina Barbarossa, Sandra Criolani, Mario Alarcón, Martín Rocco, Ruben Pérez Boreau y Olivia Gukenheimer.

Equipo de fotografía
Dirección de Fotografía y cámara: Emiliano Penelas (ADF).
Asistente de cámara: Darío Longobucco
Segundo asistente de cámara: Mariano Maximovicz
DIT: Leandro Bordakevich.
Gaffer y operador de Steady Cam: Marcelo Ragone
Jefe de eléctricos: Agustín Bruzzese.
Eléctricos: Nicolás Castillo y Daniel Avincenta.
Operador de drone: Jonathan Plat.
Corrección de color: Nadia Amorena, Nahuel Snrec, Marcelo Ragone y Emmanuel Gramajo.